Capítulo 22

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- Ay no, jamás debí de haber tomado tanto vino - Dijo ___ entre risas mientras caminaba tomada de mi brazo.

Honestamente ambos íbamos riendo de cualquier cosa, las copas se nos pasaron un poco a los dos y sinceramente me estaba divirtiendo mucho.

- Creo que pensamos igual cuando te digo que tenía un sabor que difícilmente podía ocupar solo una copa -.
- Por eso estamos en este estado, el vino más rico del mundo - Aseguró.

Cuando entramos a la casa ___ dejó su pequeño bolso en el sofá y de pronto se colocó delante de mí, mi mirada bajó a ella ya que es considerablemente un poco más pequeña que yo.

- Me la pasé increíble contigo hoy - Dijo mientras colocaba una de sus manos en mi mejilla y comenzaba a acariciarla.
- Eso me toca decirlo a mí, ha sido el mejor día, sin duda alguna lo que has hecho por mí fue algo increíble que jamás podré olvidar, y haber pasado todo ésto contigo es mi parte favorita - Admití.
- ¿Entonces sí te gustó? - Preguntó.
- Me encantó, no hay nada que cambiaría - Acepte.

Con una pequeña sonrisa me perdí en su mirada, en ese brillo que emana cada que me mira, es imposible no caer en esos ojos tan tiernos y enigmáticos.
De repente mi cercanía y la suya eran las suficientes como para sentir su respiración tan cerca que me fue imposible no querer más, y por las señales que su cuerpo me envía, sé que puede sentir algo similar.

- Quiero besar tus labios - Dije en un susurro bastante audible para ambos.

Aunque la parte de razón que aún me queda me dice que debo parar ahora, la parte que ella tiene a sus pies justo en este momento, me dice que debo ser sincero, que debo aceptar lo que estoy sintiendo.

- Hazlo, yo quiero que lo hagas - Me dijo cerrando los ojos y dándome paso a esa bendita perdición que son sus besos, a ese placer que la vida me ha dado de poder jugar a mi antojo con esa lengua suya que se mueve tan bien y que te hace ver estrellas cuando tienes contacto con ella.

Sus manos comenzaban a recorrer mi torso por encima de la camisa, y mis manos se estaban perdiendo en sus curvas, sino paramos ahora no podremos hacerlo después.

- Necesitamos parar ésto ___ - Dije con dificultad bajando mis besos a su dulce cuello.
- ¿Parar? ¿En serio quieres parar? - Preguntó con la respiración acelerada.
- No quiero que pienses que me estoy aprovechando del estado en el que venimos -.
- Somos adultos Chris, ¿Por qué me arrepentiría? - Cuestionó.
- ¿Estás segura? - Pregunté tomando su rostro entre mis manos.
- Estoy segura, completamente - Aceptó.

Solo esa luz verde necesitaba para tomar posesión completa de ella, su cuerpo encajaba perfectamente en mis manos, sus pechos, su respingado trasero, aquel que podría mirar o no morbosamente en la situación que sea, ahora incluso puedo tocarlo.
Las manos de ___ comenzaron a desabrochar mi camisa y pantalón, hice lo mismo con el vestido, de forma tortuosa la ropa quedó en el suelo, ahora había llegado la mejor parte, quitarle los pantis y el sostén.
Ella me quitó el boxer y entonces fue mi oportunidad para estar igual, estoy un poco borracho pero no ciego, y ese cuerpo tan perfecto que tiene, me voy a encargar de besarlo completo, de embriagarme de él, de dejar marcas de placer para que jamás se le olvide que estuvo conmigo, y que la voy a llevar al lugar más alto del cielo.

|Al día siguiente|

___'s POV.
Mis ojos se abrieron con pesadez, los talle con mis manos y mire a mi alrededor, estoy sola en la habitación de Christopher, ¿Qué?
Mire adentro de las sábanas y estoy desnuda, claro, ahora lo recuerdo bien.
Una sonrisa se instaló en mi rostro, anoche estuve con Christopher, anoche me hizo suya y yo lo hice mío, anoche me llevo al paraíso total, ese hombre sabe hacer mil y un cosas a la perfección, Dios, ¿Cuándo dejaría de sorprenderme?
Me levanté de la cama y tome su camisa, no creo que se moleste si la uso.
Me abroche algunos botones hasta que quede cubierta y entonces salí de la habitación, ¿En dónde estará?
Fui a la cocina pero nada, vacío, el living, luego volví al baño, le grite, pero nada, ni sus luces, ¿En serio se fue? Así nada más, sin decir nada.
Confundida recogí mi ropa y me fui a mi habitación, necesito una buena ducha.

(...)

Es domingo y claro que no tengo que ir forzosamente a la boutique, pero me siento extraña y quiero mantenerme ocupada, necesito salir de aquí, al menos así hago tiempo en lo que consigo saber en dónde está Christopher, porque tampoco responde mis mensajes ni llamadas.
Me subí al auto y partí a la boutique, en el camino pasaría a comprar algo para desayunar.
De repente una llamada me entró, así que usando el manos libres del auto respondí.

- Hola Alex - Dije.
- Hola pequeña, ¿Cómo estás? - Preguntó.
- Mm, creo que bien - Confesé.
- ¿Crees? Porque recuerda qu tú y yo tenemos algo de que hablar - Comentó.

Ay, pero claro.

- Mm, eh, es verdad -.
- ¿En dónde te recojo? - Preguntó.
- Voy de camino a la boutique, ¿Te veo ahí? -.
- En unos minutos nos vemos -.

(...)

- Así que, ¿Me dirás que pasa entre Christopher y tú? Porque ya no son simples actores - Mencionó una vez que nos sentamos.

Ambos decidimos desayunar en mi oficina.

- Pues, obviamente es imposible verlo con indiferencia luego de todo el tiempo que hemos estado juntos, no puedo decirte que somos algo porque no hay un título - Admití.
- Pero, ¿Ya despertó algo en ti? Sé honesta - Pidió.

¿Despertar algo? Ni siquiera yo misma me había hecho esa pregunta, no tan profundamente.

- No lo sé, quiero creer que no, pero sería mentirte, digo, siento un gran cariño hacia él, es muy distinto cuando está conmigo, me ha enseñado facetas de él que en verdad me gustan mucho, pero nunca hemos hablado de sentimientos, y creo que no es momento - Respondí.

Comienzo a creer que se fue para evitar hablar de lo que pasó anoche, y no voy a obligarlo a hacerlo sino quiere, pero es un tanto extraño y hasta cierto punto doloroso que fuiste ese momento de tragos que concluyó en sexo y nada más.

- ¿Ninguno quiere hablar acerca de eso o es simplemente lo que tú piensas? - Preguntó.
- Es que no lo sé Alex, a veces siento que podría arruinarse la relación que llevamos, y vivimos juntos y tenemos que convivir diario, no quiero que todo se vuelva incómodo y ya no disfrutemos la compañía del otro - Me sincere.
- La única razón por la que me importa tanto como te sientes, es porque sabes que realmente lo que menos quiero es que sufras, sabes bien que debes ser honesta, y que al final este matrimonio falso terminará -.
- Lo sé, y por eso no quiero involucrarme más allá con él, pero creo que ya es un poco tarde para decir aquello - Confesé.
- Yo no digo que no te portes como ahora con él, solo cuídate mucho porque un corazón herido es difícil de reparar, no tienes que temerle al amor, pero cuando es fingido, bueno, hay mucho de que cuidarse - Me hizo ver.
- Ya lo sé -.

Es que no hay mas que verdad en sus palabras.

|Mitad mentira, mitad verdad| Christopher Vélez Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang