Capítulo 3

317 80 50
                                    

"A veces volamos, a veces caemos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"A veces volamos, a veces caemos. A veces siento que no somos nada. Sueña en la luz, baila en la oscuridad."

—We Go Down Together (Dove Cameron feat. Khalid)


La mirada de Yoongi recorrió toda la casa incluso antes de entrar en esta. Sus ojos atentos captaron las plantas de lavanda que se apoyaban en macetas sobre el alféizar de las ventanas superiores por la zona exterior, tan descuidadas que las flores desbordaban por el borde en un intento desesperado por encontrar espacio.

El jardín delantero tenía la hierba bien cortada, sin embargo los manzanos de la entrada parecían no haber sido liberados de su innumerable cantidad de frutos en al menos varios meses.

—Pasa, Jimin llegará en unos minutos y te ayudará a acomodarte. Estoy seguro de que te gustará pasar tiempo con él.

Yoongi sostenía a los dos pequeños cachorros entre sus brazos, ambos dormitaban tranquilos a pesar de que solo tenían con ellos el olor de uno de sus padres. Durante el corto trayecto en coche desde el hostal de los Jung hacia la casa de Hoseok, no había permitido ni por un solo instante que las caritas de estos se apartasen de su camiseta. No quiso que ninguno de los lobos que se movían de un lado a otro por los caminos del norte, los viesen.

—Deja que quite tu maleta del coche y te llevaré hacia la habitación de invitados. Hay una libre abajo y otra disponible en la parte de arriba, puedes escoger la que más te guste aunque si quieres una recomendación, en el piso superior la luz del sol permanece por más tiempo —Hoseok carraspeó levemente—. Quizás eso sea bueno para los pequeños.

El lobo de las tribus se limitó a fruncir el ceño, volviendo a repasar con su mirada la estancia ante sus ojos mientras daba algunos pasos hacia el interior. El hall de la casa era amplio y llevaba hasta un saloncito con cocina de hierro y barra de piedra. No había demasiadas señales de que alguien viviese entre esas paredes a juzgar por el exagerado orden y la limpieza. Tan sólo la multitud de cuadros con imágenes familiares que se extendían sobre la chimenea y un par de mantas bien encartadas sobre el sofá, aportaban pruebas de que el guardián norteño vivía realmente allí.

—No paso mucho tiempo en casa, así que no te molestará mi presencia. Ni a tí, ni a tus cachorros. Sé que tardaréis un tiempo en lidiar con mi aroma pero se supone que de momento eres un prisionero. Tendrás que soportarlo, ya que este es mi hogar, es mucho mejor celda de la que tienen el resto de prisioneros con los que he lidiado.

El lobo no contestó, en lugar de eso olisqueó el ambiente. Después de un año en el hostal los olores y aromas de otros lobos habían dejado de molestarle pero seguía siendo irritable que estos se colaran entre el aroma natural de su hijo. Sin embargo, la casa de Hoseok no tenía un fuerte olor. De nuevo, parecía que el lugar tenía poco uso.

ALPHA PLEASURE (YOONSEOK) - THE HOWLING SAGA ☽ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora