Cap 14

11 6 6
                                    


22/10/2010

Me enfundo en mi nuevo vestido blanco. Es bastante corto, ajustado y algo más escotado de lo que me gusta. Pero fue uno de esos amores a primera vista. Lo vi en un escaparate mientras paseaba con Eka por el centro y necesitaba que fuese mío. Lo compré sin pensarlo mucho y esta noche he decidido que era el momento de estrenarse. Michael quiere llevarme a cenar a un sitio nuevo que han abierto en la ciudad y por lo visto ha recibido buenas críticas.

Es nuestra primera cita fuera de las clases o pasear alguna tarde por la ciudad. He decidido dar el primer paso para intentar mantener una relación con él, más allá de ser simplemente amigos. Esta noche quiero quitarme el amargo sabor de las miradas cargadas de frialdad que me ha dedicado Gabriel en las últimas semanas. Sila está fuera de la ciudad y él se dedica a follar cada noche con una de las chicas del club.

Yo he ido varias noches y he tenido que ver con mis propios ojos como se las llevaba a alguna de las habitaciones reservadas para los clientes. Eka y Marlenne me dicen que algo raro le pasa. Bebe demasiado y comparte más tiempo del debido con las chicas.

A mí, no me dirige la palabra, apenas me mira y solo Kaleb se encarga de acercarme a los sitios donde antes me llevaba él. Me gustaría preguntarle a Kaleb por él. Quiero saber que le pasa. Ojalá pudiese ayudarle, porque algo dentro de mí me guía hacia Gabriel cómo a una polilla. Me da miedo pensar que podría estar en mi mano ayudarle a sobrellevar lo que quiera que le está pasando.

Pero luego está Michael. Un chico normal, con una vida sencilla, alejado de este mundo de oscuridad donde me muevo. Es guapo, cariñoso y atento. Se nota que le intereso más allá de estar conmigo una simple noche. Y quiero explorar con él lo que quiera que esté naciendo entre nosotros. Si me equivoco y solo dura una noche, al menos lo habré intentado.

Bajo a la calle con mis tacones, mi bolso y una chaqueta de cuero sobre el vestido. Ya hace frío en la calle para no llevar nada de abrigo. Enfrente está Michael con una sonrisa picara en la cara. Lleva unos vaqueros negros ajustados, camiseta negra ajustada y su chupa de cuero. Tiene pinta de chico malo esta noche, y eso me encnta. Cruzo la calle corriendo y sus brazos me reciben en un cálido abrazo. Aspiro su aroma y le miro a sus azulados ojos.

— Hola guapísima — sus labios acaloran mi mejilla con su contacto— estás espectacular. ¿Te has vestido así para mí?

— Solo para ti —le guiño un ojo y le respondo al beso con otro en su mejilla pero cerca de la comisura de la boca.

Marlenne me ha enseñado a jugar un poco a la seducción. Me dice que a los hombres les encanta que nos mostremos tímidas y a la vez les hagamos este tipo de demostraciones de intenciones. Me divierte cuando Marlenne me trata como una profe a su alumna.

— La noche promete —dice juguetón y sonriente mientras sus manos rodean mi cintura cada vez más fuerte.

— Espero que no solo prometa —me sonríe de vuelta y besa mi frente.

Me pongo el casco y me monto en la moto con él. Me agarró a su cintura pero quiero ir más allá. Cuando ya estamos de camino meto mis manos bajo su fina camiseta notando como su torso se tensa. Con la yema de mis dedos jugueteo a reconocer la piel que van tocando. Tiene unos abdominales más marcados de lo que pensaba. La piel suave y siempre oliendo a jabón.

Cuando llegamos, nos bajamos de la moto, me quito el caso y sin darme más tiempo a reaccionar me sujeta de la cintura acercándome a él. Sus labios se pegan a los míos y me encuentro dándole un beso. Al principio tímido y seguidamente acalorado. Rodeo con mis brazos su cuello y me descubro buscando más profundidad. Sus manos bajan hasta mis cachetes y los aprietan ligeramente haciendo que me acerque más a él.

Blood White I (La historia de Bianca) #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora