22/01/2011
— ¿ Y adónde tenéis que ir? —le observo con curiosidad mientras caminamos por la calle.
Es de las pocas veces que Gabriel y yo paseamos como dos personas normales. Él ha querido satisfacer mi curiosidad de cómo sería la vida de una pareja normal. Y después de los días que llevo mortificada por las pesadillas recurrentes con Klaüs y Michael, lo agradezco.
— Vamos cerca de Bogotá, la capital de Colombia. Erik nos ha hablado de un cargamento de droga que debe llegar al país en breve. Y tenemos que cerciorarnos de que todo se hace de una forma que pueda pasar desapercibida.
— ¿Y Erik no se mete en problemas por hacer estas cosas? —miro un escaparate de ropa interior y me imagino luciendo uno de esos modelitos y contoneándome frente a Gabriel.
— No te duraría ni dos segundos puesto —Gabriel me susurra al oído y deja un suave beso en mi cuello—. En cuanto a Erik, es un poli corrupto, como muchos otros en todo el mundo. Solo que él lo hace de una manera diferente.
— ¿Por qué diferente? —continuamos con el paseo cogidos de la mano.
— Por que su objetivo no es el de ganar dinero o posición, sino el de evitar enfrentamientos entre mafias en las calles de su ciudad.
— ¿Y por qué lo hace si se puede jugar el puesto?
— Por que su padre ya se dedicaba a esto desde su posición.
— ¿Qué posición?
— Bueno era el dueño del Blood White y de varios negocios de élite que servían de tapadera.
— ¿Él era el dueño? ¿Y por qué el negocio ahora es de Sila? ¿Lo compró?
— Nooo —Gabriel suelta una pequeña carcajada—. Sila se casó con su padre y heredó los negocios y la fortuna.
Paro de golpe y miro a Gabriel.
— ¿Me estás diciendo que ese hombre prefirió dejarle el negocio a Sila en lugar de a su hijo? ¿Qué edad tenía ese hombre?
— Créeme, el gilipollas de Erik no sabría qué hacer con toda esa fortuna —frunzo el ceño— y su hermano mayor, mejor lo obviamos. Es aún más gilipollas. Además Sila es quien se involucró con el negocio y quien le dio un giro para que pareciese legal. Y creciese de forma exponencial.
— Pues si yo fuese Erik odiaría a Sila por quitarme la herencia —reflexiono—. Y más una tan grande.
— Erik no puede odiarla. Ya lo hizo una vez y se arrepentirá toda la vida.
— ¿Por qué?
— Esa, mi pequeña princesa, es una de las muchas preguntas que no puedo responder, porque corresponde a una historia que no es la mía. Ya te he contado bastante.
— Pero... —protesto.
Gabriel me besa en los labios e impide que siga hablando.
— Dime dónde quieres ir ahora —se mira el reloj y cambia de tem—. Aún tenemos tiempo antes de ir a trabajar.
Sonrío.
— Quiero ir al cine.
Su cara se convierte en la de un niño pequeño y me vuelve a besar. Toma mi mano y tira de ella en dirección contraria a la que íbamos.
Al cabo de un rato caminando, llegamos a un local con un enorme letrero luminoso. Hay una película anunciada. Es un letrero negro con luces de neón por todas partes.
— Tron —leo.
— Tenía muchas ganas de verla. Cada vez que paso por aquí me da curiosidad.
— ¿Por qué? —le pregunto
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Blood White I (La historia de Bianca) #PGP2023
RomanceBianca aparece sin saber cómo en un almacén. Una preciosa mujer le dice que le dará la libertad, pero Bianca sabe por experiencia propia que eso no suele salir gratis. La vida de Bianca ha sido complicada. Raptada por una mafia es vendida a Klaüs...