Deneb Malfoy creció en un mundo diferente al de los simples mortales,
Incluso distinto al de los magos comunes.
⋆ ✦ ✶ ⋆ ⋆
Omitió sus pensamientos sobre cosas que estaban mal,
Trató de seguirle la corr...
Deneb dejó la última caja en el suelo de su nuevo departamento. Movió la varita y cerró la puerta, con un suave clic. No hubiese aceptado mudarse otra vez a Inglaterra si no fuese porque el trabajo le gustaba mucho y porque su jefe la había ayudado cuando pocos le tendieron la mano.
Había pasado los últimos cuatro años y medio en Estados Unidos, fabricando pociones para el señor Kramer, quien tenía una pequeña tiendita mágica en un poblado cercano al colegio de magia Ilvermorny. Se habían conocido gracias a Isadora Black, su prima segunda.
Deneb huyó de su casa aquel fatídico julio del 96, sin saber a dónde ir ni que hacer de su vida. Pero sus plegarias le hicieron saber que no estaba sola cuando su antiguo elfo doméstico, Dobby, se apareció para llevarla a un lugar más seguro.
Sin pensarlo dos veces, supo que tenía que ir con su tía Andrómeda. Porque, quizás, ella era la única que podía entenderla y hacerla desaparecer del radar de su familia y el resto de los mortífagos. Lo que Deneb no sabía era que en ese momento se encontraría también con su ex compañera de colegio, prima segunda y mejor amiga del chico que amaba; Isadora Black.
El señor Kramer luego de todos esos años, logró comprar el boticario del callejón Diagon y le pidió a Deneb que fuera con él, porque la consideraba una gran bruja y fabricaba pociones de cualidades inigualables.
La joven tuvo que pensárselo mucho.
No sabía si estaba preparada para volver al país, y estar tan cerca de su pasado otra vez, pero supuso que ya era momento de afrontar la realidad como debía ser. Y si tener que pisar Inglaterra sin saber quiénes podían estar vivos o muertos luego de la guerra, significaba ser valiente, ella estaba dispuesta a descubrirlo.
Cogió el pequeño papel que tenía dentro del bolsillo de su pantalón y lo miró unos segundos más. El señor Kramer se lo había dado días atrás, cuando ella le preguntó por la dirección de una casa. Deneb leyó las palabras escritas y caminó fuera de su departamento, dispuesta a iniciar esa búsqueda desde el día uno.
Esperó en la acera, bajo el fuerte sol de las dos de la tarde, a que se apareciera el autobús Noctámbulo.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La joven se acomodó su corto y castaño cabello detrás de las orejas, mientras esperaba con muchos nervios a que atendieran su llamado. El estómago se le había revuelto y las manos le sudaban, cosa que hacía mucho tiempo no le había sucedido. Su vida últimamente era más tranquila y normal de lo que se hubiese imaginado que su vida podría ser alguna vez.
