Cap 15

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25/10/2010

Las luces de la ciudad me ciegan. Son tan brillantes. Nueva York es una ciudad que de noche vive tanto como de día. Las suaves manos de Michael rodean mi cintura mientras besa mi cuello. Estamos en una calle, pero nos da igual que nos vea la gente. Nuestros besos hacen que explote de calor. Sus labios poco a poco se vuelven ásperos, como si se tratase de una lija. Me separo un poco y observo una frondosa barba de color negro. Me intento separar, empujando el cuerpo al que estoy pegada, y empujo con todas mis fuerzas, pero sus manos me sujetan tan fuerte que me hacen daño.

¡¡Michael!! ¡¡Suéltame!!

Por más que intento verle la cara no lo consigo. Solo su barba. Me remuevo inquieta con todas mis fuerzas pero no consigo moverme. De repente el agarre desaparece y caigo al vacío.

No dejo de caer y solo una espesa niebla negra me rodea. Grito con miedo, pero no recibo respuesta y tampoco dejo de caer.

Cuando con un golpe seco caigo al suelo, abro los ojos y solo me rodea un bosque. Huele a humedad, una humedad que me resulta desconcertante y familiar. Camino descalza sobre la maleza haciéndome heridas en los pies. Paro a mirarlos y están sangrando. Los intento tocar pero algo me impide doblarme con soltura.

Miro mis muñecas y dos grilletes me las sujetan. ¿Qué pasa? Tiro de las manos y los grilletes no me dejan. Intento gritar pero la garganta la tengo tan seca que no soy capaz de emitir sonido alguno.

¡¡Te voy a encontrar!! —La voz, más que conocida de Klaüs, se cuela como un eco en mi cabeza.

Su silueta cada vez más cerca, hace que un nudo se instale en mi estómago. Sus manos de repente están en mi cuello apretando.

¡¡Voy a correrme mientras te mueres, zorra!! —mi respiración cada vez es más trabajosa.

Por más que lo intento, no logro ver las manos o los brazos que soportan el agarre de mi cuello, pero están ahí. Las siento, su calor... la falta de aire.

Las lágrimas inundan mis ojos cuando noto a la muerte venir a por mí. Este es mi fin. No sé cómo me ha encontrado, no sé cómo ha dado conmigo. Pero lo ha hecho y ha sentenciado mi muerte.

Justo cuando noto que no aguanto más, veo unos ojos verdes. Intensos como la hierva de verano, con el rocío brillando.

Ven a mí, yo soy tu salvación.

¡¡Gabriel!!

Pero es tarde y mis ojos se cierran.

Oscuridad.

Despierto sobresaltada, el sudor perla mi cuerpo. La camiseta que uso para dormir está pegada a mi piel empapada. Me pongo la mano en el pecho y respiro aliviada. Solo ha sido otra pesadilla.

Una pesadilla donde me encuentra y acaba con mi vida. Ojalá fuese algo puntual, pero cada vez son más recurrentes. Un miedo atroz se instala en mi cuerpo cada vez que sueño con esto. Miro a mi alrededor, las chicas están trabajando en el club. Apenas son las tres de la noche.

Cojo mi celular y busco su nombre.

Gabriel.

Mi dedos dibujan su nombre sobre la pantalla varias veces. Él es mi salvación. No entiendo a qué juega mi subconsciente con esta insana obsesión por él.

Sigo buscando en la agenda y miro el nombre de Michael. Pero tampoco le marco. No puedo decirle nada relacionado con mi pasado, sería como marcarle con fuego una diana en su espalda. Necesito hablar.

Blood White I (La historia de Bianca) #PGP2023Where stories live. Discover now