☽ Min Yoongi ansiaba venganza. Como único y último heredero del legado de las tribus del norte y lobo de viento, deseó imponer justicia desde el instante en el que un ataque inesperado rompió su rutina, su naturaleza amable, su familia, su amor y su...
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"Armonías solitarias, melodías rotas. Energía embriagada de amor, estoy en lo más profundo del océano. Oh, odio esta distancia y odio cantar."
—Broken Melodies (NCT DREAM)
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Yoongi repitió aquello que le había contado al guardián altiorem ante los líderes de la Unión. Le costó encontrar las palabras para expresarse sin necesidad de recurrir a la comunicación mental, por suerte nadie lo presionó para hacer las cosas rápido. Logró decir aquello que necesitaba, con la mano de Hoseok apoyada sobre su hombro acompañada de la sensación de que su corazón estaba a punto de desbocarse.
—Bien. Habilitaremos un nuevo grupo de rastreo para comprobar las cuevas en las que esa planta nace y florece, Yoongi nos guiará a través del camino si es posible. Sea como sea, debemos asegurarnos de que no han obtenido lo que parecen querer.
—Todavía no sabemos si los Pétalos de Zafiro tienen el poder que narra la leyenda pero no estaría de más revisar la zona en la que nace la planta. Si alguien ha tratado de alcanzarla, con suerte habrá dejado un rastro más potente que aquellos con los que nos hemos topado hasta ahora. Sería ideal hallar algo que de verdad podamos analizar sin caer constantemente en teorías y conjeturas.
Las palabras de Sungjae no dejaban derecho a réplica, sin embargo Hoseok sintió las ganas de hablar quemando en el interior de su garganta. Había cosas que no le había mencionado todavía al chico de las tribus, entre ellas esa que le confesó a Jimin semanas atrás. Aquel aroma diferente y desconocido que llegaba hasta uno de los túneles subterráneos que tenía salida cerca de la casa de líderes en la que se encontraban en ese instante, era un secreto que tan solo unos pocos conocían. Concretamente, su unidad de rastreo.
A parte de con los líderes, Park Jimin y cuatro de sus hombres de confianza, Hoseok no había mencionado el tema en lo absoluto porque ninguno de ellos parecía seguro acerca de la explicación correcta. Pero ahora las cosas resultaban un poco diferentes porque si aquellos que deberían conocer los túneles ni siquiera estaban seguros acerca de la gran parte de callejones encrucijados que los formaban, no parecía descabellado pensar en que un lobo perteneciente a las tribus pudiera descifrar las rutas ocultas tras años de polvo y vegetación. No cuando estos conocían todo aquello que se movía, vivía y existía bajo la tierra que rodeaba el territorio de sus manadas.
Llevar a Yoongi a la cima de nuevo sin advertirle acerca de ese descubrimiento sería una acción cuanto menos egoísta, sin importar la poca información de la que disponían acerca del origen de aquel aroma. Y si existía la posibilidad de que el rastro apreciado en los túneles tuviese algo que ver con una persona que provenía del mismo lugar que él... Fuese como fuese. Todavía no sabían cuál sería y cómo afectaría al lobo de las tribus toparse con la presencia familiar de aquello que creía completamente perdido.
