Capítulo 1: Cachorro abandonado

418 50 1
                                    

Aylen

Ana, una de mis amigas, me recibe con los brazos abiertos y una gran sonrisa en su boca cuando me ve correr hacia ella sin importarle que esté sucia y sudada por el juego.

—Estuviste increíble.

—¡Lo sé! Aunque casi me rompo el tobillo pateando la jodida pelota esa —le respondo apartándome.

Debería estar un poco triste ya que esta es la última vez que juego futbol con mis compañeros de instituto. He jugado este deporte desde que tengo uso de memoria, siempre me gustó y mi padre no dudó en comprarme lo necesario para empezar a jugar.

Conforme pasaban los años, iba mejorando en mis prácticas en el instituto.

Pero tampoco es que quiera dedicarme a eso, no. Me gusta, pero no me veo en eso el resto de mi vida, el fútbol para mí es un escape para divertirme, y ahora que acabé mi último año de instituto, eso ha acabado para mí, lamentablemente.

—¿Te llevo a tu casa? —pregunta acomodando su cabello castaño detrás de su espalda. Ana es una chica muy linda, esos ojazos mieles han logrado tener a muchos babeando por ella.

—No, me iré caminando —sacudo la cabeza y ella asiente.

—De acuerdo, nos vemos después —me lanza un beso.

—Yo lo creo.

Ruedo los ojos dándome la vuelta yendo a los cambiadores por mis cosas. Ahí me despido de mis compañeros y amigos, que ya no volvamos a jugar no significa que no nos veremos otra vez, bueno, al menos por estos dos meses antes de que llegue el momento de que cada uno se vaya a una universidad diferente.

A lo lejos mi entrenadora se despide de mí y yo le devuelvo el saludo. Esa mujer me ayudó bastante, no solo a mí, sino a todo el equipo. Estamos muy agradecidos con ella.

Salgo del establecimiento y empiezo a caminar, mi casa no está tan lejos, y aunque mis pies duelen un poco, tengo que caminar porque necesito hacer una parada antes.

Diez minutos después doblo a la izquierda para poder entrar a la cafetería en donde venden los mejores postres del mundo. Y en donde mi mejor amigo trabaja el día de hoy en adelante.

Lo veo del otro lado de la vitrina escribiendo en una de sus libretas.

—Buenas tardes. ¿Qué desea pedir? —pregunta sin levantar su cabeza.

—Que adorable te queda esa gorra.

Levanta su cabeza de golpe y maldice en voz baja, yo solo puedo reír al ver su cara de espanto y enojo al verme.

—Hola, Aylen. ¿Viniste a burlarte de mí?

—Nop. Vine a ver cómo te va en tu primer día.

Verán, el lugar es de su hermana mayor, pero ella tuvo un accidente que ocasionó que se rompiera una de sus piernas. El doctor le dijo que no le quitaran el yeso hasta dentro de dos meses, o sea que pasará el verano entero andando en muletas. Por eso le pidió a él que se encargara de la cafetería, no confía en nadie más para eso.

—Ajá.

Bufo cuando lo veo moverse hacia el otro lado con tal de ignorarme. Ah no, eso no.

—Cameron.

—Aylen.

—Necesito un favor.

Sus ojos bicolores se posan en mí con duda.

—¿Qué?

—No me hables así, idiota —lo señalo.

Suelta el aire lentamente y plasma una sonrisa en su boca que parece más una mueca.

Conquistándolo [Libro 1 & 2]Where stories live. Discover now