CAPÍTULO 43. CULPA

25 3 16
                                    

¿Qué pasó?

Me sentía avergonzada, sucia, culpable, sentí que había traicionado mis principios... Y a Joel.

No sabía qué hacer, no entendía como terminé en la cama con Carlos y solo podía pensar que él se aprovechó de la situación, algo que Joel jamás hubiera hecho.

Me levanté, tomé mi ropa y me metí al baño, tomé una ducha rápida, me vestí y me fui a mi casa, ni Ana ni Carlos se dieron cuenta.

Todo el camino a casa estuve intentando recordar lo que había sucedido, pero no lo lograba, creo que el llevar tanto sin beber me hizo daño.

Llegue y no había nadie, imagino que mis padres estaban trabajando, le envié mensaje a ambos haciéndoles saber que ya estaba en casa y que iba a descansar, no quería preguntas ni conversaciones en ese momento.

Sentí no solo traicionar a Joel sino a Ana, ¿cómo pude hacer algo así?

Mi teléfono empezó a sonar, era Carlos, no le respondí la llamada, al ver mi evasiva me escribió.

"Debemos hablar de esto"

No respondí.

Esto era algo que definitivamente no necesitaba para mí estado emocional.

Pudiera parecer infantil mi actitud de no querer hablar con él, pero es que no tenía nada que decir.

La angustia me invadió y fui a nuestro lugar, lloré y le pedí perdón por haberlo traicionado, yo lo sentía así, aunque ya no estaba, mi alma estaba atormentada por lo sucedido, necesitaba contarle esto a alguien pero no podía.

Estuve casi por tres hora allí, mis padres me llamaron pero no respondí, solo envié un texto que les decía que iba camino a casa y que no respondí por ir conduciendo.

Al llegar, tomé una ducha y me tiré sobre mi cama, perdí la noción de todo a mi alrededor y me dormí...

—Prométeme que me buscarás, —me decía Joel mientras bailábamos.

El repetitivo pitido de mi teléfono me despertó... Era Ana. 

—Carlos me contó todo, tenemos que hablar.

Me sentí morir en ese momento, no recordaba nada de lo sucedido, así que le dí mi escasa versión de los hechos.

Cuando le conté, puso en duda toda nuestra amistad. Se sintió traicionada y me preguntó si me interesaba Carlos o solo lo usaba para olvidar a Joel.

Yo no lo podía creer; después de todo lo que habíamos vivido, que me dijera algo así,  me contuve, la supe entender, y me sentí horriblemente culpable.

Sabía que, en teoría, no estaba haciendo nada malo, pero veía su reacción y me preguntaba si quizás en el fondo estaba en lo ética y moralmente incorrecto.

Le dije que su hermano probablemente se aprovechó de mi vulnerabilidad en ese momento y que yo inconscientemente cedí, pero, fue lo peor que se me pudo ocurrir decir en ese momento, la conexión que tenía con ella se rompió,  un nivel de compañerismo inigualable se perdió.

—¿Estás diciendo que mi hermano es un abusador?

Creo que usé las peores palabras posibles en ese momento.

Intenté calmar los ánimos... pero fue imposible.

—Ana, no recuerdo lo que pasó y si lo supiera te lo diría, no sé si Carlos estaba ebrio, no sé si aprovechó el momento, no sé si yo tomé la iniciativa, realmente no lo sé.

LOS CHICOS DE LOS QUE ME ENAMORÉWhere stories live. Discover now