Capítulo 36

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“Muéstrame la casa en la que crecí y el bosque donde solía jugar. Pequeño barco estable llévame a casa porque estoy lejos. Hasta el minuto, hasta el segundo. Puedo sentir cada respiración desarrollarse.”

—Down To The Second
(Zach Berkman)

Las diferentes unidades de rastreo y ataque de la guardia de la Unión, avanzaron sin separar sus caminos hasta que lo que parecía ser la parte central del poblado de cazadores apareció ante sus miradas. Algunos caminaban en su forma animal, sin embargo la mayoría se mantenían en pie como humanos, pues conocían más que bien las consecuencias que ser descubiertos así fuera de la montaña podría acarrear sobre todo su clan. Había sido una decisión de última hora, una que no gustaba a todos pero que llegó después de que aquellos que desconocían la profundidad de la niebla se toparon con esta de frente. La vista de un lobo en su forma animal siempre era mucho mejor que la de su forma humana y por eso aquellos que abrían la marcha eran los mismos que no deberían ser vistos en estado de conversión. Nada ocultos y nada protegidos. Incluso si ellos mismo quisieron eso que ahora estaba sucediendo.

A algo como aquello se le llamaba sacrificio y Hoseok estaba bastante cansado de ello después de muchos años teniendo que ver ir y venir a guardianes alrededor de su hogar. Demasiados lobos lastimados por una guerra sin sentido. Ahora era otro el motivo que los empujaba a arriesgarlo todo pero… ¿Realmente valía la pena empezar de nuevo? ¿Otra vez? ¿Para lograr el qué exactamente?

—Esto es un maldito despropósito —algún viejo guardián sureño se quejó cerca de Hoseok y aunque este odiaba tener que ponerse del lado de los sectores más tradicionalistas, lo cierto es que lo era—. Si nos descubren, ellos serán los primeros a los que verán. No podemos estar entrando de esta manera en territorio de cazadores sin tan siquiera darle algunas vueltas al asunto. ¿No entendéis lo peligroso que es?

Se trataba de Kang, ahora que se detenía a escucharlo bien Hoseok ya podía situarlo. Si el padre de los hermanos Jung estuviera vivo probablemente lo hubiese reconocido con solo una mirada. Habían compartido batallas enfrentadas durante una vida completa y se habían visto crecer el uno al otro desde diferentes perspectivas y bandos, con un río de por medio separando sus caminos la gran mayoría del tiempo. Era una de esas personas en el sur que su padre se había atrevido a admirar como guardián en voz alta. Porque el viejo Kang era tradicionalista pero aún con todo no se apegaba a un régimen dictatorial. Cuando Kang luchaba lo hacía bajo su propio criterio. Y fue tan bueno en batalla que a ningún dirigente le importó esa vena rebelde que siempre parecía crecer bajo su cuello e hincharse cuando alguna orden no le agradaba.

Ahora ahí estaba. Lejos de encontrarse ante su padre dispuesto para luchar, se situaba cerca de dos hermanos Jung. En el mismo bando. Con menos fuerza por la edad que lo acompañaba pero la misma mentalidad. Kang no se dejaría convencer fácilmente por algo que dijera un líder, para que él luchase la batalla tendrían que darle razones suficientes. Y racionales.

—¡El viejo Kang tiene razón! —otro lobo se revolvió en su posición—. Ni siquiera sabemos quién puede estar esperándonos detrás de la niebla. Podríamos estar fácilmente caminando hacía una muerte segura.

Sungjae frenó sus pasos y sostuvo con fuerza la mano de Joy.

—Antes de venir aquí os pregunté a cada uno si estabais dispuestos a morir por la Unión y vuestra respuesta fue positiva. Más de una decena de veces lo hice. Me aseguré bien de que mis palabras fueran comprendidas.

—¡A morir en batalla o luchando por un mejor futuro, líder! ¡El suicidio es una cosa bien distinta! —y ese había sido un norteño perteneciente a la unidad habitual de rastreo que dirigía Jung Hoseok.

ALPHA PLEASURE (YOONSEOK) - THE HOWLING SAGA ☽ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora