CAPÍTULO 45. LA PROPUESTA

13 2 0
                                    

Debo decir que la pasaba muy bien con Carlos pero definitivamente no lo amaba, por más que hubiera pasado el tiempo Joel seguía siendo el dueño de mi corazón.

Aún así me había resignado a que no lo volvería a ver y por eso mismo decidí darle una oportunidad, sin embargo, no sabía hasta cuándo seguiría con esta farsa.

Lo quería sí, pero no lo amaba y me sentía culpable por seguirle dando alas y más aún por llevar ya tanto tiempo con él, todos creían que teníamos una relación muy sólida y sí, de cierta manera quise hacerselos creer para que dejaran de preocuparse tanto por mí.

El me trataba bien, era muy detallista, pero nunca lo pude ver con otros ojos, era un gran amigo, nada más.

Muy esporádicamente teníamos intimidad, no me provocaba deseo, lo hacía por "cumplir" y ya.

Se acercaba mi cumpleaños y  no quería nada, como en los últimos, pero estaba lejos de imaginar todo lo que sucedería ese día y cómo cambiaría mi vida.

Pude percibir por semanas una actitud sospechosa de mis padres, Carlos y Ana, algo planeaban y me molestaba mucho eso.

Fui firme y les pedí que no se tomarán molestias por mi, pero, mamá es muy terca.

Se llegó el dìa, mamá me hizo desayuno especial, hasta ahí normal, Carlos quiso tener una atención conmigo y fuimos a un lugar tranquilo en medio de la naturaleza...

—Sé que aún no quieres celebrar tu cumpleaños y lo respeto, así que por eso quise traerte aquí.

—Gracias, pero sé que están planeando una fiesta sorpresa para mí.

—Yo les dije que no era buena idea, pero tu mamá es muy terca y Ana ni se diga, se supone que debo distraerte mientras organizan todo, pero, si deseas, no regresamos y nos quedamos aquí, hace mucho que no estamos juntos, podríamos aprovechar el momento.

—No te preocupes, no las voy a dejar con todo listo, sé que se han esforzado mucho.

—Entiendo, te puedo dar mi regalo aquí si quieres, —Susurró en un tono algo pervertido.

—¿Sexo? ¿Ese será mi regalo?

—También puede ser, —dijo acercándose sigilosamente a mis labios.

—Solo quiero estar tranquila hoy, es todo, —respondí mientras me daba la vuelta evitando sus besos.

No me dijo nada por rechazarlo, acepto que hasta ese día, había sido muy paciente conmigo, había sobrellevando mis crisis, mis berrinches, mis días de mal humor, pero no era suficiente para que yo lo amara.

Regresamos a casa y ahí estaban... Mis padres, Ana y Marian.

Fingí sorpresa, habían decorado con globos de muchos colores, flores, serpentinas... Todo en extremo colorido y yo... Totalmente gris.

Traté de compartir, de sonreír, de involucrarme en la situación, no quería que se sintieran mal ni mucho menos ser grosera.

Mamá preparó la cena, era un arroz mixto, con ensalada fría de papa, había vino en la mesa,cocteles, whiskey...

Aún tenía problemas para comer, sobretodo cuando me atacaba la ansiedad, no quise hacerle un desaire así que comí un poco de cada cosa.

Papá sirvió el vino para hacer un brindis...

—Quiero agradecerles por estar aquí hoy, celebrando un año más de vida de mi princesa, quien poco a poco a podido superarse gracias a su apoyo.

Tan ingenuo mi papá...

Carlos se puso de pie y tomó la vocería.

—Quiero aprovechar la ocasión para agradecerles el haberme hecho parte de su familia, tanto a mí como a mi hermana, esto significa mucho para mí; los llevo en mi corazón, —Se giró hacia mí y se hincó...

—¿Qué haces? —Pregunté confundida.

—Alexandra, te amo y hoy, aquí, delante de tus padres quiero pedirte que te cases conmigo.

Mi estómago se revolvió, quería vomitar...

Mire a todos a mi alrededor y me hacías cara de "di que sí", mi corazón se negaba, pero, tal vez por la presión del momento, dije que sí.

Mis padres nos abrazaron y besaron, papá destapó una botella de un brandy que tenía guardado hace tiempo para celebrar.

Mamá preguntó la fecha, para poder iniciar los preparativos, yo dejé la fecha a elección de ellos y se acordó para Enero 30.

Teníamos 3 meses para preparar todo.

Yo no sabía si estaba haciendo lo correcto.

Seguí con mi vida, alternando la universidad con el trabajo social, seguía intentando estar ocupada el mayor tiempo posible.

Para navidad, los padres de Ana y Carlos vinieron y se quedarían hasta nuestra boda, esa noche nos sentamos todos a la mesa y papá, puso las noticias, cual fue mi sorpresa al ver que estaba en todos los medios que Genaro Vásquez había muerto.

El maldito viejo ese se murió y nunca supe la ubicación de la tumba de Joel...

De inmediato apagaron el televisor, pero el daño estaba hecho, subí a mi cuarto y lloré en cantidades.

Me encerré y pedí que me dejaran sola un momento, intenté tranquilizarme, no quería hacer un desaire a mis suegros.

Ana entró al cuarto y me ayudó a calmarme, me maquilló de nuevo y volví a salir.

Ahora si, Joel había de quedarse atrás para siempre y eso me estaba matando.

LOS CHICOS DE LOS QUE ME ENAMORÉWhere stories live. Discover now