Flores de Invierno [Eunhae]

Capítulo 13

El invierno asecha

Donghae quiso ser lo más serio posible cuando dio la noticia. Pero estaba tan emocionado y ver a Yoona emocionarse con él lo hizo saltar aún más de felicidad. Habían terminado las clases de ballet, venían de regreso mientras deambulaban por las calles del pueblo. El rubio se había librado de la mano dura de la señorita Sand por unos días por el compromiso pero ya la vería el día siguiente en su intento de dibujo, al menos ahora tenía una idea de lo deseaba plasmar. Un lobo negro de de una mirada rojo brillante.

-¡Comprare un cepillo y te cepillare yo misma cuando seas un lobo!-La chica aplaude llena de alegría mientras imagina a su amigo siendo un adorable canino.-Irémos al bosque, y...usaré mi cámara para tomarte fotos en diversas poses-Aplaude extasiada, con una sonrisa brillante. De pronto sacude las manos como si otra idea le llegara-¡Te haré un álbum!-Los sujeta con fuerza y lo sacude llena de felicidad. Donghae se siente tan cálido por la mirada de orgullo de su amiga.

No sabía si podía entender o seguir instrucciones tan elaboradas una vez sea lobo. Sabia que sus recuerdos se quedaban pero su mente no era tan clara como la de un humano. Aunque un par de fotos no parecían ser el problema.

-Hyukjae y mis padres me ayudarán con las lecciones, quizá si pueda hacer las poses que quieras para el album-Se encoge de hombros sin saber muy bien lo que pasará o como se sentirá una vez sea un lobo de cuatro patas y dientes afilados.

-Imagina poder correr por todo el bosque, tan rápido y ágil, sin preocupaciones y con esa sensación de libertad-Yoona y el se toman del brazos mientras avanzan por la calle en zig zag. Ninguno de los dos pone demasiada atención por donde van.

-Dicen que tu primera carrera es la más liberadora.-Donghae recuerda todas esas palabras de alegría de sus compañeros cuando se convirtieron en lobo. En ese entonces, era tan solo un niño que deseaba con todo su ser tener garras, cola y orejas, y años después lo ha conseguido.

-¡Si!-Responde con energía Yoona antes de agregar-Pero también algunos suelen perderse, sus instintos son tan abrumadores que desaparecen y cuando vuelven a ser humanos ¡Bam! Están en un lugar desconocido.-La castaña finge un escalofrío antes de soltarlo y pasar su brazo por los hombros del rubio.-Pero tú serás magnífico. Te conseguiré un mapa del bosque así lo memorizarás y cuando te transformes no vas a perderte.-Le besa en la cien y pellizca su mejilla de forma juguetona, siendo un toque suave.

Un silencio agradable se extiende entre ambos. Caminan por calma y se dirigen a las afueras del pueblo con una sonrisa en los labios. Donghae le había pedido a la castaña que lo acompañará a ver a su prometido. Porque prácticamente ya lo eran, la sola idea lograba que la comisura de sus labios se jalaran en una sonrisa aun mas amplia.

-Me hubieras dicho con tiempo para peinarme-Resopla Yona mientras se alisa el cabello con las manos. Ambos han llegado al porche y suben los escalones de la casa con calma. Esta se encontraba solitaria en medio del pasto, a lo que sería una manzanas comenzaban los amplios árboles alrededor que llevaban al bosque. La ausencia de la delimitacion del lugar le pareció curioso hasta que recordó que Hyukjae era el dueño de gran parte del bosque.

-No habría mucha diferencia-Responde despreocupado el más joven. Recibe un manotazo en el hombro por parte de la beta, quien le saca la lengua completamente indignada.

Donghae golpea la puerta de madera pulida y se gira al bosque, recordando cuando corrió junto al lobo. Una sonrisa salió de sus labios hasta que un destello azul entre la lejania de los árboles le llamo la atención. Por un segundo juró haber visto...algo.

La puerta se abrió tan rápido que los asusto. Donghae se giro de inmediato para ver a Hyukjae quien parecía molesto, después vio a Yoona con confusión y cuando sus ojos llegaron a él hubo un brillo de reconocimiento e inmediatamente una sonrisa apareció en los gruesos labios. Aquel rastro de enojo se había esfumado tan rapido como lo vio.

-Sweetheart-La voz de Hyukjae es baja, un saludo suave acompañado de una calida mirada. El omega recuerda cuando fue la primera vez que lo llamo así y siente el calor en sus mejillas.

-Hola-Responde atontado, con el rostro encendido y sin saber que decir.

-Soy Yoona, amiga de Donghae-La beta se autopresenta ya que al parecer los dos hombres se habían olvidado de su existencia. No los culpaba, pero si seguían de esa manera podría volverse incómodo.

Los ojos del alfa se apartan de su prometido casi a la fuerza, ve a la castaña y le ofrece una sonrisa amistosa antes de responder.

-Encantado-Se dan la mano cortesmente, alfa y beta. Era como ver dos extraños polos que jamás encajaran. Ambos se veían amables, y eran muy importante para Donghae pero uno frente al otro parecían dos conceptos de arte tan separados que al unirse resultaba en una figura excéntrica y desencajada

¿En el agua mundo los alfas y betas podrían estar juntos? ¿Podrían encajar romanticamente? Se encogió de hombros ante ese pensamiento, había divagando demasiado, al menos sabía que en ese universo la respuesta parecía ser no.

-Perdón por venir sin avisar pero quería verte-Honestidad, le salio como agua de entre los labios, ni siquiera pudo retenerlo o buscar un pretexto, su rostro ardía en vergüenza. Los ojos del mayor lo miraban de nuevo, atentos y centellantes con diversión reflejada y algo que podría ser placer se veían en sus gestos.

-También yo-Le acaricia la mejilla, sus dedos se deslizan por la tersa piel. Se ven a los ojos y ¡Boom! El flash los hace saltar antes de girarse alarmados ante Yoona que sostiene una cámara. La baja con cuidado, hay una enorme sonrisa en sus labios.

-Ya tengo la portada del álbum-Le dedica un guiño a Donghae y una sonrisa al alfa, el actual solo asiente.

-Entren por favor ¿Quieren almorzar?-Hyukjae abre la puerta y los deja entrar, da un rápido vistazo al bosque mientras trata de autoconvencerse de que el aroma que percibe es natural y no por "Él"

Sabe que es una mentira, pero la creerá. Necesita creerla.