Capítulo 25

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"Tengo miedo de todo lo que soy. Mi mente se siente como una tierra extranjera. El silencio suena dentro de mi cabeza. Por favor llévame, llévame, llévame a casa."

—Arcade
(Duncan Laurence)

El segundo y el tercero de la madre de Jungkook eran lobos que Taehyung recordaba haber visto en algún momento de su vida. De aspecto agradable, sonrisa ligera, piel morena y ojos azules. Respondían por completo al prototipo de lobo sureño y sin embargo él sabía que no lo eran porque de serlo nunca formarían parte de un grupo que dedicaba su vida a ayudar a una causa que desde el principio estaba en contra de todo aquello que muchas generaciones de líderes de líderes Jeon pleaneron.

—Los libros tendrán que regresar a la sede en cuanto terminéis de leerlos —el más bajo de los lobos era un beta de joven edad pero su voz sonaba como la del alfa más experimentado—. Estoy seguro de que en el capítulo trece hay algunas menciones sobre el poder de curación que tienen los pétalos de zafiro. En cuanto a la flor en sí, creo que son pocos los libros en los que se recogen datos directos al respecto sobre su uso. Encontrareis muchas teorías pero pocos estudios que concreten en su uso. En definitiva, muchas leyendas y pocas historias verídicas.

El lobo ajustó sus anteojos, parecía escéptico ante el tema que envolvía a la flor y sin embargo evidentemente interesado al respecto a juzgar por la manera en la que estiraba su cuello cada una de las veces en las que Taehyung pasaba una página del libro que se encontraba revisando en ese instante.

—Los ejemplares no pueden salir de esta casa pero os daremos privacidad para revisarlos. Son libros especiales, los hemos guardado y cuidado durante años.

Jungkook y Taehyung compartieron una breve mirada. Pasarse horas teniendo que leer no era el mejor de los planes cuando eso era justamente lo que habían hecho horas atrás, y más teniendo en cuenta que ni siquiera sabían qué era exactamente lo que buscaban pero al menos en ese instante su búsqueda parecía un poco más encaminada e interesante, sobre todo si tenían en cuenta el detalle de que estaban a punto de visualizar ejemplares que llevaban siendo salvaguardados al menos un par de siglos desde el inicio de la guerra entre sus manadas.

—Os prepararé una infusión de lavanda y arándanos. Es buena para el dolor de espalda —la señora Jeon dejó escapar un suspiro entre sus labios antes de levantarse de su asiento—. Estoy segura de que a Marcus y a Miller les encantará ayudaros a revisar sus amados libros. Ellos se han encargado durante años de evitar que lleguen a manos equivocadas.

Aquello fue lo último que dijo la madre de Jungkook antes de desaparecer entre las puertas de la cocina. Ninguno de los alfas jóvenes se negó ante aquella oferta, porque sin duda les dolería la espalda. Y sin duda estaban seguros de que Marcus y Miller no apartarian ni por un solo instante sus iluminadas pupilas de ellos mientras sus garras se encontrasen posadas sobre esas antiguas páginas.

—Sé que no es mi casa pero como hijo de la dueña voy a atreverme a pediros que os senteis. Maldita sea, vuestra mirada insistente me está poniendo de los nervios.

—Sí, definitivamente segundo eso.

Taehyung se dejó caer contra el respaldo del sofá y estiró una de sus manos para hacia la nuca de Jungkook donde sus dedos envolvieron el cabello ondulado de este.

—Sentaos, por favor.

(***)

—Estoy harto de esto.

Hoseok se quitó las gafas y las dejó caer sobre la mesa para a continuación lanzar el ejemplar de herboristería lo más lejos posible de su regazo. Había perdido la cuenta de la cantidad de afecciones y apéndices leídos en la última hora. No tenía ningún sentido continuar con la investigación de ese modo. Era probable que Yoongi supiese mucho más de la flor que ellos, incluso si los conocimientos del lobo solo eran tradiciones basadas en las creencias de su tribu.

ALPHA PLEASURE (YOONSEOK) - THE HOWLING SAGA ☽ Where stories live. Discover now