Flores de Invierno [Eunhae]

Capítulo 29

El lobo blanco siempre tiene lo que quiere

Donghae no se consideraba un niño mimado, en absoluto. Pero acepta que en ciertas ocasiones si llegaron a consentirlo y darle lo que deseaba, así que cuando recibía un no por respuesta, y veía que lo podía lograr, pues lo intentaba. Y en esta ocasión miro la oportunidad, por lo que no tardo en perseguirla.

-No-Su padre estaba de pie en la sala de la cocina. Donghae fue llevado a su casa cuando sus padres llegaron, realmente alterados por lo que sucedió con su forma de lobo.

-Pero estaré mejor si duermo con él-Su padre parecía que se le iba el aire, lo miraba y a pesar de que trataba de decir mucho. Las palabras simplemente no salían de su boca.

-Donghae-Su hermano le advirtió pero el omega lo ignoró y siguió insistiendo.

-Ya estamos comprometidos-Le enseña el anillo y su padre asiente con calma, como si así estuvira digiriendo mejor la información-, y mi lado animal estará más calmado con el. Nos casaremos en cualquier momento ¡Por favor!-Hay un puchero en los labios del rubio, sus ojos de cachorro brillantes mientras intentaba lucir lo más convincente posible.

-Se que Lee Hyukjae es un hombre honorable, pero no es prudente que duermas con tu prometido antes de la boda-Su padre le toma de las mejillas y le besa la frente.

-Pero...

-No, te quedaras en tu casa y es mi última palabra.-Ordeno el señor Lee con total convencimiento.

○○○

Donghae dejo caer su maleta en la cama del alfa. Quien acababa de entrar a la habitación con el resto de sus cosas. El omega había convencido a su padre de que lo dejara vivir con Hyukjae, solo basto de recordarle como su lobo lo busca y casi se muere de hipotermia, quizá había dejado fuera el hecho de que tenía un localizador en el tobillo.

Detalles...

-Tú padre me dio muchas advertencias e instrucciones respecto a ti-Camina con calma hasta donde se encuentra en más joven, quien solo asiente sim darse la vuelta para verlo.

-¿Sí? ¿Te amenazo?-Pregunta con curiosidad. Se sube a la cama dejándose caer como si fuera el dueño absoluto. Aspira el aroma de Hyukjae que flota por todo el lugar mientras siente como su ser se relaja.

-No, solo me dijo que podías ser muy persuasivo y que no te dejara hacer lo que quisieras-Camina con tranquilidad hasta la cama. Donde su futuro esposo reposa con una calma envidiable.

-Interesante, pero no se de donde saca esas ideas-Mantiene los ojos cerrados mientras tararea feliz.

-Y que la señorita Sand vendrá a darte las clases aquí. En mi estudio.-Eso si hizo que Donghae se levantara de inmediato. La sonrisa en su rostro había sido cambiada por una de indignación y sorpresa.

-¿Qué? Pero...-Frunce los labios y arruga el entrecejo sin poder creerlo. Estaba moribundo, en plena recuperación y le seguirían dando clases. ¿Acaso no le darían descanso?

-Debes de mantenerte ocupado para que no te agobien las situaciones por las que has pasado-Le toma la mano, depositando un beso en el dorso para tratar de calmarlo.-Aún no entiendo como convenciste a tu padre de que te dejara vivir conmigo, no es que me queje realmente.

-El lo llamo "Berrinche infernal" pero yo prefiero "el método de persuasión infalible"-Sonríe como un precioso ángel, acomodándose una vez más en la cama del alfa, recordando lo cómoda que era.

-¿Estas seguro de dormir conmigo? Puedo darte cualquier habitación que desees y las puedes cambiar a tu...

-No. Me quedaré aquí contigo. ¿Acaso no quieres?-Pregunta a la vez que hay un puchero en sus labios. El alfa se apresura a negar mientras ve al pequeño omega desaparecer bajo las mantas y gruesas.

-Tomare un baño y...

-¿Te puedo acompañar?-Su cabeza sale entre los edredones celestes, su cabello platinado esta revuelto y tiene las mejillas sonrosadas. Por un momento en la mente de Hyukjae se le atraviesa la idea de ellos dos en la ducha, y las imágenes que le evoca la situación lo hacen avergonzar. Deben esperar a casarse para...eso.

-No, ya tomaste la ducha-Sonríe y desaparece dentro del cuarto de baño, ansioso por tomar el baño que cambio de agua tibia a helada. Cuando el señor Lee le dijo que Donghae quería y se quedaría en su casa, jamás pensó que en la misma habitación. En la misma cama.

Mientras el alfa se sumerge bajo el chorro de agua helada para calmar sus pensamientos, el omega intenta hacer rodó lo contrario. Al terminar de comer, se desviste, dejando que las prendas de ropa caigan sobre uno de los sillones, quedando en nada más que ropa interior. Con la piel de gallina corre bajo las sabanas una vez más y se acurruca.

Puede que haya sido demasiado exagerada la manera en la que pidió vivir con él alfa, pero no se arrepentía, haber llorado y rogado por ello mientras repetía que iba a morir, bueno, al final cedieron. No sabe si le creyeron o simplemente se cansaron.

El omega observaba el diamante en su dedo, con una sonrisa que simplemente no desaparecía de su rostro, y la ilusión creciendo dentro de él. Si todo seguía avanzando como lo hizo hasta ahora, habría flores de primavera para su boda. Y serían magnificas.