CAPÍTULO 17. TERAPIA Y PALOMITAS.

21 7 4
                                    

Me levanté alegre, quería ver a Joel de nuevo en el colegio, esperaba que todo estuviera mejor.

Llegué con tiempo, llegaba la gente pero no le veía por ningún lado, estaba perdiendo la esperanza cuando a lo lejos lo venir, con su uniforme mal puesto, la camisa fuera del pantalón, sin corbata y con el blazer en la mano, traía lentes oscuros...

—Por Dios, que chico tan guapo, —exclamó una chiquilla a mi lado.

Se abrió paso por entre la gente hasta mi.

—Buenos días preciosa, —me besó, —¿Qué tal noche pasaste?

—Algo inquieta pero bien, ¿y tu?

—Tratando de controlar la ansiedad, pero logré dormir, gracias por todo lo que hiciste ayer.

—Siempre estaré ahí.

Ingresamos a clases, todo regresaba a la normalidad, me sentía tan feliz.

Durante el receso, esruvimos juntos todo el tiempo, algo en él había diferente, finalmente se había abierto del todo ante mi, ahora yo debía estar a su lado, apoyándolo, creyendo en él.

Pude notar que éramos la pareja sensación del momento, cosa que no me hacia sentir muy cómoda, nada de esto era normal para mi.

—Ignoralos, ya se les olvidará.

—Esta fama no la quiero.

—Tranquila, en un par de semanas estarán concentrados en otros temas.

—Eso espero.

Regresamos a clases nuevamente y pasamos el día sin novedad alguna.

Saliendo de clases, fuimos a un lugar que el doctor Torres había recomendado, una especie de grupo de ayuda con un excelente terapeuta.

—No quiero hacer esto solo. Ven conmigo por favor.

—Lo haré.

Ingresamos juntos, creí que sería una de esas famosas terapias de grupo pero no.

—Bienvenidos muchachos, mi nombre es Alberto Blanco, terapeuta experto en manejo de emociones y adicciones.

—Esperaba una sesión de grupo, —dijo Joel.

—Mis métodos son diferentes, prefiero la atención personalizada, mi querido amigo Jorge me dijo que deseas que la señorita López esté presente.

—Si señor.

—Bueno, iniciaremos con un pequeño cuestionario. ¿Te parece?

—Si señor.

—Bien Joel, ¿por qué te gusta drogarte?

—Es difícil dar un por qué, al principio era curiosidad, luego por compromiso social, pero empezó a salirse de control, lo dejé de golpe y por un par de años estuve limpio, pero vivía de mal humor y me tornaba violento, después empecé a consumir hierba y cigarro común, llevaba mucho tiempo así hasta esta semana.

—¿Qué resultado buscas obtener al drogarte?

—Calma.

—¿Y lo consigues?

—La mayoría del tiempo si.

—¿Y cuando no?

—Busco algo mas fuerte.

—¿Como qué?

—Heroína.

—¿Sabes lo dañina que es?

—Lo sé, no quiero que vuelva a pasar, además, consumí alcohol también ese día.

—Pudiste morir.

LOS CHICOS DE LOS QUE ME ENAMORÉWhere stories live. Discover now