Capítulo 39

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Esa maldita sonrisa cínica en su cara me hizo descolocar, perder por completo los estribos.
Lo tome por el cuello de la camisa y lo acerque a mí para entonces poder estampar mi puño en su rostro con tanta fuerza, que hasta los nudillos me dolieron.

- Christopher -.
- Hijo no -.

Dijeron mis padres al mismo tiempo alterados tratando de alejarme de él.

- Saca el nombre de ___ de tu maldita y asquerosa boca, a mí no me importa lo que pienses o hayas tenido con Alison, son tal para cual, lo que siempre te quedará grande será ___, porque no merece la basura que eres - Aseguré.

Ni tampoco la que soy yo, pensé.

- Así que piensa bien antes de actuar, porque tu supuesto poder para mí no significa nada, y sabes de sobra que nada podrás hacerme con él, vete de aquí y no regreses, porque te juro, que te va a pesar -.

Lo solté y lo empujé hacia la salida para que se fuera.

- Ésto no se queda así - Dijo mirándome con furia mientras su labio sangraba.
- Claro que no, no se queda así, lárgate de una vez -.

Cerré la puerta después de que lo hice caer en el suelo de la calle y entré a la casa de mis padres tratando de encontrar calma.

- ¿Qué va a pasar ahora? - Preguntó mi mamá preocupada.
- Lo que desde hace mucho tiempo debió suceder, de eso, me encargo yo - Respondí.

___'s POV.
Hoy finalmente vuelvo al trabajo, me mentalizaba en el auto antes de bajar para enfrentar a todo lo que se viene en este cambio tan radical en mi vida, quiero suponer que estoy lista y que las cosas van a estar bien, sin embargo me asusta solo querer salir corriendo para volver a encerrarme y deprimirme.
Solté un suspiro y salí del auto, a paso lento comencé a caminar hacia el interior de la boutique.
Los empleados que me veían solo me sonreían y me deseaban un lindo día o me decían lo felices que están de verme de regreso, agradecía que no hicieran preguntas ni tampoco comentarios acerca de todo lo que ha pasado porque no sé cómo responder.
Una vez que llegué a mi oficina dejé salir el aire retenido y miré todo a mi alrededor, entonces un recuerdo vino a mi mente.

Flashback

- No quiero que nadie más vea lo que es para mí - Dijo cuando quitó mi blusa y mi sostén y me tuvo de frente.
- Nadie lo hará, solo tú, y podrás hacerme tuya a tu completo antojo, me tienes a tu merced - Mencioné cerca de sus labios.

Chris me besó y después descendió esos besos por mi cuello hasta llegar a mis pechos, sus labios sobre ellos es una tortura deliciosa.

- Entra ya Chris - Le pedí.
- ¿Eso es lo que quieres bonita? - Cuestionó.
- Eso es lo que quiero - Afirmé.

De pronto Chris me levantó en brazos, mis piernas se enredaron en su cadera, con pasos torpes llegamos a la pared y el me pegó en ella, ni siquiera tuve oportunidad de quejarme por lo fría que está ya que su miembro me inundó por completo, y con esos movimientos tan expertos comencé a ver estrellas por todas partes.

- ¿Te gusta? - Inquirió.
- No pares Chris, no lo hagas - Dije entre gemidos.
- Eso, tu voz es la música perfecta para mis oídos, déjame oírte nena, déjame hacerlo - Pidió.

(...)

- ___, ¿Puedo pasar? - Preguntó Santi detrás de la puerta mientras la tocaba.

Chris y yo nos miramos a los ojos pero no dejamos de movernos.

- No me voy a salir, estás completamente mal si piensas que voy a detenerme ahora - Mencionó seguro y acelerando sus movimientos.
- ¿En serio crees que dejaré que lo hagas? Tú, Christopher Vélez, vas a hacerme llegar o no te vas de aquí - Afirmé.
- ___, ¿Qué pasa? ¿Estás bien? - Insistió Santiago.

De repente se escuchó como movían la manija de arriba para abajo tratando de abrir la puerta.

- Preciosa, ¿Estás ahí? - Volvió a preguntar.

Chris callaba mis gemidos con besos, pero es que ¿Quién puede callarse cuando sus manos se clavan en mis caderas? Cuando la manera en la que me toma me está volviendo loca y me hace sentir cosas inexplicables, y el hecho de que Santi este afuera tratando de entrar y con la posibilidad de escuchar lo que está pasando, lo vuelve todavía más intenso, no estaba en mis planes que eso pasara, pero definitivamente me gusta.

- Nunca podría pedirte callar esos dulces gemidos, y no quiero que lo hagas, pero tampoco quiero que él escuche lo bien que la estamos pasando - Mencionó cerca de mi cuello.
- Ahogalos Chris, síguelo haciendo hasta que esta fantástica tortura acabe - Pedí.
- Te voy a hacer venir como nadie en este mundo - Afirmó.
- Todo tuyo el placer cariño -.
- ___, sino abres tendré que llamar a la policía o algo, ¿Qué pasa preciosa? - La voz de Santi volvió a oírse.
- Ay por Dios - Dije cuando finalmente toque la punta del cielo, y tras unas embestidas más, sentí como Chris hizo lo mismo.
- Dile que se vaya y vuelva más tarde y tendremos sesión de besos - Mencionó cerca de mi oído haciéndome reír.

Fin flashback

Parecía que la escena se volvía a reproducir, juro que podía vernos en el sofá, en la pared, yo solo estaba siendo una espectadora de lo que pasaba, y entre más imágenes venían a mi mente, más ganas de llorar tenía.
De pronto la puerta fue tocada dos veces y salí de mi trance, con mis manos hice un poco de aire para evitar llorar e indique que podían pasar.

- Hola mi nena bonita - Me dijo Santi con una sonrisa para después acercarse a mí y abrazarme - Sin ti aquí no es lo mismo, me iba a volver loca por no verte - Mencionó exagerando, lo que sin duda me hizo reír.
- Ya estoy de vuelta Santi, muchas gracias por ayudarme con todo - Mencioné sincera.
- No es nada cariño, debo decirte que tenemos mucho trabajo, especialmente mi diseñadora preciosa, ya tengo todo listo para decirte que debemos hacer - Aseguró.
- Perfecto, has aprendido bien a mantener el orden -.
- Aprendí de la mejor, así que seguiremos haciendo arte juntos - Afirmó.

Yo sonreí y agradecí tanto que Santi no mencionara nada al respecto de ese tema que me tiene con la cabeza ida, espero de verdad que el trabajo me mantenga distraída y me haga pensar otras cosas.

(...)

- ¿Cómo te fue? - Me preguntó Alex una vez que íbamos de camino al gimnasio.
- Bien, bastante bien, me mantuve ocupada todo el día y no sabes lo mucho que eso me sirvió, tenía mucho trabajo que hacer, además, nadie hizo preguntas al respecto del tema y no sabes cuan tranquila estuve, aún no sé muy bien que decir, ya no quiero pensar en eso - Me sincere.
- No lo hagas, no lo pienses, si te hace daño déjalo de lado - Aconsejó.
- Creo que ya estoy lista para buscar ayuda psicológica, no voy a poder enfrentarlo sola así que, bueno, quiero saber que hacer para perdonar, para dejar atrás y seguir, es que, se vuelve muy difícil - Admití.
- Entiendo que lo sea, y nadie tiene que forzarte a nada, es tu duelo pequeña, perdonar o no es algo que no estás obligada a hacer - Aseguró.
- Es que me pongo a pensar y no me cabe en la cabeza como algo tan feo como la violencia, como el maltrato que me hizo vivir Richard, haya quedado impune, y todo gracias a quien para mí era como un héroe, como ese ser mágico que vino a arreglarlo todo, el hombre que creí, el amor de mi vida -.

|Mitad mentira, mitad verdad| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora