☽ Min Yoongi ansiaba venganza. Como único y último heredero del legado de las tribus del norte y lobo de viento, deseó imponer justicia desde el instante en el que un ataque inesperado rompió su rutina, su naturaleza amable, su familia, su amor y su...
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"El sicomoro le hace sombra al Sol ardiente. Nada más que una palabra, una palabra irrefutable. Qué rompecabezas es eso de estar enamorado, eso de plantar tus raíces y luego sacarlas"
—Sycamore (Ed Sheeran)
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Yoongi no pudo evitar sentirse completamente solo en esa sala de estar en la que Hoseok había tomado asiento después de aceptar una camiseta de Namjoon para cubrirse un poco. Ahora no solo se encontraba con el guardián, sino que la pareja de alfas que parecía haber regresado a su manada después de un tiempo empezaba a ser rodeaba por sus familiares y amigos. Y desde su posición el podía ver y escuchar todo, como una pared o una maldita lámpara que se encontraba en la estancia pero nunca tenía el derecho a voto o debate.
Se sentía tan fuera de lugar que fácilmente podría haberse escabullido por una de las ventanas sin que ninguno de los presentes pusiera la más mínima atención sobre sus actos. De hecho, casi se sentía tentado a intentarlo.
—Maldita sea, de veras pensaba que no volveriais. ¿Sabes lo solo que me he sentido? Estoy seguro de que Taemin ha llegado a su límite con lo que respecta a tener que escuchar mis protestas día y noche.
—Estaba casi en el borde, sí. —confirmó el mestizo de sombras.
Yoongi observó el modo en el que Taemin estiraba una de sus manos con naturalidad para revolver el cabello del omega y ver la reacción de Jimin le hizo recordar los primeros momentos de amor que él había sentido. Parecía que había pasado una eternidad desde aquello. Desde que había amado y sido correspondido por la persona con la que soñaba todas las noches.
—Pero creo que mi sacrificio ha valido la pena. He recibido ciertos premios por soportar las protestas de las que habla. No es tan costoso y he terminado por convertirme en un agricultor experto después de ayudar durante meses en el proceso de fertilización de las tierras del norte. Todo ha sido ganar.
El omega que había acompañado a Yoongi con anterioridad en la casa de Hoseok, ahora se encontraba sentado a un lado de Taehyung y mantenía uno de sus brazos extendido alrededor de los hombros de este en un gesto cariñoso. Lo estaba abrazando de la misma forma en la que Yoongi hubiese abrazado a un viejo amigo.
—Necesitábamos desconectar de todo esto —Jungkook se acomodó más cerca de Taehyung, evitando de alguna forma la mirada de aquella que Yoongi había escuchado que era su madre—. Pasaron muchas cosas antes de que nos fuésemos y estoy seguro de que siguen ocurriendo. No hemos vuelto por la razón más feliz pero me alegra saber que hay planes para recuperar tierras de cultivo. El enfrentamiento entre Lunas dejó el territorio especialmente lastimado.
—Ni por la razón más adecuada tampoco. —estuvo de acuerdo el otro alfa.
—Esta casa está completamente abierta para recibiros en caso de que lo necesitéis —la líder Jeon extendió una mano para apoyarla sobre la rodilla de Jungkook—. Hay habitaciones vacías que necesitan un poco de vida y después de lo ocurrido con el campamento de guardianes, entendería que no queráis quedaros en las nuevas cabañas. Tenéis el gimnasio, las cocinas, la biblioteca y literalmente cada sala de esta casa a vuestro servicio. ¿Querrás incorporarte de nuevo a la guardia, Kook?
