Capítulo 38

222 40 21
                                    

“Soy yo quien ha estado cavando su propia tumba. Me tiro tierra a la cara, sí. Cavando mi propia tumba. Y cada noche me despierto de este sueño recurrente en el que estoy conduciendo por la ciudad y los frenos fallan. No puedo detenerme en el semáforo en rojo, no puedo desviarme de la carretera. Leí en algún lugar que es porque mi vida se siente fuera de control. Y le digo a alguien que lo amo solo como una distracción, me dicen que me aman como si fuera una atracción turística. Están cambiando mi maquinaria, y simplemente lo dejo suceder. Conseguí las cosas que quería pero simplemente no es lo que imaginaba.”

—Making the bed
(Olivia Rodrigo)


El todo de aquellos dos muchachos en realidad se parecía sorprendentemente a la teoría que la guardía de la Unión había llegado a barajar después de poner sobre la mesa varias posibilidades basadas en aquellos hechos que sus misiones de rastreo arrojaron.

Habían acertado en que los cazadores estaban trabajando con brujos pero desde luego no en que lo hubieran decidido hacer por ellos mismos. Y a decir verdad ya no podían afirmar que todos estos fuesen culpables de seguir una reciente necesidad de poder y gloria que los Pétalos de Zafiro le regalarían a sus gentes y a su población envejecida.

—Vuelve a contarlo. —Jungkook suspiró, todavía sin hacer un esfuerzo evidente por soltarse de unas ataduras que en realidad no estaban haciendo un buen trabajo por retener a su lobo.

—Bien, de nuevo —el cazador murmuró, y volvió a contar su historia—. Lo que verdaderamente sucedió fue que la gran mayoría de cazadores de este poblado resultaron obligados a seguir las órdenes de una pequeña facción de cazadores a los que le fueron concedidos poderes después de forjar alianzas jamás esperadas. Nos pilló, por decirlo de forma sencilla, completamente desprevenidos.

—¿Qué tipo de poderes? —Yunho preguntó.

—¿Acaso importa? Mi gente no pudo defenderse, es todo lo que hay que tener en cuenta aquí. —respondió el cazador.

—Responde a l..la maldita p..pregunta. Por supuesto que importan s..sus poderes. S..sobretodo si ahora nosotros tendremos que enfrentar l..lo mismo que tu gente ha e..enfrentado.

Hoseok ni siquiera podía argumentar una sola cosa en contra de las palabras del lobo de viento. Por primera vez en mucho tiempo los dos estaban plenamente de acuerdo en algo que no tenía nada que ver con el placer corporal y puramente instintivo.

—No les han proporcionado ningún poder que vaya a durar una gran cantidad de tiempo —el brujo joven carraspeó—. Han consumido pociones de fuerza. Eso es todo. Ahora golpean mucho más duro de lo que hacían antes, más duro de lo que lo haría cualquier humano promedio en realidad.

—Pero en cuanto el efecto se va… —Yunho intentó adelantarse.

—Cuando el efecto se va la fuerza se diluye. Como una aspirina y el dolor de cabeza. ¿Lo entiendes de esa forma, lobo?

—Así que ahora un ejército de cazadores dopados se ha unido a un aquelarre de brujos y está dispuesto a pisotear a su propio pueblo si este se interpone en su camino hacia los Pétalos de Zafiro. ¿Lo he pillado? —Jungkook rodó los ojos—. Mierda, colega. Debí haberme quedado en la cima de la montaña contando estrellas y follando todas las noches. Era mucho mejor que esto. No recordaba la angustia de la guerra y ahora estoy metido de lleno en una que ni siquiera es realmente nuestra. Solo somos una piedra en el camino de dos facciones de locos llenos de ambición con magia entre sus manazas.

Se trataba un poco de aquello a lo que en la naturaleza los lobos le llamarían ley de supervivencia. El más fuerte gana y lidera. Y eso fue exactamente lo que hicieron los cazadores que lograron controlar algunos aspectos de la magia oscura gracias a sus pactos con los brujos que asolaron el pueblo por el que más tarde la unidad de rastreo de Hoseok decidió pasearse. Ganaron y obligaron al resto a adaptarse a sus reglas. Como si un nuevo mundo estuviese comenzando de cero. Con pociones que les permitían gobernar tiránicamente y brujos cubriendoles las espaldas, nadie pudo decir que no abiertamente y el que se atrevió a hacerlo, simplemente terminó mal parado.

ALPHA PLEASURE (YOONSEOK) - THE HOWLING SAGA ☽ Where stories live. Discover now