Capítulo 11

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Bianca escuchó una puerta cerrarse de un portazo y sonrió satisfecha mientras se metía otro puñado de M&M's en la boca. Oh, el dulce sonido del karma. Porque mientras que ella había estado estudiando poco a poco cada fin de semana, Ione había decidido "aprovechar la experiencia universitaria en el extranjero" y no estudiar hasta los últimos días previos a sus exámenes.

Y por el pasillo llegaba ahora, pisando fuerte y murmurando insultos entre dientes.

―¿Qué tal lo llevas? ―preguntó Bianca, tratando de ocultar su tono divertido.

―Oh, muy bien. Solo vengo a buscar algo... ―dijo con tono alegre― dime, ¿cuál de los cuchillos que tenemos es el más afilado?

Abriendo los ojos con preocupación, Bianca dejó de mirar el glorioso cuerpo de Matt Bomer en la televisión y se giró para observar a su amiga trastear en la nevera.

―Te prohíbo suicidarte ―ordenó, con tono severo.

Ione la miró y puso un puchero.

―Tú no lo entiendes ―se defendió, con tono lastimero―. Estoy tan estresada que me están saliendo canas. Voy a tener que ir a la peluquería mucho antes de lo que planeaba para volver a teñirme ―se cogió un mechón de pelo rojo y se lo mostró, como si eso apoyara lo que acababa de decir. Lo cual no hacía. Su pelo no tenía ni una sola cana, y el tono rojo se mantenía completamente intacto.

Bianca puso los ojos en blanco.

―La Reina del Drama. ¡Ay! ―una tapa de botella se estrelló en su frente.

Se frotó el punto dolorido con la mano, mirando con el ceño fruncido a Ione, que había empezado a beber una botella de cerveza como si su vida dependiera de ello. Cuando dejó finalmente de beber (media botella después), le echó una mirada acusadora.

―Si tú estuvieras en mi situación estarías subiéndote por las paredes, y ambas lo sabemos.

―Y si tú me hubieras hecho caso cuando te dije que debías ir estudiando poco a poco, ahora estarías conmigo aquí, relajándote y viendo cómo Neal Caffrey planea robar un edificio sin que Peter se dé cuenta.

Ione abrió los ojos de par en par y se tapó las orejas con las manos.

―¡La, la, la, la, la, la! ―cantó en voz muy alta― ¡Nada de spoilers de White Collar, gracias!

Bianca se rió, causando que ella se destapara los oídos y la mirara con fastidio. Luego su mirada se desvió a la pantalla y ella abrió la boca en un jadeo silencioso.

―Dios, ¿por qué los que están más buenos son todos gays o imbéciles? ―gimió con desesperación, dándole otro trago a su cerveza.

Ella resopló.

―Tampoco podrías conseguir nada aunque no lo fuera.

La otra la fulminó con la mirada.

―¿Te restriego yo por la cara las pocas posibilidades que tienes con Chris Hemsworth? No. Pues eso. Además ―se echó el pelo hacia atrás en un movimiento coqueto―, ¿qué quieres decir con que no podría conseguir nada? Yo lo tendría a mis pies con una sola frase, por favor.

―Sí. Claro ―puso los ojos en blanco.

Ione arqueó una ceja.

―¿Qué significa eso?

―Nada, nada. Solo que tu intuición con los hombres parece estar un poco oxidada últimamente ―comentó Bianca, echándose a la boca un M&M rojo.

¿Por qué los harán de diferentes colores? Si todos saben igual. Aunque claro, si todos fueran de un solo color sería un poco aburrido...

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