CAPÍTULO 29. LINAJE

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—Disculpe señor pero creo que usted está equivocado. —Respondió mamá confundida.

—No lo estoy, si me permites, quisiera poder explicarte toda la situación.

—Disculpe pero no lo conozco, no me es cómodo que usted entre a mi casa, cómo puede ver estamos en medio de una celebración.

—Sí lo sé, estás cumpliendo 50 años.

—¿Cómo sabe usted eso?

—Ya te lo dije yo soy tu padre.

Papá estaba algo alterado y se acercó al hombre a pedirle que se fuera, pero yo no lo permití era hora de decir todo lo que yo sabía.

—Mamá, papá, creo que el señor tiene razón y tengo las pruebas, espérame un momento, -subí a mi cuarto en busca de las cartas de Lola, bajé con ellas y se las enseñé mamá. -en estas cartas se explica en parte lo que el señor está diciendo, —leí específicamente la carta donde se mencionaba qué el amante furtivo del Lola, sabía que el bebé que estaba esperando era de él; mis padres no daban crédito a lo que estaba sucediendo y empezó el interrogatorio hacia mí.

—¿De dónde sacaste esas cartas?

—Lola me las dejó.

—¿Qué?

—Si mamá... Entre el sobre de la carta que envió había una llave de un banco, allí estaban esas cartas, además, me dejó la boutique donde estás trabajando, es mía.

No pudo ocultar su cara de enfado por haberlo callado.

Le confesé todo y estuvo molesta por varios días.

En cuanto al abuelo, mamá le permitió hablar, pero sin nosotros presentes y se decidió realizar una prueba de ADN.

El empezó a frecuentarnos, finalmente, éramos la única familia que tenía.

Nos deleitó con sus historias, aprendió todo tipo de oficios y aunque no era un hombre de dinero viajó por todo el mundo trabajando en barcos de carga, pero siempre que regresaba, se veía con Lola.

La amaba y la seguía amando, eso era obvio y mamá, tiene mucho de él.

LOS CHICOS DE LOS QUE ME ENAMORÉWhere stories live. Discover now