Cap. 26

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23/12/2010

El sudor resbala por mi piel a pesar de que estamos a 2 grados bajo cero. Mis pies duelen porque llevo cerca de cinco horas corriendo. Miro de nuevo el cargador de la pistola. Solo me quedan tres balas. Debo ser inteligente si no quiero que me maten. Me ato el cordón de la bota derecha, si no lo hago me tropezaré y caeré. Eso solo supone morir.

Oigo un disparo a lo lejos, solo puede ser Velkam o Caín. Sé que ellos sobrevivirán a todos los demás. Me seco el sudor de la frente y me levanto despacio para no hacer ruido. Las pisadas se oyen fuertes pero miro a mi alrededor, solo hay árboles y no parece haber nadie. Miro la brújula y comienzo a correr en dirección norte, sé que por allí debe estar la base a la que debo llegar. Esa es mi meta, llegar a la base sin recibir un maldito disparo.

Corro y corro, atravesando la maleza y viendo pasar los árboles a mi lado. El aire parece quemar mis conductos al pasar a mi interior, es como si me desgarrase la piel interna de mis órganos. Los pulmones no pueden trabajar mucho más. Escucho un crujir de hojas cerca de mí y me arrincono tras un árbol.

El crujir está a mi derecha y de repente silencio.

¡Mierda!

Alguien sabe donde estoy y solo me quedan tres malditas balas. La última vez que dispare a la diana de los entrenamientos no conseguí dar cerca del centro en los tres primeros disparos. Hoy solo he conseguido sobrevivir gracias a que soy pequeña y he encontrado buenos sitios donde esconderme. Esperando que los demás se maten entre ellos. Inspiro despacio y suelto el aire más despacio aún. Ralentizo mis latidos y calmo mis nervios. Debo templarme para poder llegar a la puta base.

Las pisadas parecen volver a sonar, están cerca, muy cerca. Apenas a unos pasos de mí. Me encojo tras la maleza y observo entre las hojas. Veo sus botas y su pantalón de camuflaje. Solo puede ser Caín, mantiene su posición firme y la pistola cogida de forma segura, no le tiembla el pulso y si me ve, no dudará en hacer lo que tiene que hacer. Es un experto y sé que estaré muerta antes de dos segundos.

Saco mi arma de su funda, le quito el seguro lo más despacio posible, para no hacer ruido. Sin moverme demasiado consigo introducir el cañón del arma entre las ramas, respiro hondo y apunto con la mirilla. Obviamente no puedo darle en el pecho para que muera, no sería capaz de hacerlo, pero al menos intentaré darle en la pierna para inmovilizarlo y poder huir de aquí.

Cuando me siento segura y ante la inmovilidad de Caín, disparo. Oigo la bala salir del cañón, me levanto y comienzo a correr dirección norte. Oigo el alarido de Caín ante mi disparo, le he dado, pero no me paro a ver dónde o cuales han sido las consecuencias, simplemente corro.

Corro sin mirar atrás.

— ¡¡¡HIJA DE PUTA!!! —escucho sus gritos entrecortados por mi propia respiración.

Oigo un par de disparos y me doblo por inercia, pero no siento dolor, así que no me ha dado. Me incorporo sin dejar de correr. Tras unos minutos que se me hacen eternos puedo visualizar el enorme edificio al que me dirijo. Sonrío por mi triunfo. He llegado.

¡Joder!

He llegado a la puta base. Levanto los brazos en señal de triunfo y dejo de correr. Me doblo para respirar y coger fuerzas. Atravieso el portón de afuera de la finca. Camino mirando todo a mi alrededor. Estoy tan malditamente orgullosa que las lágrimas brotan de mis ojos.

De repente oigo un disparo y caigo al suelo hacia atrás. Un dolor intenso en el centro del pecho, me hace saber que me han dado. En la puta puerta, he llagado a la puta puerta... para esto.

— Pequeña princesita, lo siento —la voz de Velkam me hace abrir los ojos y le observo—. Lo has hecho bien, pero te has confiado en el último momento. Estás muerta.

Blood White I (La historia de Bianca) #PGP2023Место, где живут истории. Откройте их для себя