CAPÍTULO 8. ESCARNIO PÚBLICO

45 7 1
                                    

Fue dificil poder dormir, mi cabeza llena de ideas no me lo permitió, se me estaba haciendo tarde para salir, cuando escuché un carro que pitaba afuera, era Joel...

—¿Qué haces aquí?

—Buenos días, si, yo amanecí muy bien, gracias por preguntar.

—Disculpame, es que me sorprende verte aquí.

—¿Qué clase de novio sería si permito que mi chica vaya sola al colegio, teniendo la facilidad de llevarla?

—Pues gracias por pensar en mi.

—Siempre nena, ¿ya estás lista?

—Espérame un momento, ya salgo.

Me apuré para terminar de organizarme y salir, subí a su auto, me saludó de beso y emprendimos camino.

—¿Cómo amaneciste nena?

—No muy bien, no pasé buena noche.

—Me imagino, pero no te preocupes por eso ahora, vamos a concentrarnos en las clases de hoy.

Arribamos sobre el tiempo, muy empoderado me tomó de la mano, cosa de que a nadie le quedara duda que estábamos juntos, los cuchicheos de pasillo no se hicieron esperar, me apretó fuerte la mano, como intentando darme valor, demostrándome que ahí estaba a mi lado para luchar.

Llegamos a nuestra aula y Marcos y Ariel estaban en la puerta, lo detuvieron y yo seguí mi camino, cuando entró lo noté muy serio, quise preguntarle qué sucedía pero no hubo oportunidad.

Las clases transcurrieron con normalidad, pero este año están dejando demasiado qué hacer, por ser el último, quieren meternos la mayor cantidad de información posible, creen que somos maquinitas.

Antes de salir al receso, me dijo que lo esperara en el salón que me traería un sándwich de pavo, lo esperé pero no llegaba así que salí a buscarlo y nos encontramos en el pasillo.

—Te dije que me esperaras.

—Me aburrí y como no llegabas decidí salir.

—Había mucha fila, lo siento, pero te conseguí lo que tanto te gusta.

—Gracias, moría por uno de esos.

—¿Y qué pasó con lo de traer comida de casa?

—No alcancé, se me hizo tarde.

—No me gustan las chicas desjuiciadas, si algo me atrajo de ti es que eres una persona responsable y dedicada.

—Y lo soy, no puedes juzgarme por un día.

—Guardaré esa frase a mi favor para cuando la necesite.

—Que tonto eres... Mejor salgamos, necesito aire fresco.

Sentí cierta negación de Joel a salir, sin embargo aceptó, nos sentamos cerca a la entrada del edificio a comer y a lo lejos venían Marcos y Ariel corriendo, de inmediato se marchó con ellos sin decir mayor cosa.

—Debo irme, en un rato nos vemos y te cuento qué sucede, —me dió un beso y se fue.

No quise quedarme ahí y me fui a la caferería , un par de chicas que estuvieron en la fiesta me saludaron, cosa que se me hizo muy extraña, sentí algo diferente en el ambiente, me senté en una mesa junto a los ventana, sin percatarme que en la de el lado estaba Ezequiel, creí que me insultaría pero no.

—Alexa, ¿qué dice la chica más famosa de la escuela?

Me pareció un comentario estúpido así que no respondí y me fui.

LOS CHICOS DE LOS QUE ME ENAMORÉWhere stories live. Discover now