Capítulo 51

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"Podría llorar solo pensando en ti, cada línea que escribo es algo sobre tí, cada chico que quiero se parece a tí, cada libro que leí... Solo leo por tí. Cada pieza de arte es solo para recordarte. No conozco quién soy con o sin tí, pero supongo que estoy por descubrirlo. Sí, supongo que estoy a punto de averiguarlo."

—Could Cry Just Thinking About You

(Troye Sivan)

Hoseok sintió la falta de aire mucho antes de que sus ojos comenzasen a notar que los árboles a su alrededor se volvían borrosos. Fue entonces cuando la voz de Yoongi, que había sonado alta y clara a lo largo del camino hacia el campamento, se difuminó como lo haría la pintura al caer en un vaso de agua.

Y con la voz conocida en el interior de su mente, también lo hicieron las altas copas de los árboles. Las tonalidades invernales y formas desaparecieron hasta fundirse en negro. El olor conocido del hogar no llegó para recibirlo tras posar sus pezuñas en la tierra cubierta por los vestigios de las nevadas más recientes. Algo estaba sucediendo en su cuerpo y no lograba controlarlo.

(***)

—¿Va a r..recuperarse?

—Lo hará, pero una maldición no es algo que pueda ser retirado del organismo de un lobo con la misma facilidad que lo sería un resfriado. Se trata de una especie de magia muy distinta a la que nosotros solemos usar. Mi papel como sanador se queda pequeño, lo único que puedo hacer es reducir sus síntomas y evitar que continúen extendiéndose.

Una pausa.

Hoseok podía oler a las personas cerca, sabía que Yoongi y Elia lo acompañaban. También era consciente de que Seokjin se encontraba preparando alguna especie de cura para lo que sea que la bruja le hubiese hecho por medio de la hervidura de hierbas.

Y aún a pesar de eso, no lograba encontrar fuerza en su cuerpo para abrir los ojos o mover un solo dedo. La magia oscura estaba paralizando a su animal como un yugo hormigueante y punzante que lo mantenía pegado al camastro y no le daba tregua.

Sabía que era su propia culpa, decidió enfrentar con su poder el de aquella mujer sin tan siquiera pararse a pensar en qué exactamente era lo que la bruja estaba enviando. Y ahora ni siquiera sabía qué era lo que había pasado con la estaca. ¿Yoongi y Elia la habrían puesto a salvo?

Maldita sea. Si tan solo pudiese moverse. Él... Él...

—Eso no s..suena bien.

El guardián altiorem olisqueó algo más, de hecho casi lo saboreó. Hogar.

Pudo distinguir el aroma de su madre, de sus hermanos pequeños y la sensación familiar de Winter y Drako respirando muy despacio cerca. Los lobeznos soltaban el aire sin prisa ni miedo, dormidos entre los brazos de Yoongi con toda probabilidad. El olor de los pequeños era sencillamente inconfundible, formaba parte de sus rutinas desde el momento en el que nacieron.

—No estaba tratando de hacerlo sonar bien, Yoongi —Seokjin movió algo que se parecía al metal tropezando con más metal—. Tendréis que recurrir a los druidas si queréis que se cure. Está en manos de la Diosa Luna ahora. Mis habilidades no son infinitas, por desgracia.

—Seokjin hará todo lo posible, eso es lo que intenta decir —Namjoon suspiró—. Pero si él admite no poder hacer otra cosa además de detener la extensión de la maldición y quitarle el dolor momentáneamente a Hoseok, puedo jurar que es porque sabe que no hay nada en su botica que tenga poder para contrarrestar la magia negra de esas nigromantes.

ALPHA PLEASURE (YOONSEOK) - THE HOWLING SAGA ☽ Where stories live. Discover now