Capítulo 8

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...y sus consecuencias

Donghae despertó con el dolor de cabeza más insoportable del mundo. A pesar de ello estaba realmente cómodo, estaba calentito y el aroma fresco que llegaba a su nariz era realmente dulce. Entre abrió los ojos en contra de su voluntad, siendo lo primero que ve una copa medio vacía sobre una mesilla. Una lámpara en la esquina brillaba y alrededor seguía oscuro.

Parpadeo un poco, se removió y fueron demasiadas cosas para sus sentidos en un mismo momento. Primero se da cuenta que no es un sofá donde esta, es suave pero no es liso como una superficie, además de que escucha el latido de un corazón contra su oído y siente la piel tibia contra la palma de sus manos. Esta demasiado cómodo, lo admite pero aún así hay una alarma en su mente que parpadea, avisándole que debe de moverse. Quizá solo sean las punzadas por el dolor de cabeza y nada más.

-Donghae-Siente la vibración del pecho contra su mejilla cuando el alfa le llama, un quejido escapa de sus labios y solo se acurruca un poco más. Sí no fuera por el espantoso dolor de cabeza, creería que iba a morir.-Debes ir a casa-Le gusta el sonido de la voz, es masculina pero suave, dulce, amable. Parecía una suave melodía de los ríos que te recordaba la frescura.

-Mhmm-Deja escapar un suspiro, sus manos se sujetan de los bíceps. Tararea por lo bajo pero no se mueve, se queda quieto. Un par de dedos se hunden en la cabellera rubia, los dedos masajeando su cuero cabelludo se siente tan bien que se permite sonreír.

-Se hace tarde-Hay una nota de nerviosismo que el omega no lo escucha o no lo capta, porque solo se acomoda mejor y se abraza al cuerpo ajeno.

-Mhmm-Responde sin más, cierra los ojos y se siente como cae nuevamente en la oscuridad lentamente, intenta dormirse de nuevo pero no lo dejan.

-¡Despierta!-La voz se escucha un poco más alta, pero sigue siendo suave y amable. La mano de sus cabellos pasa a la espalda y lo sacude un poco. El rubio deja salir un bufido de molestia. Apoya los antebrazos en el pecho del hombre y se alza, para verlo ve recostado en el sofá.

-Señor Lee.-Saluda mientras parpadea, ve los ojos oscuros, la piel pálida resalta donde llega la luz de la lámpara, la cicatriz del rostro es una línea roja que se desvanece en la oscuridad. Sus ojos bajan hasta los gruesos labios sin querer, se ven rosas y suaves, ve como se los relame, humedeciendolos, haciendo que se vean más apetecibles.

-Te quedaste dormido...-Sus ojos vagan por el rostro del joven omega, brillantes y deseosos pero aún con la precaución en ellos-Nos quedamos dormidos-Rectifica ligeramente avergonzado. Ahora el omega lo recuerda mejor.

Después de la cena tomaron asiento en el sofá y hablaron, mejor dicho Lee Sora hablo, de todo y de nada mientras él luchaba con la imperiosa necesidad de que se le cerraran los ojos. En algún momento termino a lado de Hyukjae, se recostó en su hombro y luego no supo de nada, hasta que despertó. Se supone que tendría que estar asustado de un alfa, pero a pesar de que lo llamaran "The beast" realmente se sentía cómodo.

-¿Si?-Pregunta con inocencia fingida que el otro no logra oír. Curiosamente no hace nada para levantar al omega de encima de él.

-Es demasiado tarde y tu familia...

Donghae no pensaba, en absoluto. El dolor de cabeza se había ido, ahora solo era una molestia ligera la que quedaba, su atención estaba sobre los labios a centímetros de él. Nunca había besado a nadie ¿Quién querría besar a un omega estéril y simple? Ni siquiera podía ser un compañero, transformarse en lobo y cazar junto a su alfa. Aunque hoy había jugado con un alfa. El señor Lee Hyukjae era un veterano de guerra, un alfa en toda la extensión de la palabra que ahora lo estaba cortejando.

¡A él!

Donghae se impulso un poco hacia arriba, lo suficiente para estar cara a cara con Hyukjae y después inclinarse en un beso. La sensación de sus labios tomándose fue casi un sueño, era suave, húmedo, íntimo...

Sintió como una mano lo sujetaba de la cintura y la otra de la mejilla, como le acariciaba con dulzura, mientras le correspondía el beso. Sintió como se le erizaba la piel cuando los dedos del alfa se colaron bajo su ropa, tocando su piel. Una corriente de electricidad le atravesó el cuerpo, seguida de una sensación de calor y un cosquilleo en su bajo vientre. Un gruñido retumbó contra sus labios, el toque del alfa se volvió posesivo y comenzó a sentir "algo" contra su muslo.

Se separo del mayor para mirarlo entonces noto el par de ojos rojos y brillantes observándolo. Puede distinguir los colmillos tras los labios entre abiertos, y el deseo reflejarse en cada centímetro de su ser. Están demasiado cerca, literalmente encima del otro. El omega no está intimidado en lo absoluto, es la primera vez pero eso no lo atemoriza, más bien le motiva por la curiosidad creciente y hambrienta.

El toque en su mejilla se mueve, uno de los dedos largos del alfa presiona en sus labios, entrando y palpando sus dientes, buscando los colmillos afilados de un oemga que jamás pudo hacer que salieran. O eso creyó que intentaba hasta que el dedo presiono su lengua y empezó a salir y entrar en movimientos suaves. El bulto contra su muslo se vuelve más pronunciado, el propio también. El calor es casi insoportable, el aroma del alfa lo marea y atrae como si fuera una presa yendo hacia su depredador. Voluntariamente.

Fue un momento justo, casi coordinado, cuando sintió como se humedecia, cuando su lubricante natural no sólo hacía acto de presencia sino que se deslizaba por sus muslos. El alfa olisqueo el aire antes de que una sonrisa soberbia apareciera en su rostro y la palabra que lo hizo estremecer salió de sus labios.

-¡Mío!-Hyukjae hunde el rostro en su cuello, siente como el suéter y camiseta es jalado sin fuerza antes de que le mordiera. Jadea de dolor cuando los colmillos se clavan en su piel, cuando se aferra al cuerpo ajeno mientras sonidos obscenos salen de sus labios. Duele, de la forma más deliciosa que pudo haber dolido.

Hyukjae saca la mano de su boca justo cuando comienzan a picarle las encías, después le duelen y siente lágrimas rodar por sus mejillas. Se rasga los labios con los colmillos caninos que le han crecido, rasguña la pálida piel de los brazos de Hyukjae con las garras hasta sacarle sangre y esta tan confundido que no noto la claridad con la que vio en la oscuridad. Estaba tan envuelto en el placer y el dolor, en el deseo y lujuria que el alcohol dejó en su sistema, que sus ojos naturalmente castaños ahora eran azules y brillantes, que sus orejas se transformaban en dos diferentes que sobresalían de su cabello y que la cola aparecía, mostrando su lado omega, mostrando a su lobo. Media transformación, más de lo que había logrado en años de intentos.

Y entrando en celo...por primera vez.

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¿Qué les parece?

¿Qué creen que pasará?

Flores de Invierno [Eunhae]Where stories live. Discover now