CAPÍTULO 32. EDUCACION SEXUAL Y REPRODUCTIVA

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Hablar con tus padres sobre sexo puede ser un poco incómodo. Pero también puede ser muy útil y unirlos más. Será más fácil en cuanto más hables y demuestres responsabilidad.


Para algunas personas es fácil hablar con sus padres sobre sexo. Otras familias pueden no estar tan dispuestas a hablar sobre estos temas. De cualquier forma, es normal sentirse un poco avergonzado o ansioso al hablar sobre sexo con los adultos cercanos. En mi caso, todo caía como un balde de agua fría, aunque la situación de ls fiesta la libré con bien, sabía que mamá, ya en sus 5 sentidos me daría un sermón

Tal vez, me preocupaba que mis padres se enojaran, se desilusionaran o molestaran por ya haber iniciado mi vida sexual, también que no hubiera tenido la confianza para hablar del tema y se hubieran enterado de la forma en que se dieron las cosas.

Solo esperaba que mis padres de alguna manera se alegrarán de que acudiera directamente a ellos y de que fuera responsable respecto a proteger mi salud.

Ellos también fueron jóvenes y tuvieron que pasar por todo esto, tal vez, en su momento no tuvieron con quien hablar, mas teniendo en cuenta que la familia materna no aprobaban la relación, probablemente, a estas alturas de la vida, ya sabían mucho sobre sexo, anticonceptivos y ETS.

Lo más correcto era empezar por ahí, con mamá, porque dudaba que papá lo supiera. Si ellos no tenían todas las respuestas, que yo necesitaba, sé que me ayudarían a encontrar la información que necesitara o encontrarían una enfermera o médico para que lo hablara.

También contemplaba la idea de que ellos podrían ayudarme a conseguir anticonceptivos, exámenes de detección de ETS, u otros servicios de salud sexual.

Planeaba e idealizaba mucho en mi mente como abordar el tema de frente, pero, la verdad es que no me sentía segura de hablar con ellos sobre estos temas, así que le pedía Joel que me acompañara al médico de su familia.

—Amor, ¿conseguiste la cita?

—Si nena, a las 11:00 am.

—Perfecto, ¿pasas por mi?

—Por supuesto, -respondió, —Estas lista.

Perfecto, mis padres estaban en el trabajo, así que debía aprovechar el tiempo.

Llegamos al consultorio del doctor, pero yo tenía muchas dudas y empecé a llenarlo de preguntas.

—¿Necesito el consentimiento de mis padres para planificar o para hacerme exámenes de ets?

—La mayoría de las veces no necesitas un permiso de tus padres para recibir anticonceptivos o pruebas de ETS, además, ya eres mayor de edad.
A partir de los 16 años, el consentimiento paterno por representación, solo es preciso cuando el o la adolescente quieren participar en un ensayo clínico o solicitan someterse a técnicas de reproducción asistida o a una interrupción voluntaria del embarazo (IVE) y, a criterio del facultativo, en actuaciones de grave riesgo para la vida o la salud. La ley, además, reconoce a los menores de 16 años si son "maduros" el derecho a la asistencia sanitaria sin necesidad de autorización y la capacidad para prestar un consentimiento válido. La valoración de dicha "madurez" corresponde a los profesionales médicos. En el ámbito que nos ocupa, la mera solicitud de un método anticonceptivo, incluida la píldora postcoital, demuestra responsabilidad y suficiente madurez.
Cuando se atiende a adolescentes menores de 16 años que no acuden acompañados de sus padres o tutores, conviene recoger en la historia clínica: que se ha comprobado su madurez, que el método que han decidido utilizar es elegible médicamente y que se les ha aconsejado que informen a sus padres o tutores de que mantienen relaciones sexuales y van a utilizar un determinado anticonceptivo. Por otra parte, el respeto a la confidencialidad y a las decisiones de los adolescentes menores maduros son aspectos claves de buena práctica que deben expresamente garantizarse a los adolescentes.

LOS CHICOS DE LOS QUE ME ENAMORÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora