Capítulo 41

432 39 17
                                    

|Al día siguiente|

Alex y yo vamos de camino al juzgado, debo confesar que estoy muy nerviosa, seguramente estarán todos ahí y eso no me agrada del todo porque la realidad es que no tengo muchas ganas de ver a nadie, sin embargo pretendo mantenerme neutral y como hasta ahora, alejada completamente de todos, yo vine con un fin y ya, lo cumpliré así.
Luego de algunos minutos más entramos y con la mirada busque a Christopher, quién efectivamente, estaba con mis padres y los suyos, y por supuesto que también los abogados.

- ¿Lista? - Me preguntó Alex cuando me vio quedarme quieta.
- Espero que sí - Respondí insegura.

Solté un suspiro y asentí, entre más rápido hagamos ésto, mejor.
A paso firme nos acercamos a ellos, poco a poco me fui ganando sus miradas.

- Buenos días - Dije completamente seria y sin ninguna otra expresión en el rostro.
- Buenos días - Dijo Alex de la misma manera que yo, aunque con un tono un poco más amable.
- Buenos días - Respondió la señora Yenny.
- Buenos días - Contestó el señor Leonardo.
- Buenos días hija, Alex - Dijo mi mamá.
- Buenos días mi niña, Alex - Mencionó mi papá.
- Buenos días bonita, Alex - Completo Christopher.

Verlos, especialmente a él, me recuerda porque estoy alejada, porque prefiero llorar por extrañar lo que vivimos, y no por tener que verlos y no poder corresponder, porque aunque quisiera que mi corazón perdonara por completo, la verdad es que no puedo, no sé cómo.

- ¿Lo único que tengo que hacer es declarar y ya? ¿Hay algo más que deba saber? - Pregunté expectante esperando que no haya más por saber, ya no quiero que me revelen nada más, es suficiente.
- Ya lo sabes todo, solo cuenta la verdad, lo demás déjalo en mis manos - Respondió Christopher.

Maldita sea, no puedo verlo a los ojos, no puedo simplemente mirarlo y no sentir ganas de largarme a llorar otra vez, dejar de amarlo aún no es opción para mí, y cada átomo de mi cuerpo lo ama por completo que me es difícil ver esa mirada dirigirse a mí.

- Bien - Dije simple y me senté junto a Alex para esperar a que todo diera inicio.

(...)

Estábamos a punto de entrar a la sala de juicio, estaba tan nerviosa, por primera vez después de mucho tiempo voy a volver a verlo, siento escalofríos, una adrenalina horrible me recorre por el cuerpo, como si otra vez fuera a hacerme lo mismo.

- Tranquila, todo estará bien - Mencionó Alex para manterme en calma - ¿Hablarás con él? -.
- No lo sé Alex, no sé - Dije cabizbaja debatiendome entre hablar con Christopher o dejar que haga lo que tenga que hacer.
- Es tu decisión, y respecto a ese idiota, no van a dejar que se acerque a ti, nadie lo permitirá, tranquila pequeña, estoy contigo - Aseguró.
- Gracias Alex, no sabes cuánto valoro que me acompañes - Mencioné sincera.

Estábamos caminando a la sala cuando de pronto la mano de Christopher sobre la mía me detuvo.

- ¿Podemos hablar un momento? Por favor - Pidió.

Ya por favor, deja de verme así, pensé.

- No tardes ___, te veo adentro - Avisó Alex.

Yo asentí y me gire para estar frente a Christopher.

- ¿Qué necesitas? - Pregunté.
- Solo quiero decirte que espero que algún día puedas perdonarme, jamás podré vivir sabiendo que te lastimé, te amo y esa es mi más grande verdad, la única que me importa, eres lo más hermoso que llegó a mi vida y nunca podré agradecerle al destino por haberte puesto en mi camino - Dijo.

Solo me gustaría correr a sus brazos y decirle que todo estará bien, que vamos a ser felices juntos y que nada debe afligirlo, todo es más difícil en persona que en mis pensamientos.

- No sé cuándo voy a perdonarte, no sé si algún día voy a poder hacerlo, gracias por estar haciendo justicia ahora, pero no necesito que te declares culpable, no lo hagas Christopher, no voy a justificarte, pero al final caíste en las mentiras de Richard igual que yo, y quiero comprenderlo, de verdad, solo sé que viéndote en la cárcel no voy a sentirme mejor de ninguna manera, así que, no lo hagas - Me atreví a decir sabiendo que de alguna forma mostré una debilidad ante él.

Es que ¿A quien engaño? Él es mi más grande debilidad, y aunque mi mente me diga que merece estar en la cárcel, mi corazón sabe perfecto que no va a resistirlo, creo que Christopher ya aprendió la lección.

- Me duele escuchar eso porque sé de sobra que no merezco tu perdón, los días sin ti pasan tan lento y son tortuosos, te necesito como al aire que respiro, y no creo que pueda quedarme impune después de ocultar algo como eso, después de que yo fui quien al final causó todo - Mencionó.
- No me sirve que te culpes Christopher, no quiero que lo hagas, no he dejado de amarte, ¿Entiendes eso? Y por más estúpida que pueda ser no soportaría saber que estás arrestado por una mentira, un chantaje, y te equivocaste en grande, eso no lo dudes, y aunque te juro que me cuesta asimilarlo, debo aceptar que caíste, que estar vulnerable te hace sujeto de muchas cosas, y tal vez este sea mi caso - Dije con pesar lo último - Quiero creer que no eres una mala persona, algo en mí me dice que te conozco al menos un poco para saber que estás arrepentido y que quizá ya estés pagando lo que hiciste, no tienes que culparte, eso no me sirve de nada, si te importa saberlo me perjudicaría más, déjame olvidarte o al menos hacer el intento, siquiera déjame buscar la valentía para mirarte de nuevo a los ojos y decir que te perdono - Pedí con el corazón en la mano.

No sé de dónde estoy sacando la fuerza para poder decirle tanto, me siento pequeña cuando estoy cerca de él, todo es porque mi interior alberga sentimientos aún.

- Tampoco quiero que pienses que te estoy obligando o chantajeando, si es tu decisión y es lo que quieres hacer, entonces no soy nadie para impedirlo, adelante, no me opongo en tu camino, ahora, creo que debemos entrar - Terminé por decir para finalmente retomar mi camino y entrar a la sala.

Ubique a Alex con la mirada, estaba en la primer fila después de los lugares de los demandantes y el demandado, así que tomé mi lugar a un lado de los abogados, minutos después Christopher se sentó a mi lado.
De pronto una puerta se abrió, esposado, escoltado por dos policías Richard entró, su mirada y la mía se encontraron.
Él estaba enojado, furioso, pero cuando me vio puso una sonrisa burlesca en su rostro, elevó una ceja y eso bastó para que el miedo se apoderara de mí, recuerdo lo que me hizo, ese audio donde revela su resentimiento hacia mí, las ganas que tiene de acabar conmigo, ¿Qué hubiera pasado si su primo no fuera Christopher? Todo lo que acordó con Alison me aterra, seguramente esta vez Richard se habría encargado de terminar el trabajo.
No quería mostrarme débil ante él, así que le sostuve la mirada, traté de mantener una expresión neutra, al final de cuentas él está alejado de mí y espero que nunca más se atreva a tocarme y lastimarme.

- Sigue así, demuestrale lo fuerte que eres y de que estás hecha, nunca más voy a permitir que se acerque a ti, te lo juro - Dijo Christopher cerca de mi oído, recordándome que no se iría jamás.

|Mitad mentira, mitad verdad| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora