Capítulo 9

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Sweet Heart

Donghae besaba al alfa con fiereza, manteniendolo contra el respaldo del sofá mientras se mecía en su regazo. Le había logrado quitar la camiseta o mejor dicho se la había arrancado. Jamás se había sentido así. Dentro de él un tumulto de sensaciones se arremolinan furiosas por salir a la luz. Era como si el fuego y el deseo se mezclarán, la ansiedad de unirse al alfa y esa electricidad por dejar salir a su lobo. No sabía controlarlo, jamás se le enseñó a hacerlo.

Había un zumbido en sus oídos, su vista estaba nublada y su nariz inundada del delicioso aroma a frutos rojos. Hundió el rostro en el cuello ajeno, absorbiendo el exquisito aroma mientras su cuerpo estaba en llamas.

-Debes calmarte-La voz del alfa salió tensa, un gruñido más que nada que le erizo la piel mientras una corriente le atravesaba. La melodiosa voz era como música en medio de una tormenta, calmada y pacífica.

-Mío-Donghae jadea contra el cuello de Hyukjae, se aferra a sus hombros mientras se pega lo más posible a él, buscando su calor. El rubio desliza la lengua húmeda por la piel ensible del cuello del alfa, saborea la piel como si fuese solo un dulce. Seguía restregandose, sintiendo calma del deseo doloroso que lo aprisionana.

-No quiero perder el control-No sabe si Hyukjae le hablaba a el o a sí mismo. Pero no le importaba. El hombre se aferraba a su cintura con fuerza pero no lo lastimaba, la calidez de su aliento le hacia sacudirse en pequeños escalofríos que repercutirán en su miembro. Se siente en la cima pero aún sin llegar al final. Acelera el ritmo para deshacerse de esa frustrante sensación.

Donghae abrió los ojos, no recordaba haberlos cerrados, eran azules y vibrantes como el cielo, como los rayos en una tormenta. Lleva sus labios hasta el oído del alfa, esta a sólo centímetros, se acerca hasta atrapar el lóbulo de su oreja y juguetear con él, provocando suaves jadeos del otro que no le satisfacen al omega, siente que lo está haciendo mal.

Se aleja del alfa, se quita de encima y se pone de pie frente a él. Aguantando las suplicas de su ser para volver con elnotro. Ve como los ojos de un color rojo brillante lo ven, ansiosos y precavidos a la vez. El rubio toma el borde de la camiseta y el sueter, la alza hasta que se la saca por la cabeza, tirandola lejos. La mirada del mayor se vuelve más intensa, primitiva y peligrosa, solo hace sonreír a Donghae. Quien toma el borde de su pantalón, deshaciendo el nudo y dejando que la gravedad hiciera el trabajo. La ropa era demasiado grande así que cayó, junto a los calzoncillos. Estaba desnudo. Inofensivo. Le encantaba.

-Hermoso-Una palabra es lo único que sale de los labios de Hyukjae, sus ojos devoran al omega, demasiada piel, demasiada belleza, demasiado de todo. Era pálido y su cabello rubio platinado, que a penumbras tomaba un color grisáceo, pero entre tanta claridad sus ojos azules destellan con alegría y deseo.

Donghae siente la cola, es extraño y raro. Se agita unos segundos ante las palabras del mayor para después quedarse quieta de nuevo, siente el liquido caliente deslizarse por sus muslos, preparándolo para el momento. Sus orejas se mueven un poco ante los sonidos, ahora que no está invadido del alfa escucha el aire sacudir las hojas, el rechinar de una de las ventanas y el corazón de Hyukjae, casi puede oler la sangre siendo bombeada por todo su cuerpo.

Desliza la mirada por el alfa. Su camiseta a desaparecido, puede ver líneas rojas en sus bíceps y se siente mal por marcarlo, por lastimarlo aún más. En el pecho tiene más cicatrices, cerca del corazón hay una mancha roja de quemadura que sobresale de su piel. Su vista baja y lo que encuentra lo hace ruborizarse. Un bulto, uno muy grande, demasiado grande en realidad en los pantalones de este, sabe que es y por alguna razón se siente tímido.

-Sweetheart-Hyukjae lo llama y de inmediato alza el rostro, lo ve a los ojos y se siente avergonzado. El alfa estira una de sus manos hacia el, la palma vacía en espera de que lo tome.

-Señor Hyukjae-Responde con toda la cordialidad que en esa situación se siente irreal y casi divertida, de una manera dulce.

-No me conoces, no nos conocemos. Puedo llevarte a casa y...mi racionalidad esta al borde. Si no quieres...-El alfa no termino de hablar pero no era necesario.

Justamente en la ultima palabra estaba el problema, el si quería. Estaba más que fispuesto. Tomo la mano de Hyukjae y no lo dejó que se levantara, sino que volvió a subirse a su regazo, ahora completamente desnudo, acaricia la piel con tanto cuidado como puede, no quiere lastimarlo.

-Llámame así de nuevo-Hunde él rostro en el cuello ajeno, se embriaga del olor a cerezas mientras sus colmillos cosquillean y su cola vuelve a agitarse. Sus orejas se mueven cuando Hyukjae las acaricia. El bulto en los pantalones del alfa está justamente en su entrada, se deja caer, busca más contacto porque la sensación superficial de tenerlo dentro le quema.

-Sweetheart-Casi puede saborear la palabra en su propia boca. La voz del alfa es ronca y lo pronunciación dulce, que provoca un cosquilleo en el cuerpo del rubio. Logrando que se le nubla la mente y los pensamientos, en la cabeza de Donghae la palabra "Mío" resuena como en eco, su propia voz, anhelante y deseosa.

No lo piensa, Donghae abre la boca, se acerca al cuello del alfa, donde ese exquisito aroma le llama. Y lo muerde. Hunde sus colmillos, la sangre brota en la lengua del omega inexperto haciendo que el extasis lo invada. Se sacude, se frota con el alfa ayudándole, tomándolo de la cintura. Este lo masturba con desesperación mientras lo sujeta con fuerza de la cintura y gruñidos obscenos salen de el. Ahora siente que lo esta haciendo bien. Movimientos bruscos y descordinados lo llevan al orgasmo mientras su lubricación natural se escurre hasta la ropa del mayor.

-Sweetheart-Es lo único que escucha antes de que todo se vuelva oscuro a su alrededor, se siente agotado.

Lee Donghae, un omega estéril, que creía no tener la capacidad de transformarse en lobo había marcado como suyo a un alfa, a un veterano de guerra de rango alto. A un hombre mayor y experimentado, había hecho lo que muchos omegas jamás pudieron, había tenido el control y tomado la decisión.

Había elegido a su pareja y ahora iba a hacerse cargo de las consecuencias.

Flores de Invierno [Eunhae]Where stories live. Discover now