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16 de abril de 1994


Cuando Harry Potter atrapó la snitch aquella mañana, todo el estadio estalló en vítores, excepto por los alumnos de slytherin. La casa de gryffindor había ganado la copa de quidditch después de varios años en los que las serpientes eran victoriosas.

Deneb se colocó de nuevo los prismáticos y vio cómo su hermano menor bajaba volando con furia hacia el estadio, para juntarse con los otros jugadores. Mientras tanto, en medio del campo, Madame Hooch les entregaba a Oliver Wood y sus compañeros de casa la copa dorada como prueba de que ellos eran los campeones de 1994.


Ella sabía que su hermano jugaba bien al quidditch y era un gran buscador. De hecho se sentía muy orgullosa de esa parte de Draco -no tanto como otras facetas- pero cuando inició el partido tuvo una punzada en el pecho, algo que le decía que, a pesar de ser de slytherin y de que su hermano estuviera jugando, no quería que ganasen.

Deneb no lo comprendió en ese momento, no entendía por qué quería que gryffindor tuviera la victoria. Su mente estaba intranquila. Creyó que era para sacarle la satisfacción a Draco o a Bletchey. Quizás porque Pucey no le terminaba de cerrar como persona. Tal vez porque ella sabía que todos jugaban sucio y hacían trampa... no lo sabía. Pero deseó con tantas fuerzas que perdieran, que así fue.

Le hubiera gustado poder gritar, aplaudir y sonreír al final del partido. Pero ella sabía que estaba mal aquello, y que solo podía ocultarlo.


Deneb lo supo entonces, cuando Harry Potter atrapó la snitch aquella mañana, que su corazón estaba cambiando de rumbo.


10 de junio de 1994


Deneb se apoyó contra una de las paredes exteriores de piedra del local de ropa formal de Hogsmeade. Miles se acercó hacia ella con las manos en los bolsillos de su pantalón. Tenía puesta una camisa que le apretaba los pectorales y le marcaba los bíceps.

Ella sabía que lo hacía apropósito para que se fijara en él. Pero por una extraña sensación en el estómago, no funcionaba. Esta vez ya no eran mariposas.

Y lo sabía. No quería aceptarlo pero sabía que sus problemas estaban comenzando a tener otro nombre y apellido.

— Sólo quiero hablar contigo unos segundos —dijo él.

— De acuerdo —contestó la castaña— ¿Qué sucede?

— En vistas de que ya no seguiremos saliendo ni tampoco formaremos una relación más seria... —se aclaró la garganta— quizás deberíamos dejar en claro que somos compañeros todavía, porque no quiero que ninguno de los dos se sienta incómodo cuando el otro está presente.

— Miles, hemos estado unos meses besándonos y ya —murmuró Deneb, dirigiendo su vista al suelo— nos vamos a seguir llevando bien, esto no cambia nada.

— Claro, sí —murmuró, algo apenado— ¿Pero no tiene nada que ver con tu familia, verdad? Porque si es por eso —Deneb lo interrumpió, negando con la cabeza rápidamente.

— No, no. Yo soy la que decide sobre estos temas —Miles la miró confundido— sé lo que estás pensando, pero no creo que mis padres tengan el derecho a elegir con quién salir y con quién no.

— Está bien —dijo— tienes todo el derecho.

Hubo un breve silencio entre ambos. Deneb hubiera preferido no tener que recordar ese problema entre sus padres llamado "matrimonio arreglado". Menos que menos estando en Hogsmeade.

⋆✦ Deneb ✦⋆ (Fred Weasley)Where stories live. Discover now