|Mitad mentira, mitad verdad| Christopher Vélez

Capítulo 33

Cada día que pasa resulta convertirse en el mejor porque Chris se esfuerza en hacer que eso pase, porque todo tiene un mejor sentido cuando está lleno de amor y eso bonito que estamos formando.
Sin embargo, Chris dijo que tiene algo importante que decirme, a decir verdad lo noto bastante preocupado y nervioso, no sé que pensar con exactitud pero sé que antes de sacar conclusiones debo escucharlo, además de que honestamente no me puedo hacer una idea de lo que tiene que decir, en este momento siento que todo está siendo tan perfecto y único, parece algo irreal que no quiero que se acabe jamás.
Sin darme muchas explicaciones me citó en casa de mis padres, solo dijo que era necesario, así que le hice caso.
Estacioné mi auto justo a un lado del suyo y bajé de él para poder entrar a la casa, saludé a mis padres y ellos solo dijeron que Chris me esperaba en la oficina de mi papá, sin tiempo que perder fui hasta ella.

- Hola amor - Dije, entrando con una sonrisa en el rostro, llegué hasta él y lo besé, siendo bien correspondida.
- Hola mi bonita, que bueno que llegas, ven, siéntate - Me dijo.

Tomé su mano y entonces me senté junto a él, frente a nosotros teníamos una pequeña mesita con varios papeles sobre ella.

- Has estado muy raro Chris, ¿Ya vas a decirme que es eso que tienes que contarme? - Pregunté rompiendo el silencio.
- Por supuesto mi amor -.

Soltó un suspiro y me miró directo a los ojos.

- Pero antes necesito aclararte algo - Mencionó.
- Te escucho -.
- Quiero que sepas que te amo, me enamoré de ti de la forma más imprevista posible, cuando me di cuenta ya eras indispensable para mí, verte hace que me sienta vivo, sentir tu amor, tenerte cerca hace que nada pueda afectarme, que nada me importe más que tú y eso jamás dejará de ser así, como tampoco el hecho de que sobre todas las cosas te amaré siempre - Aseguró.

Una sonrisa se plantó en mi rostro y me acerque a él para dejar un tierno beso en sus labios.

- También te amo cariño, demasiado, y no hay otra persona con la que yo anhele estar que no sea contigo, porque eres mi lugar seguro, eres a quien quiero ver al despertar, la última persona que quiero besar antes de dormir, no cambiaría ésto maravilloso que vivo contigo por nada - Afirmé.
- Ay mi amor - Dijo con una media sonrisa en el rostro pero con ese deje de pesar que me preocupa - Eres lo mejor que pudo pasarme en la vida, y te juro que nada justifica lo que hice, desde que nos casamos juré que solo me encargaría de hacerte feliz, de cuidarte hasta el último instante, de protegerte hasta de tu propia sombra, hoy te pido que me escuches hasta el final, te lo suplico - Pidió.
- ¿Nada justifica lo que hiciste? ¿De qué hablas? - Pregunté confundida.
- ¿Me prometes que me escucharás hasta el final? - Inquirió.
- Te lo juro amor - Dije segura.

Él asintió y tomo aire.

- Lo que me sucedió con Elena fue algo que me afectó demasiado, sin embargo nada es suficiente para justificar mis actos, porque mientras yo creía que lo peor me estaba sucediendo a mí, tú estabas viviendo el mismo infierno, algo que no se perdona ni se debería evadir así como así - Comenzó a decir.

¿Qué? Dios, tantas dudas surgen ahora.

- No me detuve a pedir explicaciones, solo me dejé llevar por lo primero que me dijo, por la sarta de mentiras que me contó, le creí, le creí porque para mí decía la verdad, porque para mí todas querían herir como Elena me hirió a mí, y yo juré que antes de cualquier persona estaba mi familia y yo, y actué como idiota sin detenerme a investigar, a preguntar, sin que nada más me importara, sin considerar a quien estaba dañando -.

Maldita sea, ¿Qué cosa me está contando?

- Cuando me contaste tu historia, cuando ví esa expresión en tu dulce rostro, cuando me dolió en el alma lo que viviste con ese hijo de puta te juro que quise aventarme del puente más alto, te juro que quise matarlo con mis propias manos, confirme que mi error más grande fue querer levantarme solo y actuar por impulso, haciéndome el fuerte cuando claramente necesitaba ayuda - Mencionó.

Una cantidad inmensa de confusión estaba presente, ¿Por qué retoma éstos temas ahora?

- Mañana se vence el contrato, mañana regresa tu libertad de elegir el divorcio o quedarte conmigo, a mi lado, por eso antes de cualquier cosa, quiero contarte mi secreto, quiero que sepas todo, no puedo vivir con ésto más tiempo, no cuando te amo y quiero ser transparente contigo, porque quien ama no puede callar algo tan grande como ésto - Afirmó.

Ni siquiera recordaba el contrato, ¿Será que lo que quiere decirme tiene que ver con que se quiere divorciar de mí?

- Solo dilo Chris - Pedí con nerviosismo.
- Necesito que escuches ésto, sé que será muy fuerte, pero por favor, necesito que escuches hasta el final todo lo que tengo que decir, necesito que controles cualquier impulso y me escuches, te lo pido por favor - Insistió con aquello.

¿Qué puede ser tan grave para que se ponga así?

- Te prometo que así será, no me iré de aquí hasta que hayas dicho la última palabra, te lo juro - Dije.

Y eso haré, no importa que sea, voy a quedarme hasta el final.

- Gracias bonita, ahora, escucha ésto -.

Sacó su celular, buscó algo en él y de pronto un audio comenzó a reproducirse.

- Vaya, vaya, vaya, hasta que nos volvemos a ver -.
- Cuánto tiempo ¿Verdad? Debo decir que me costó mucho saber en dónde podía encontrarte, te escondes muy bien, y no es para menos, el que todo esconde, todo teme -.

Dos voces, un hombre y una mujer, ambas conocidas para mí, pero aún sin poder confirmarlas.

- Pues muy exhausta estuvo tu búsqueda entonces, y que te quede bien claro, yo no escondo nada, mi nombre sigue tan limpio como desde el principio -.
- Tranquilo querido, que aquí y en china ambos sabemos bien que fue por causa del dinero, pero eso me da igual, lo que hayas hecho o no estando con ella me tiene sin cuidado, yo vengo por algo más -.
- Lo dices tan despiadadamente, esa envidia de hermanitas que siempre le tuviste ha quedado expuesta -.
- Eso no te importa, ¿Me vas a escuchar o no? -.
- Habla entonces, deleitame con tus palabras -.
- Necesito que me prestes dinero, una fuerte suma de dinero -.
- ¿Qué? -.

Él respondía burlón, podía escucharse fácilmente en el tono de su voz.

- ¿Dinero? ¿Para que quieres dinero? Es absurdo -.
- No te importa para que quiero dinero, estoy segura de que estás en todo y de alguna forma vas a enterarte -.
- ¿Por qué no le pides a tu papito? Lo tienes solo para ti, que gaste sus millones en la que parece, dependerá de su herencia -.
- Ahórrate tus chistes tontos, tengo muchos problemas con él, no puedo pedirle ni un peso más y me urge el dinero -.
- Y si te lo presto, ¿Quién me asegura que me vas a pagar? ¿Cómo sé que volveré a ver esa cantidad de vuelta? -.