Cap 4

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03/07/2005

Hace trece días que me hicieron los exámenes médicos. Y por lo que he podido escuchar, hoy viene el médico en una visita regular. Solo espero que traiga mis resultados y acabar con esta incertidumbre de una vez.

No he conseguido sacarle ninguna información a Oana, a Raluca o a alguna de las chicas. Al menos, no de mí. Durante este tiempo me dedico a ayudar en la cocina, leer y escuchar música. He observado que todas las ventanas y puertas tienen rejas que son imposibles de abrir. Y también es imposible que una persona quepa por sus huecos.

Las chicas me han tratado genial. Son muy simpáticas, quizá por eso de que todas tenemos un pasado. Yo aún no lo tengo y espero que mi futuro sea más esperanzador.

Al menos he averiguado algo más de como funciona este mundo. Te raptan o compran, te mandan aquí y luego te mantienen ejerciendo la prostitución. Supuestamente con tus servicios pagas el que no te dejen tirado en la calle. Muchas de las chicas que hay aquí no tienen familia o sus familias no tienen para mantenerse. Y ellas están mejor aquí que en la calle. Un mundo inseguro donde la gran mayoría acaban ejerciendo una prostitución abocada a contraer enfermedades y enganchadas a las drogas.

Algunas de ellas me han contado su historia y es realmente triste. Algo que no encaja en todo esto, es que yo no pertenezco al estatus social del que vienen ellas. Yo vengo de una familia de clase media. Sueldos decentes, vivimos holgados sin ser ricos y no podemos decir que nos falte de nada. Incluso podemos viajar de vacaciones.

Por eso no entiendo qué hago aquí. Mariella, una de las chicas me ha dicho que dentro de la organización hay una rama encargada de coger gente por encargo. Como si se dijese, bajo catálogo, pero para ello previamente debe ser encargado. ¿De donde salen esos catálogos? Si a mí me han escogido ¿Por qué me han traído aquí? Cada paso que parece que doy hacia delante, corro dos hacia atrás. Es desesperante y no encuentro la salida, por más que la busco. Y los días siguen pasando sin tener noticias nuevas o informaciones claras. Y mi paciencia está llegando a su límite.

Estoy sentada en la cocina viendo cómo Raluca termina una sopa de verduras. Las chicas han tenido que ir al local a trabajar. Siempre pensé que la prostitución era un mundo de noche, pero es un negocio que nunca duerme. Hay clientes a todas horas y Oana es la mujer más ocupada que he visto en mi vida. He perdido la cuenta de cuántos idiomas es capaz de hablar.

Debe tener estudios, pues parece una mujer refinada, nada que ver con algunas de las chicas que apenas saben leer o escribir.

De mi hermana tampoco he conseguido información. Oana solo me ha dicho que al no ser virgen ha corrido otra suerte de la que ella no tiene información, ni acceso a ella. Yo creo que no me lo quiere contar. Pero he dejado de intentar obtener información.

Mi próximo paso será obtener los resultados de mis análisis y saber dónde me van a mandar. Por que algo que si me ha dejado claro Oana es que no voy a trabajar en su local. Eso me apena, porque aquí las chicas me han tratado genial. Y creo que con paciencia una puede llegar a salir de aquí.

Lo siguiente que debo hacer es intentar comunicarme con mis padres. Que sepan que sigo viva y que voy a buscar a Bianca. En todos los días que llevo aquí, todo el mundo parece haberme confundido con mi hermana y yo no se lo he desmentido. Petra ha dejado de existir y seguiré siendo Bianca hasta que me descubran. No sé si esto es positivo o negativo. Pero de momento estoy bien con ello.

Miro el reloj que cuelga de la pared. Son las doce en punto. Es la hora de comer, pero las chicas aún no llegan. Suena el timbre, debe ser el médico. Cruzo los dedos sin darme cuenta. Por dios, que se acabe este suplicio que ya dura días.

Blood White I (La historia de Bianca) #PGP2023Where stories live. Discover now