Capítulo 19

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Y así como él lo dijo, se quedó a mi lado el resto del día.
Justo cuando el doctor llegó fue Christopher quien se encargó de todo, y aunque me vio sufrir cuando efectivamente, inyecciones fueron lo que me recetaron, al menos evitó reírse de mí.

- Agarrame fuerte Chris - Pedí.
- Tranquila, solo cierra los ojos -.
- Eso intento - Dije casi llorando.

Entonces el doctor procedió a hacer su trabajo y yo quejarme como una niña pequeña.

- Voy a llorar - Mencioné con un hilo de voz en cuanto la aguja salió de mi trasero.
- Ya paso bonita, tranquila - Dijo acariciando mi cabello.

Entonces sentí como me subió los pantis y el pantalón, se lo agradecía aunque fue muy raro.

- Mañana vendré a ponerte la otra inyección, tómate las pastillas y descansa que estarás bien, eres muy valiente - Mencionó el médico.
- Gracias doctor, de verdad - Respondí sin mirarlo aún, el dolor que siento en el trasero es horrible.
- Iré a acompañar al doctor mi amor, ahora vuelvo - Mencionó Christopher.
- Está bien Chris -.

Cuando ambos salieron trate de respirar profundo y mover la pierna, ya sé que luzco cómo todo una dramática pero siento un pánico terrible cada que alguien me muestra una aguja dirigida a mí, así de infantil soy.

- Mm, que esposa más valiente tengo - Dijo sentándose a mi lado una vez que volvió a la habitación.
- Se me salió una lágrima - Confesé con una media sonrisa.
- Solo fue una, eso ya dice mucho de ti, creí que harías un berrinche para no dejarte -.
- ¿Qué pasa si digo que estuve a punto de golpear la cara del doctor para qué no me tocara? - Inquirí.
- No lo dudaría, y ahora creo que tendríamos una demanda encima, me alegra que te hayas controlado - Mencionó divertido.
- No quiero ser prófuga de la justicia -.
- Bien dicho -.
- Me muero de frío - Dije haciéndome bolita entre las cobijas.
- ¿Te molesta si te doy calor? - Preguntó.
- ¿Me vas a bailar seximente? - Cuestione.

Aquello hizo que Christopher comenzara a reír.

- Más bien iba a abrazarte, pero si quieres también puedo bailarte -.
- Creo que lo del abrazo está mejor - Contesté riendo levemente.

Christopher se metió a las sábanas conmigo y me hizo recostar en su pecho una vez que se puso cómodo, vaya, que lindo se siente su calor corporal, solo quiero dejar de sentir frío.

- Tienes el cuerpo helado - Mencionó.
- ¿Será que estoy muriendo? - Pregunté.
- Espero que no, no me quiero quedar viudo tan joven -.
- Conseguirás otra esposa rápidamente - Aseguré.
- Pero no otra esposa igual a ti, he ahí la diferencia -.
- ¿Admites que me quieres? - Inquirí.
- Pero solo un poquito, sería imposible no hacerlo cuando vivimos juntos y convivimos todos los días - Dijo.
- Mm, espero que algún día puedas decirme que me quieres un poco más que poquito -.
- No quiero que se te suba el ego - Mencionó divertido haciéndome reír.
- Definitivamente presumiría aquello con todo el mundo - Dije.
- ¿Lo ves? Más vale quererte así de poquito -.
- Cuando me quieras más yo te querré a la mitad, para que veas que se siente - Advertí.
- Creo que esa medicina te está haciendo delirar - Se burló.
- Quizá, pero también provoca mucho sueño - Dije bostezando mientras me aferraba más al torso de Chris.
- Entonces cierra los ojos y relájate, descansa que lo necesitas mucho - Comentó.
- Sí, definitivamente eso haré - Respondí para finalmente cerrar por completo los ojos y perderme en un sueño profundo y placentero.

Christopher's POV.
Su semblante relajado sin duda llama mi atención, y es que se ve tan tranquila que parece que nada puede afectarla, en el fondo sé que me gusta la forma en la que hemos sobre llevado esta relación, pero también sé que debemos mantener esa cercanía como nada más que una amistad porque cuando su papá le expliqué todo lo que ha pasado ella no podrá tomarlo de la mejor manera, y antes de que yo pueda desarrollar un vínculo de otro tipo con ___, prefiero que siga creyendo que no olvido a Alison, y eso no es del todo falso, pero no puedo estar cerca de personas así.
Claro que ya quiero demasiado a esta mujer, simplemente es todo lo contrario a lo que yo imaginaba, tiene una personalidad tan distinta y única que atrapó mi atención desde que la conocí, y será muy difícil tener que alejarme de ella en cuanto las cosas estén resueltas, pero tengo muy presente que lo primero y primordial después de que ésto pase, es que ella continúe bien y sin más daños por causa mía.

- Descansa - Dije viéndola dormir.

Así que besé su frente y la acomodé mejor sobre la almohada, lo mejor será que me vaya a descansar, aunque sé que dije que dormiría con ella, estará bien, eso espero.
Salí de su habitación y apague la luz para dejar que continúe con su placentero sueño.
Pasaría algunos días descansando con ella así que ya encontraría que más hacer para no aburrirnos y disfrutar estos momentos de relajación que ambos tendremos del trabajo.

|Al día siguiente|

Me alegraba mucho verla menos mal que ayer, si bien recién comenzó con el tratamiento, debo decir que está surgiendo efecto.

- Buenos días - Mencioné con una sonrisa.
- Buenos días Chris - Respondió tallandose los ojos para después regalarme una sonrisa.
- ¿Por qué te levantaste? Te iba a llevar el desayuno hasta la cama -.
- Vaya, que excelente servicio, eso se escucha tan bien, pero no quiero abusar de tu amabilidad - Dijo.
- No digas eso, quiero ayudar a que te sientas mejor y sé que consentirte es la solución -.
- Con hombres así, sí dan ganas de estar enferma - Mencionó divertida haciéndome reír - Pero ya estoy aquí, así que ¿Te parece si desayunamos? - Preguntó.
- Perfecto, tómate la pastilla y espérame un momento, el huevo ya casi está listo -.
- Bien, ¿Te ayudo con algo? -.
- No, no te preocupes, todo está bajo control, solo espera un poco -.

Ella tomó un vaso con jugo y sin más se tomó su pastilla, en la tarde era la hora de las inyecciones y entonces sí, su peor tortura.

(...)

- ¿Puedes imaginar que quiero hacerme un mega tatuaje en mi glúteo y parte de mi pierna? Que ilusa soy - Dijo poniendo los ojos en blanco.

Teníamos una plática muy amena mientras desayunamos.

- Es que el dolor que te transmite la aguja para un tatuaje no es el mismo que cuando te inyectan una medicina, no digo que duela menos, porque no es así, pero es un dolor que a la larga te gusta - Expliqué.
- ¿O sea que lo disfrutas? Dios, estás loco - Se quejó.
- Es el precio a pagar por lucir así - Dije mostrándole mi brazo tatuado.
- Debo admitir que se ven muy lindos, pero en serio, no podría imaginarme en una silla esperando a que pase el dolor - Admitió.
- Puedes iniciar con algo pequeño, así verás que tan tolerante eres al dolor, y cuando sientas que estás lista arriesgate por el grande, sino lo intentas no sabrás cómo se siente - Mencioné.
- Necesito ser valiente, espero ser valiente algún día y atreverme -.
- También estaré a tu lado si eso te ayuda a sentir mejor - Aseguré.
- ¿Y vas a agarrar mi mano? - Preguntó.
- Claro, pero cuando te hagas el tatuaje en el glúteo sí voy a mirar morbosamente - Advertí.
- Dios, eso no lo había tomado en cuenta, ya recordé que eres Christopher - Mencionó burlona.
- Son cosas que pasan cariño -.

|Mitad mentira, mitad verdad| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora