Capítulo 36

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Chocolate caliente con bombones y un ligero sabor amargo

-Entiendo porque estas tan nervioso pero no creo que sea algo de lo e debas de preocuparte-Yoona se sienta frente a él dejando una pequeña taza de chocolate, el humo sube en lentamente cargado del dulce aroma.

Donghae coloca las manos en la taza para calentarlas. Le da un pequeño sorbo al chocolate que hace que se queme la lengua lo que provoca un pequeño respingo y que se aleja de la taza con un puchero en os labios. Respira profundo. Quizá Yoona tenga razón y no hay nada de que preocuparse, solo debe de estar ahí, cenar, platicar y listo.

-¿Lo crees?-Pregunta lleno de esperanza. Jamás había pensado en conocer a sus suegros o si quiera en saber que tenía, era una sorpresa totalmente.

-Por supuesto, eres adorable-Yoona sonríe, tomando una galletita de mantequilla para darle una mordida.

Donghae la escucha hablar sobre cómo lo van a adorar. El omega la escucha en silencio, sintiéndose reconfortado en la pequeña cafetería que parecía una cabaña hogareña, tan calida que incluso tenía el fuego de la chimenea encendido. Absorbió el dulce aroma de madera quemada y le dio un sorbo a su taza humeante.

-Enseguida regreso-Yoona asintió y siguió comiendo. Donghae se puso de pie, caminando entre las mesas de madera, dirigiendose al baño, entro rápido y cuando salió se detuvo a lavarse.

Se preguntaba como serían los padres de Hyukjae, no había una sola imagen en su mente que se pueda ajustar. Es decir, no tenía ni la menor idea al respecto, todo parecía ser como un enorme signo de interrogación en lugar de ua idea o imagen. Termino de lavarse dejando salir un gran suspiro de frustracion, seca sus manos aun atrapado en ese pensamiento, le parecía curioso que el aroma de madera se haya colado hasta el baño.

-Se que querrás que soy un mentiroso y quiero armar una treta pero deseo ofrecerte una disculpa sincera por ya sabes...desgarrarte el cuello.

Donghae salto del susto y se giro tan rápido como pudo hacia la voz, Kim Chung Ae estaba de pie, cerca de la puerta con las manos visibles y una mirada expectante. El ex de Hyukjae se veía exactamente que la última vez, pero en esta ocasión no se dio cuenta que lo estuvieran acechando. Donghae había estado tan concentrado en sus pensamientos que jamás lo vio venir.

El joven omega siente como las garras le salen lentamente al igual que los colmillos, una rápida mirada de reojo y ve el azul eléctrico en su mirada. Mientras Chung Ae se mantiene completamente inofensivo en su forma humana.

-Hyukjae te advirtió que no te acercaras-Su voz sale aguda, tiembla un poco pero trata de sonar seguro.

-Vivía cerca de la costa, eso ha desaparecido. No soy el único que se ha visto en la necesidad de mudarse hacia acá, creeme.-No se mueve de su lugar, no hay una sonrisa burlona en sus labios, ni la voz llena de desdén.

¿Dirá la verdad?

Respira profundo, el aroma de Chung Ae llega como una brisa hasta él, la angustia es un aroma amargo y molesto, la tristeza es como la tierra mojada y la madera ardiendo. Pero no olía nada más, no sentía el rencor o la mentira.

-Le debo una disculpa a Hyukjae, se que no me querrás cerca de él, ninguno de los dos realmente. Pero por favor, dile que lo siento. Que es la verdad, en el nombre de mi madre.-Se agacha en una reverencia de cuarenta y cinco grados y se va, sus pasos resuenan en el piso, hasta que la puerta se cierra y el ruido se pierde. El aroma a leña quemada se disipa. Camina hasta el lavabo y cierra la llave, se mira en el espejo, notando como sus ojos son de nuevo marrones.

Su corazón está agitado, se lleva la mano a la garganta, ya no le duele ni hay secuelas o cicatrices respecto al ataque. Pero recuerda ese momento en el que el otro omega salto sobre el, cuando el lobo pardo se prendió a su cuello y lo dejó desangrándose, pero en esa pequeña charla no sintió amenaza por parte del otro. Eso no significaba que confiaría en Chung-Ae, le daba el beneficio de la duda y ya.

Salió del baño y camino hasta la mesa donde Yoona lo esperaba, la beta había terminado con su taza y todas las galletitas del plato, eso lo decepcionó un poco pero no le importo mucho. Cuando lo ve la castaña sonríe, prestandole toda la atención.

-Háblame más de tu boda ¿Cuales son los planes que tienes?-Habla emocionada pero su expresión cambia al ver a Donghae-Estas pálido...-Susurra preocupada.

El omega toma asiento en su lugar no sin antes voltear a todos lados pero no encuentra rastros de Chung Ae, incluso el aroma a madera quemada a disminuido, aunque la chimenea sigue encendida. ¿Estuvo ahí todo el tiempo? Observándolo, acechandolo hasta que decidió apartarse de la multitud. Si le hubiera querido desgarrar una vez más la garganta lo hubiera logrado. ¿Estará en ese momento afuera? Esperando a que salga y se interne en el bosque, el sabe donde vive Hyukjae y cual es el camino para llegar.

Él conoce su olor.

-¿Donghae?-Yoona lo toma de la mano y el no se siente capaz de hablar, de pronto está horriblemente asustado.

La beta se pone de pie y corre al mostrador, intercambia un par de palabras y segundos después esta al teléfono, juguetea con el cordón entre sus dedos. Cuelga y regresa rápidamente hasta Donghae, lo abraza por los hombros y juntan sus mejillas.

-¿Hae? ¿Qué sucedió?-Su voz es baja y tranquilizante cierra los ojos y se concentra en el aroma de vainilla del perfume de su amiga. Es familiar.

Donghae se siente como aquella vez que despertó en el hospital, sin poder hablar y con la sensación de pérdida a su alrededor. No sabe cuanto tiempo pasó, pero de pronto Yoona se alejo de él y sintió que alguien más lo abrazara, no necesito preguntar quién era o mejor dicho, quienes eran. Sus padres lo abrazaron con fuerza y se sintió calmado, se sintió de nuevo en casa.

Flores de Invierno [Eunhae]Where stories live. Discover now