Capítulo 36

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- Hija - Mencionó mi papá.
- Ni siquiera lo intentes, no digas nada, ya no tiene sentido que lo hagas - Aseguré mirándolo a los ojos.

Me duele tanto hacerlo, es mi papá, mi héroe sin capa, mi más grande ejemplo, es quién ahora me dejó caer de la nube más alta donde estaba.

- No quiero volver a verlos, a ninguno - Dije en dirección a la familia de Christopher también - Sigan protegiéndose, sigan apoyándose y encubriendo a mentirosos, a falsos, a esa basura de persona que hace años me hizo pedazos, a esa basura de persona que teniendo mi sangre en sus venas, me vendió sin importarle nada, a ese hombre que me llevó a la luna y hoy me soltó brutalmente - Mencioné con lágrimas en los ojos, sintiendo un gran vacío en mi interior - Aquí terminé, se acabó, ganaron, y no sé cuánto tiempo me lleve sacarlos de mi vida y dejar de sentir ésto tan horrible, no sé como voy a poder seguir sabiendo que mi familia, a quien creí que era mi soporte hoy me clavó una daga en el corazón, solo, no me busquen, no más de ustedes, por favor - Dije con un hilo de voz.
- Hija mía, no digas eso - Mencionó mi mamá tratando de acercarse, sin embargo coloque mis manos delante de mí para detenerla.
- Basta, aquí quedó, no más, ya no puedo resistir más - Admití.

Sin mirar atrás salí de esa casa y me subí al auto, conduje a toda velocidad hacia la casa que compartí con ese mentiroso y rápidamente, y entre un llanto imparable hice mis maletas, no quiero verlo más, ya no más.
Subí todo al auto y arranque para dirigirme hacia el único lugar donde mi mente me dejó ver, hacia el único sitio donde una única persona tratará de decirme algo que me haga sentir menos estúpida, dónde una única persona me va a consolar y me dejará llorar hasta que mi dolor se aminore un poco o al menos lo intente.
Toque el timbre y a los pocos minutos me abrió.

- ___, por Dios, ¿Qué pasó? - Preguntó Alex sorprendido mirandome.

Claro que iba a reaccionar así, mis ojos no dejan de llorar.

- Me mintieron Alex, todo este tiempo me han mentido, he sido esa estúpida marioneta para ellos, fui parte de un plan que hoy los deja en paz a ellos, y a mí con tantos sentimientos horribles por dentro, y con el corazón, la mente, el alma, mi ser entero completamente destruído - Confesé.
- Ay pequeña, ven aquí ___ -.

Alex me hizo entrar a su casa y me abrazó, me envolvió en sus cálidos brazos.

- Llora pequeña, llora hasta que logres liberar tu interior, llora hasta que pase, hazlo que aquí voy a estar para ti, déjalo salir mi pequeña ___ - Dijo tierno.

No tenía más por hacer, no quería hacer nada más que llorar, llorar y llorar, ¿De qué otra forma intentas dejar a tu dolor salir?

(...)

- ¿Te sientes mejor? - Me preguntó después de dejar una taza de té en mis manos.

Mi mirada estaba perdida pero ya sin llanto.

- No sé cuándo podré sentirme mejor Alex - Respondí con honestidad.
- No sé que sucede, no puedo con la imagen en mi cabeza de ti sufriendo, mi corazón se hace pequeño de verdad, ¿Estás lista para hablar? - Cuestionó.
- Quiero que lo sepas, quiero saber si tú tienes la cura para lo que estoy sintiendo, solo quiero olvidarlo pronto - Admití.

(...)

- Mañana firmo el divorcio y se termina todo - Dije por último terminando de contarle todo lo que pasó, todo lo que me soltaron de un momento a otro cuando creí que todo iba bien y que el amor ya me había elegido a mí.
- Quiero decirte algo, quiero tener una respuesta precisa, la realidad es que necesito pensar fríamente porque quiero ayudarte, porque quiero animarte y hacerte ver qué todo estará bien, pero ahora solo quiero golpear a Richard, a Christopher y todo aquel que te ha hecho llorar de esta forma - Se sincero.

Mi mejor amigo, ¿Qué habría sido de mí en éstos momentos si Alex hubiera estado involucrado?

- Parece que tendremos mucho tiempo para pensar con frialdad - Dije.
- Parece que sí, ahora déjame abrazarte y consolarte, mi pequeña mejor amiga está triste - Comenzó a decir.
- Y cuando tu mejor amiga está triste - Mencioné.
- La cura es Alex, sus abrazos y palabras de aliento - Completo.

Yo sonreí con debilidad, mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas, eso es algo que siempre nos decimos mutuamente, solo que cambiamos el nombre cuando Alex es quien está triste, desde que tengo memoria ha sido así.

- Es tan difícil mentir, ya no sé que sentir, ya no sé que más decir, quiero una solución para este dolor, y una pronta solución - Comenté.
- Vamos a encontrarla, te lo prometo ___, lo haremos - Aseguró.

(...)

Mis ojos se abrieron con pesadez, me sentía con el rostro tan hinchado, y entonces recordé la razón, entonces la realidad llegó de golpe, mi cabeza se inundó de esa realidad que dormida había olvidado.
Alex me había traído hasta su cama, me dejó dormir cómodamente en su habitación, no sé cómo voy a pagarle tanto.
Me levanté con dificultad de la cama y me dirigí al baño, me miré al espejo y confirme que mi rostro solo refleja un poco de lo que siento por dentro, solo una mínima parte de lo que me está torturando.
Me eché un poco de agua y decidí bajar a la cocina, seguramente Alex tiene que estar en alguna parte.
Para mi buena suerte lo encontré preparando el desayuno, tan lindo él.

- Buenos días pequeña - Me dijo.
- Buenos días Alex - Respondí con media sonrisa.
- ¿Cómo amaneciste? - Preguntó.
- No lo sé, no sé cómo explicarte lo que siento, es complicado - Confesé.
- No te mortifiques más, vamos a desayunar, ya tendremos tiempo de hablar, ven, siéntate que te sirvo -.
- ¿Te ayudo con algo? -.
- No hace falta, hoy voy a consentirte, lo único que importa ahora es que te sientas más tranquila, así que siéntate y ya -.

Reí ligeramente y me senté, Alex se movía por la cocina poniendo y quitando cosas de la estufa, así como sirviendo la comida, mi corazón se llenaba de alegría al darme cuenta de que realmente cuento con su apoyo, al confirmar que no hay otra persona en estos momentos para mí que este hombre que ha estado conmigo siempre, y que deseo con todo mi ser, no me traicione, no me haga sentir sola en el mundo jamás, porque entonces no sabría cómo construirme sola, yo sé que Alex no tiene ninguna responsabilidad de reparar algo que no rompió, pero sentir su apoyo, sentirlo cerca de mí me da esperanza, una esperanza que no quiero perder porque a veces eso es lo único que nos mantiene vivos, la esperanza de que podemos tener algo, y no sé cuánto tiempo tardaré en sanar, no sé cuánto tiempo tenga que pasar para que deje de sentir que no puedo respirar, que algo me oprime por dentro, pensar en mi familia, en mi hermana, en Christopher, es tan difícil para mí, sencillamente no puedo creer que un secreto como ese me fue ocultado por tanto tiempo, me hicieron casar con Christopher bajo engaños, y tal vez su intención fue buena porque al final me libró de Richard, pero pudo ser honesto, pudo decirme la verdad y dejarme decidir, no pueden solo querer jugar con mi mente y hacerme creer que fue para protegerme, se protegían ellos mismos, nada justifica lo que hicieron, no quiero ser una víctima pero no entiendo cómo sentirme en estos momentos, no sé que papel tomar, no sé ni siquiera que debo hacer ahora.

|Mitad mentira, mitad verdad| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora