Capítulo 356: Tarifa de informante

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¡Tos!

Mike Joseph sacó su pañuelo, se tapó la boca y tosió varias veces.

El smog en el distrito fabril era más denso que en cualquier otro lugar. El aire era gris con un tinte amarillento como si fuera polvo flotante. De vez en cuando, un olor acre y sofocante que ni siquiera el Sr. Reportero, acostumbrado desde hacía tiempo al aire de Backlund, podía soportar.

Se volvió hacia Klein, que también estaba tosiendo suavemente.

"Siempre he sido un gran partidario de que el gobierno establezca el Consejo Nacional de Contaminación Atmosférica y el inspector de la industria alcalina, pero recién hoy me enteré de que el problema se ha vuelto tan serio".

"Si no tomamos medidas efectivas, puede convertirse en una tragedia en el futuro". Klein se esforzó por despejarse la nariz tapada.

Quizás todo Backlund estaría envuelto en smog que hace que la visión de uno no supere los cinco metros, y es posible que un dios maligno descienda o nazca en ese telón de fondo... agregó en silencio.

El viejo Kohler no entendió bien la conversación. Se aclaró la garganta que estaba llena de una espesa flema y condujo al reportero y al detective alrededor del vigilante hasta una fábrica de plomo.

La mayoría de los trabajadores eran mujeres. Estaban trabajando intensamente sin ninguna protección y el piso de la fábrica estaba lleno de polvo.

Al mirar las "partículas diminutas" que flotaban en el aire, Klein sintió que estaba mirando un gas tóxico. Las jóvenes sin máscaras eran como corderos esperando ser sacrificados.

Por un momento, sintió como si estuviera de vuelta en Tingen, en la época en que había ayudado a Sir Deweyville a lidiar con el agravio que lo acechaba.

Parecía haber sido testigo del futuro de todas y cada una de las trabajadoras, algunas con cabezas palpitantes, otras con visión borrosa, algunas histéricas, algunas con encías con una línea azul y, finalmente, se quedaron ciegas o cayeron muertas.

Es como un ritual de sacrificio sangriento a gran escala. La única diferencia es que el objetivo es ese símbolo parpadeante de dinero... Si la Orden Aurora, la Escuela de Pensamiento Rose y otras sectas malvadas pudieran hacer un buen uso de situaciones similares, tal como lo hizo Lanevus, habría un gran problema... Klein se tapó la boca y la nariz mientras observaba en silencio.

Mike Joseph murmuró sorprendido y enojado: "¿Cómo puede ser esto?"

"¿Cómo pueden ser así?"

"Hace un tiempo, todo tipo de periódicos y revistas se enfocaban en el tema del envenenamiento por plomo. ¿Por qué no están usando ninguna medida de precaución en absoluto?"

"¿Ni siquiera pueden soportar usar una máscara?"

"¡Estos dueños de fábricas son asesinos!"

Realmente es un reportero con sentido de la rectitud. A pesar de que no es joven, es bastante tacaño y su actuación es bastante sobresaliente, aún conserva sus motivos puros originales... Pero, ¿cómo es que es tan consciente del envenenamiento por plomo? Correcto, lo olvidé. Le pedí a Sir Deweyville que anunciara los peligros del envenenamiento por plomo en los periódicos y revistas... Parece que lo hizo bien, pero para algunas personas, ¿qué importa si uno o dos de los plebeyos de clase baja mueren? ¡Hay mucha gente esperando trabajo! Klein pensó con el corazón apesadumbrado.

Como periodista senior, Mike no perdió la razón. Observó en silencio y preguntó a algunos trabajadores que habían cambiado de turno, luego salió de la fábrica de plomo.

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