CAPÍTULO 13. LA NOVIA

35 9 8
                                    

Hoy era el día, no podía estar más nerviosa.

Me levanté a la misma hora que mamá y adelanté el almuerzo, me puse a arreglar la casa, mi propósito de hoy era regresar a la boutique a hablar con la administradora y de paso buscar algo para la cena de la noche, aunque dudaba que en ese lugar existiera algo para mi cuerpo.

—Hija, ¿Finalmente irás a conocer al padre de Joel?

—Si mamá.

—Espero que todo salga bien, ¿A qué hora es?

—En la noche, Joel quedó de confirmar la hora con tiempo.

—En todo caso yo estaré aquí a las dos.

—Bueno mamá.

—Adiós hija, nos vemos más tarde.

—Que tengas buen día.

—Gracias.

Tenía todo planeado, iríamos temprano con Joel a la boutique para finalmente hablar con la encargada y de paso mirar si allí encontraba algo para usar en la cena, aunque no creía que vendieran algo que se acomodara a mi cuerpo.

Le llamé para informarle mi plan de ir al almacén, me pidió que estuviera lista y que en el transcurso de 40 minutos llegaría por mi.

Dejé todo en orden, me bañé y vestí de prisa, muy pronto llegó a mi puerta.

—Buenos días nena, —Se abalanzó sobre mi y me abrazó, —Hoy mas que nada te necesito.

—¿Pasó algo que deba saber?

—No, solo que estoy pensando si realmente vale la pena ir a cenar con papá esta noche, no quiero que pases un mal rato.

—No te preocupes, estarás ahí conmigo para defenderme en caso de que algo pase.

—Ese es el punto, no sé si llegado el caso, sea capaz de enfrentarme a él.

—Entiendo, pero aún así, estoy dispuesta a hacerlo, en algún momento debe pasar y es mejor de una vez ya que hay oportunidad.

—Esta bien, hagámoslo.

—Hablando de eso, quiero que me lleves a la boutique, necesito hablar con la administradora y ver si hay algo que me quede.

—Sus deseos son órdenes su majestad, —hizo una especie de venia algo graciosa, abrió la puerta del carro y me dió la mano para ayudarme a subir, yo, no aguanté la risa.

—Eres bastante histriónico.

—Por ti baby, sería batman.

—¡Eso lo dijo el gato!

—Ah, pues no tienes el prototipo de películas infantiles, pareces más de dramamones juveniles gringos.

—Pues ya ves, te equivocas.

Subió y arrancamos.

Lo sentí ansioso, creo que se sentía muy presionado por todo lo que se venía en la noche, tenía miedo que toda esta situación lo llevara a fumar hierba de nuevo.

—Pase lo que pase, estaré a tu lado, —Puse mi mano sobre su muslo, pude ver que se sonrojaba así que la quité, —lo siento.

—No te preocupes, está bien, me gusta.

Se estaba tornando incómoda la situación, por fortuna llegamos al lugar.

—Buenos días, estoy buscando a Marian.

—¿Quién la busca? —Pregunto una rubia flacucha tras el mostrador.

—Es algo de índole personal.

LOS CHICOS DE LOS QUE ME ENAMORÉWhere stories live. Discover now