Capítulo 24

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La belleza y claridad del amor

Donghae tenía un nuevo lugar favorito para recostarse y ese era Hyukjae. ¿Cómo lo convenció? No tiene idea, pero ahora el alfa estaba recostado en el sofá y él omega encima de él, con su cabeza sobre el pecho amplio y abrazando al cuerpo ajeno. El saco de Hyukjae colgaba del perchero mientras el rubio ideada como deshacerse de la camisa también.

El aroma de Hyukjae era tan dulce y embriagante que lo hacia sentir casi en las nubes, casi podía saborearlo, degustarlo en su paladar como si lo probara. Era tan exquisito que lo inhalaba como si fuera la última vez que iba a sentirlo.

Los largos dedos del mayor se sumergían en su cabello plateado, arruyandolo poco a poco, comenzando a sentir sus párpados cada vez más pesados. Esa sensación cosquilleante en su interior, sentía tanta felicidad como si estuviera a punto de...

—No deja de agitarse.

Lo siente. Abre los ojos y lo siente, danfose cuenta como su cola se agita de lado a lado con tanta fuerza y de pronto su oído se agudiza de forma extraordinaria. Ni siquiera se dio cuenta cuando sucedió. Se incorpora como puede y corre al espejo del baño del primer piso, sus ojos son de un azul eléctrico y las orejas de lobo sobresalen de su cabello platinado, se da la vuelta y puede ver su cola larga agitarse entusiasmada por el toque del alfa.

—No es justo—Donghae puede ver como hay un puchero en sus labios, se acerca al espejo solo para sersiorarse de sus ojos, se voltea de nuevo hacia el alfa para verlo sonreír ampliamente de pie fuera del baño—¡No es divertido!—Reclama mientras frunce el ceño furioso.

—Eres adorable—Los ojos oscuros del alfa se tornar de un rojo vibrante, provocando que el omega quiera dejarse caer de rodillas y obedecer sin chistar.

Hyukjae cruza la puerta, camina con toda la tranquilidad del mundo y toma las manos de su pareja, se inclina hacia el frente depositando un beso en su frente. La cola se vuelve a agitar con tanta fuerza que Donghae casi mueve las caderas al unísono. La risa baja del alfa solo provoca que su molestia aumente. El aroma del baño de bergamota y rosas fue diluyendose hasta solo sentir el de Hyukjae.

—No te burles—Reniega, dando un paso hacia atrás pero sin soltarse.

—No lo hago—Hyukjae lo besa, sus dedos se entrelazan mientras la cola se mueve aún más fuerte, llevando en esta ocasión las caderas del más joven, quien gruñe molesto.

El alfa envuelve sus brazos en la delgada cintura de su pareja, quien lo toma por los hombros. El beso se vuelve más profundo y candente, la cola se agita sin parar y Donghae comienza a humedecerse. Un jadeo sale de su garganta pero se pierde en medio del beso.

—Es tan vergonzoso—El quejido de Donghae es bajo pero claro. Se apoya en la punta de sus pies mientras muerde la mandíbula del mayor con molestia.

—Es bueno saber que te gusta tanto—Responde con esa sonrisa juguetona. Apartándose para que el los dientes del más joven no lo alcanzarán.

Un gruñido le eriza la piel, la mirada del alfa le hace sentir cosas en el cuerpo que solo sentía en las profundidades de sus sueños más íntimos. Y recuerda ese sueño, de los dos en medio del bosque, y aquella sensación contra su cuerpo.

—Esta despierta.

Parpadea confuso. Las palabras de Hyukjae lo toman por sorpresa y no tienen sentido. Donghae alza la mirada sin comprender.

—Ehh...

—La beta—Responde mientras ve hacia arriba para señalar. Donghae lo imita, solo ve el techo blanco por unos segundos hasta que recuerda que Yoona está ahí, vuelve a ver al alfa y este aún tiene una sonrisa en sus labios.

—¿Y?—Le gusta esa posición. Juntos, tocandose, sintiendo el aroma como si fuese comida. En ese momento se podría zampar una canasta llena de frutos rojos y simplemente no le sería suficiente para llenar su necesidad por consumir el aroma del alfa.

—Deambula en el piso de arriba ¿No escuchas sus pasos?—Donghae estaba demasiado concentrado en el latido del corazón de Hyukjae como para oír algo más, pero obedece. Cierra los ojos y escucha con atención, la madera no crujía pero los pies de Yoona sonaban contra la alfombra, si se concentraba más casi escuchaba su corazón también.

—Sí ¿ella puede..?—Pregunta sin pensar.

—Sí hablamos más alto, quizá. Sus sentidos solo se vuelven más agudos en la luna llena, sus ojos se vuelven violetas, pero nada más. Ese es el encanto de los betas, la sencillez y la tranquilidad.—Hyukjae le sonríe, con una calidez que le llena el corazón mientras su cola se agita sin parar.

—¿Y cuál es mi encanto?—Pregunta mientras las sensaciones desbordadas se regulan, la alegría se calma y su cola y orejas de lobo desaparecen lentamente, volviéndose de nuevo completamente humano.

—La belleza y claridad claro, pero eso es algo más personal. Algo solo tuyo—Los ojos de Hyukjae vuelven a un negro profundo.

—¿Enserio?—Hay un toque de coquetería en su voz. Se muerde el labio mientras analiza las palabras. Hyukjae creía que era belleza y claridad, era hermoso eso lo sabía pero ¿Claridad? No sabía de qué hablaba, aún así lo que sea que significará era simplemente encantador.

Claridad, interesante.

—Sí, estar contigo es como oler el mar, sentir las olas golpear mi pecho con fuerza, escuchar ese sonido relajante que quita el dolor de mi mente. Eres tan pacífico como el mar—Las palabras solo provocando una cosa en Donghae. Una boba sonrisa que se refleja en su rostro y no la puede apartar. Aún no comprende lo de claridad pero acepta las palabras del otro con entusiasmo.

—También eres maravilloso para mi—No sabe que más decir, no puede igualar las palabras del alfa.

Se besan una vez más, antes de que Hyukjae se aparte y salga del cuarto de baño para llevar sus maletas con los Im. Justo a la vez que baja Yoona un poco indecisa. Donghae refunfuña y le ordena a ambos que lleven sus cosas porque el esta malito.

Los obedecen, sin chistar.

Flores de Invierno [Eunhae]Where stories live. Discover now