CAPÍTULO 45

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Durante la comida en el arca Alfa 1, entre susurros corrió como la pólvora que el comandante y la alcaldesa harían un anuncio tras el postre. Algunos suspiros románticos escaparon del pecho de más de una de las mujeres que habitaban, pues a pocas se les escapaba la solicitud del guerrero para con Lucía.

Sin embargo las noticias que recibieron en silencio no fueron del todo tan felices.

––Escuchadme todos, seremos breves––dijo Lucía de pie ante su mesa, junto a Tarigh, el cual también se había levantado––. Dentro de tres días iniciaremos un largo viaje al que espero sea nuestro hogar soñado. Será un arduo trabajo hasta conseguirlo, nada más que llegar allí será dos meses en el tiempo de la tierra. Mientras tanto, la nave que nos lleve, poco a poco nos aclimatará a la temperatura y a la gravedad que sostiene ese planeta. Seremos instalados en un istmo, para que nuestra propia fauna y flora no interfiera con la del lugar de origen. Tendremos controles para ello. Todo lo explicaremos con tiempo. Deberemos también tomar nociones de lectura y escritura de su idioma para poder entendernos además de hablar, comprender documentos, y usar tecnología.

––¡Todo muy bien!––dijo una de las jóvenes de cocina––. Pero, alcaldesa... ¿Para cuando la boda?

Lucía lanzó un suspiro hondo.

––Ese tema es delicado. Antes de aclararos todo os recuerdo que seremos acogidos por un pueblo con sus propias leyes, costumbres y tradiciones. Por ello dejaré la alcaldía y la dirección de este pueblo a Juan, el segundo en la línea sucesoria en edad.

Otras voces se alzaron, menos la de Juan y las doctoras, anteriormente avisados del problema de Lucía. Los «peros» y «porqués» no tardaron en inundar la estancia. Los guerreros permanecían en estático silencio, con antelación estos también fueron informados por su comandante. Ellos solo acataron órdenes, juraron lealtad y protección a Lucía, estuviese en la posición que fuera y no hicieron las preguntas que los curiosos terráqueos lanzaban.

La garganta de Lucía sentía un nudo enorme, su hermana, también enterada de su dilema le tomó la mano para darle fuerzas. Tarigh la abrazó contra su costado y alzó la voz

––Para Lucía y para mí sería lo más sensato unirnos, es lo que sentimos, es lo que más deseamos. Pero como ella ha anunciado, las costumbres que dicta el Consejo Regente son muy diferentes a las de la este planeta. A mi pesar estoy comprometido por mi familia antes de partir con una mujer de «Sangre ancestral» de mi pueblo. He de hacer honor a esa promesa que hice siendo aún un niño, a la que mi padre y mis parientes hicieron por mí. Yo no soy un «Sangre pura» para que mi familia recupere su estatus y yo obtenga un lugar en el Consejo. he de tomar una esposa del linaje más antiguo.

El silencio se hizo a su alrededor. Ellos sin embargo seguían sosteniéndose el uno al otro.

––La decisión de dejar la dirección de nuestra comunidad a Juan se aviene a todo esto. Tarigh y yo nos amamos. No vamos a renunciar a estar juntos. Pero para ello he de dejar mi estatus y convertirme en su concubina. Una mujer libre no puede ser concubina, ni alguien con cargo de gobernante. Rebajaré mi estatus al de esclava, así, una vez que Tarigh tome su compañera y conviva el tiempo suficiente con ella para... para tener un descendiente, podrá tomarme a mi como concubina o segunda esposa que sería casi lo mismo, aunque no tendré los derechos que ella posea.

Expresiones como «eso no es justo», «no es posible». «Lucía, merece ser algo más en esta vida que... Ella acalló las voces

––No es un deshonor para mí. He de aceptar las costumbres, como todos vosotros, a cambio de un aire respirable, una tierra apta para la siembra y una vida mejor para todos. Nadie me obliga, soy yo la que tomo la decisión, el comandante ha intentado convencerme de lo contrario, pero, no puedo luchar contra lo que ambos sentimos. Aceptaré el destino como venga. Podré cuidar mi biblioteca, seguir estudiando, y el comandante conseguir apoyos entre los más jóvenes del Consejo para poco a poco cambiar estas leyes casi del medievo a la que volvieron tras ser una sociedad avanzada y sufrir el cataclismo que casi acaba con su mundo. Solo necesito vuestra comprensión...

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