Capítulo 30

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Bianca tosió después de echar el espray sobre el trapo que tenía en la mano, y refunfuñó entre dientes. Limpiar el polvo del salón no era lo que más le apetecía hacer en su rato de descanso de estudiar en uno de los pocos días sin trabajos ni clases, pero tener un piso propio requería ciertas tareas que no podían pasar por alto si querían vivir de manera decente.

Ione y ella se habían dividido las tareas según lo que menos odiaban, así que Bianca se había quedado con la limpieza general y la cocina, mientras Ione se había pedido las cosas de ropa y salir a comprar, que era justo lo que estaba haciendo en ese momento.

Era una separación algo curiosa, supuso, pero por ahora les iba bien y no se habían peleado. Demasiado.

Bianca frunció el ceño cuando se encontró con un calcetín enrollado y polvoriento detrás de un marco con una gran foto de ambas abrazadas y sonriendo ampliamente. Había sido en una fiesta el año anterior a venir a Estados Unidos, y alrededor de ellas estaban haciendo el idiota los que habían sido sus amigos más cercanos.

Con nostalgia al mirar la foto, pero con algo de asco, tomó el calcetín y lo llevó al cesto de la ropa sucia antes de continuar con su labor mientras cantaba las canciones que sonaban desde su teléfono móvil. En ese momento, era Nobody's Fault, de Aerosmith.

Pero, de repente, la canción paró en seco, y empezó a sonar Nothing Else Matters. Reconociéndolo como su tono de llamada, Bianca dejó el trapo y fue a descolgar el móvil. En la pantalla se leía "Llamada entrante de: DAWSON", seguido de un emoticono de una espada.

―¿Sí? ―contestó, con el ceño fruncido.

Hacía como una hora que le había mandado un mensaje preguntándole sobre lo que había pasado el día anterior con July.

―Hola, acabo de leer tu mensaje ―su voz sonaba ronca y rasposa, señal de que se acababa de despertar. Qué suerte, pensó ella, que llevaba ya varias horas estudiando.

―¿Vaaale? ―su voz sonó confusa al responder.

No había esperado que él la llamara, y nunca sabía muy bien cómo entablar una conversación no―incómoda por teléfono.

―Pensé que lo mejor sería hablar sobre ello por teléfono, porque no sé explicarme bien por escrito ―se justificó.

―Como quieras ―Bianca sabía que sonaba seca, pero no podía evitarlo.

Mientras esperaba a que él arrancara, cogió de nuevo el trapo y continuó limpiando.

Finalmente, él habló.

―Sé que estás enfadada porque no le dije nada... ―empezó.

Bianca le cortó.

―Es que no lo entiendo. Tú eres siempre el que se dedica a ayudar a todos, pero no hiciste nada para defenderle.

―B, tú no lo entiendes. Joel ya me había estado contando lo de July. La tía le está destrozando. Incluso le pasó un vídeo, por el amor de Dios.

Dawson parecía molesto, lo que le indicó a Bianca que debería parar de acusarle y dejar que se explicara.

―Vale. Te escucho.

―Estaba tratando de convencer a Joel de irnos antes de que hiciera una estupidez. No va a servir de nada plantarle cara, por muy impresionante que te quedara, B.

Ella frunció el ceño y apretó el trapo en la mano con frustración.

―Entonces, ¿qué se supone que tenemos que hacer? ¿Dejar que le haga lo que quiera a Joel? ¿Que él ponga la otra mejilla? Creí que eras su amigo.

EvitaciónWhere stories live. Discover now