Capítulo 27

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Un joven lobo

Donghae desperto con esa sensación extraña de entumecimiento en su cuerpo. Tuvo un sueño tan extraño sobre la nieve y el sol. Un escalofrío le recorre el cuerpo mientras se remueve en las suaves sabanas con aroma a... No puede ser, es el aroma de Hyukjae pero el no...o si...

Abre los ojos despacio, su vista fija en el techo marrón de madera. Juraría que el techo e su habitación era de color blanco. Y sus sabanas no eran de piel, que no tenía un aromatizado con olor a alfa y...había dormido con Yoona, aunque la casa de Yoona era diferente. Quiere incorporarse, y lo hace lentamente mientras le duele todo el cuerpo, siente como si hubiera tenido un tren encima porque apenas y logra mover sus extremidades, como si siguieran dormidas. Incluso le duele respirar.

Pero se sienta en la cama, empuja las sabanas a un lado y se mueve hacia la orilla. Lleva un pantalón de lana que no es suyo y una camiseta que es un par de tallas más grandes, ve sus manos pálidas, apenas comenzando a circular la sangre. Se baja y pisa el suelo, es cuando siente algo, lleva una tobillera de color negro con algo unido a esta. Se agacha y lo toca pero no sabe que es.

—¿A donde vas?—Hyukjae esta de pie en la puerta, lleva lo que parece sopa y jugo, es cuando siente el hambre.

—Yo...—No sabe que responder.

—Intentas huir de nuevo—Avanza hacia el y deja la comida en la cómoda a lado.

—¿Huir?—Hay imágenes en su mente de la nieve, del bosque y la casa de Yoona pero ¿Eso no había sido un sueño? El jamás hubiera querido huir ¿HUIR de que?

El alfa se acerca con cuidado hasta el, deja la charola de comida en la mesilla y se sienta a su lado en la cama. Se inclina al frente solo para tomar su pierna y colocarla sobre sus muslos ante la mirada confusa de Donghae. El mayor le señala la tobillera.

—Te transformaste en lobo, con la impaciencia de un cachorro saliste a jugar a la nieve, la euforia de tu juventud te llevó a correr hasta perderte en el bosque, tu lobo creyó que tu mente humana te ayudaría a regresar a casa, pero te transformaste rodeado de nieve y frío, te entumeciste y perdiste la fuerza de volverte lobo de nuevo.—Hyukjae coloca sus manos en el muslo y pantorrilla de Donghae, el omega no puede evitar sentir un cosquilleo en el interior de su cuerpo.— Tus padres llegarán mañana por la tarde, les asegure que estabas bien pero obviamente desean verte.

El rubio se quedó en silencio. Apenas y lograba recordar lo sucedido como un sueño, incluso la vez que lo atacaron, todo fue tan surreal una vez era lobo. No entendía que era lo que pasaba o se supone debía hacer para que su memoria no se volviese tan densa respecto a la transformación. No había sido entrenado y la razón era la herida en su cuello, pero debía de controlarse, y si no podía hacerlo ya habían tomado medidas. El localizador en su tobillo era la más adecuada al parecer.

—¡Duerme conmigo!

Hyukjae esperaba muchas cosas menos esa proposición. En realidad esperaba que el menor se molestara, que sintiera que lo probaban de su libertad o se enojara. Que se quisiera ir a las casa de los Im a pesar de que el alfa rogó para que se quedara ahí. Pero eso, nunca le pasó eso por la mente, incluso al girarse al otro su cuello hizo "crack."

—¿Qué?—Lo ve tratando de descifrar lo que sucede pero simplemente está sorprendido. La sonrisa inocente y llena de alegría le remueve algo en el interior.

—¡Sí! Por favor—Le toma del brazo y apoya la barbilla al costado de su hombro, sus ojos castaños brillan llenos de deseo, y el quería cumplir cualquiera. Pero dormir juntos, sin siquiera haberle dado el anillo.

Y Hyukjae recuerda, recuerda que tiene el anillo guardado en el tercero cajón donde se encuentra la charola de comida y que cada vez que se lo quiere dar sucede algo. Trata de encontrar el momento adecuado porque no desea que Donghae piense que se lo da por lastima o algo así, no porque se desangra o casi muere congelado en el bosque. Quiere el momento perfecto, pero no parecía llegar.

Además la última vez que casi...bueno ellos estuvieron en el sofá y no le dijeron a los padres del Donghae en cómo este casi entraba en celo, podía omitir el detalle de que durmió con el. Solo eso harían, dormir. Quizá el omega necesitaba calor y paz.

—Bueno...—Habla sin estar muy convencido con su decisión pero Donghae rápidamente se mete una vez más bajo las cobijas. Ni siquiera protesta por la tobillera.—Debes de comer primero—Hyukjae lo ve como se recuesta un poco más erguido contra las almohadas, y abre la boca en espera del alimento.

El alfa le da de comer, no le molesta en absoluto pero no comprende las acciones de Donghae, solo lo deja ser. También parece más repuesto del frío, al ser un lobo, puede soportarlo mejor que los betas, no tanto como en su manera animal pero logro conservarse intacto después del incidente.

Al terminar Donghae vuelve a acomodarse en la cama y Hyukjae lo acompaña, apagando las luces de la habitación. El omega se acurruca contra el pecho del alfa, aspirando el suave aroma de este y nadando en su esencia. Los largos dedos se hunden en su cabellera rubia hasta que se queda dormido.

Si supieran que esa seria la primera de muchas noches juntos, antes de la boda y del resto de su vida, pero en definitiva no la última, para eso faltaba toda una historia.

Flores de Invierno [Eunhae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora