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14 de mayo de 1996


Graham Montague se había sentado al lado de su prometida en uno de los sillones de la sala común de slytherin, mientras ambos leían en silencio cada uno respectivamente su libro.

A Deneb no le hacía mucha gracia que estuviese como pegatina cerca suyo. Pero aunque le costase asimilarlo, y jamás lo aceptase, él era su futuro esposo.

De momento, al menos.


Lo bueno era que ella sabía muy bien que podía manejarse sola, habiendo aprendido a amarse a sí misma por la falta en otras áreas, como lo era su familia. Sin embargo no podía olvidar con facilidad que Fred Weasley le había mostrado que también podía conseguir otro tipo de amor.

Un amor diferente.

Uno que Montague no podría proporcionarle nunca. Al igual que ella no podía dárselo a él. Porque ambos sabían que no se amaban, por más besos pasionales que se dieran cada tanto... ambos tenían certeza de que aquello era nada más que lujuria el uno por el otro, porque eran lindos, se atraían de cierta forma física y al no poder estar con otra persona, aprovechaban el momento.

Pero los dos sabían que su relación no era más que eso. Solo algo carnal.


Deneb bostezó y luego de refregarse los ojos, decidió cerrar su libro e irse a dormir. Además que cualquier excusa era buena para irse hacia su dormitorio y estar en su mundo privado entre los doseles hechizados de su cama. Se levantó del sofá y Graham la siguió con los ojos.

— ¿Ya te vas? —preguntó con voz suave. Deneb miró un punto fijo en la distancia antes de contestarle.

— Sí, tengo sueño —dijo ella. Montague afirmó con la cabeza y cerró su libro también.

— Te acompaño —murmuró.

— Puedo ir sola —dijo ella.

La castaña rodó los ojos mientras no la veía. El joven se levantó del asiento y con la mano que tenía libre, donde no cargaba su libro, trató de agarrarle la mano a Deneb.

Ella apretó la mandíbula pero no quitó ni rechazó la mano de Graham.

No le interesaba el contacto físico con él en ese instante.

Pero el problema era que todavía le quedaban varias semanas en el colegio hasta que terminasen y se graduaran. Y en ese transcurso de los días sólo podía llevarse bien con Graham y con Timothy, porque eran los únicos con quienes podía compartir algo, por más mínimo que fuese.

Lo único de lo cual quería preocuparse Deneb en esos momentos era de rendir sus exámenes con la puntuación más alta y tratar de encontrar una forma de desaparecer de todos lados.

De alejarse de su asquerosa e inútil vida.


17 de junio de 1996


Deneb contempló una vez más las montañas a lo lejos, pasando el Lago Negro. Vislumbró toda su grandeza, preguntándose si algún día ella podía ser igual de libre que los pájaros que surcaban los cielos en ese momento.

Vio a su lado caer una mochila en el suelo.

Giró su cabeza y se encontró con Timothy recostándose en el suelo. El chico apoyó un brazo en su cara para tapar sus ojos de la fuerte y resplandeciente luz del sol.

⋆✦ Deneb ✦⋆ (Fred Weasley)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu