𝑿𝑿

2.1K 217 26
                                    


21 de noviembre de 1994


Deneb entró dentro de la tienda de túnicas de gala de Hogsmeade. Matilda miró con fascinación los tres maniquíes de la vidriera. Una señora se acercó hacia ellas y con una sonrisa en el rostro les indicó que tomaran asiento para ser atendidas.

— ¿Crees que debería probarme aquel vestido verde? —dijo Bulstrode señalando un maniquí con vestido de mangas largas y brillos— o quizás podría ver unos negros... me gusta el negro. También el violeta.

— Ya sé que estaremos aquí toda la tarde —Deneb rodó los ojos— así que mejor pruébate uno de cada color y elegimos.

— Tú deberías probarte algunos Den —dijo emocionada— ¿Ya tienes vestido para el baile?

— Pues si... mi madre me hizo traer tres —bufó— pero no son mucho de mí agrado. Y no andes hablando sobre el baile Matilda —Deneb frunció el ceño— no le estropees la sorpresa a los demás.

— Qué más da —la morena chasqueó con la lengua. La señora que las había atendido se acercó hacia ellas otra vez y les preguntó qué estaban buscando. Matilda trató de explicarle que quería probarse varios vestidos, de tantas formas y colores como fuesen posibles.

La señora le dijo que le traería de a dos a la vez, que fuera vistiéndoselos mientras ella continuaba buscando otros modelos. Matilda aceptó y ambas chicas fueron a la parte trasera del negocio, donde se encontraban los probadores y unos grandes espejos.

Deneb se sentó en un banquito afuera del probador donde había entrado su amiga, y esperó a que se probara los primeros dos vestidos.


Minutos después, ninguno le había convencido. La señora le trajo otros dos de color verde y un tercero de color azul, pero para Deneb.

— Oh, no necesito yo —dijo ella, avergonzada.

— Tengo buena mirada para estas cosas, y creo que te quedará muy lindo —le sonrió— pruébatelo y me cuentas.

— ¡Sí, Den! —Suplicó Matilda— por favor.

— De acuerdo —Deneb agarró el vestido azul brillante en una mano y se metió en el probador que estaba enfrente— solo porque tú me lo pides —su amiga sonrió y cerró el probador. Deneb prosiguió a hacer lo mismo.



La joven de pelo castaño se miró una vez más en el espejo.

El vestido tenía un pronunciado escote en forma de corazón y un tajo en la parte inferior que iba desde el muslo hasta el suelo.

Pasó una mano por su cintura y frunció el ceño. Sus padres jamás aprobarían que se pusiera ese vestido tan apretado, que dejase al descubierto tanta piel. Pero eso era lo que más le gustaba. Que sus padres no estaban aquí para decirle que no podía ni comprarse ni usar ese vestido. Matilda tocó en su probador y preguntó si podía abrir la puerta. Deneb lo hizo por ella.

— ¡Den...! —Dijo boquiabierta— te queda fantástico, tienes que comprarlo.

— Pero mi madre me envió tres vestidos ya.

— ¿Y qué? ¿Tu madre asistirá al baile o tú? —Rodó los ojos— además, mírate —señaló frenéticamente a Deneb de arriba a abajo— me acabo de enterar que tenías este cuerpo.

— No lo sé —la chica arrugó la nariz— ¿No crees que es muy escotado?

— Pues a mí me gustaría que al otro día en el colegio hablasen de mis pechos —Deneb se rió— ¿Qué te parece este? —Matilda se giró lentamente, mostrando su amplio vestido— No, no digas nada. No me convence.

⋆✦ Deneb ✦⋆ (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora