Conquistándolo [Libro 1 & 2]

Capítulo 17: Perdiendo el control

Aylen

Todo está listo. Las chicas están aquí, la comida está preparada, las películas que veremos ya están decididas y solo hay un problema, un pequeño detallito.

Mi hermano y los chicos.

Aidan escuchó sobre nuestra pijamada esta noche y se le ocurrió la gran idea de invitar a dos de sus amigos y a los chicos diciendo que no es justo que nosotras nos divirtamos y ellos se queden de brazos cruzados, por lo que ahora ellos están en el jardín en este momento haciendo una parrillada.

En serio, ahora quiero matarlos.

Sus voces se escuchan desde la cocina mientras buscamos los snacks que compramos, ya cada una tiene su pijama puesta y listas para comenzar la noche.

—La última vez que estuve en una pijamada tenía once años y fue con mi madre y mi prima de cinco —comenta Audrey mientras bebe agua.

—Que horrible —se ríe Hazel.

Ella se encoge de hombros.

—Nunca fui de tener amigas, mis padres eran mi única compañía además de mi hermano.

—No te preocupes por eso —Ellie le guiña el ojo —. Ahora nos tienes a nosotras como tus nuevas amigas.

—Hablen por ustedes.

Todas miramos a Ana cuando lo dice, ya que yo estoy más cerca de ella golpeo su costado y solo se encoge de hombros mientras come Doritos.

Miro apenada a Audrey, pero esta solo finge que no la escuchó.

Mañana hablaré con Ana sobre sus comentarios ácidos hacia Andrey. Todas hemos notado que no le gusta su presencia, sus gestos en la cara son fácil de descifrar cada que ella habla o dice algo, y sinceramente no voy a dejar que la trate así.

Luego de que se fue el otro día no hemos hablado sobre los problemas que sé con certeza tiene últimamente, es mi amiga desde hace años y por más que me diga que está bien no le voy a creer.

La entrada de mi hermano a la cocina corta el pequeño silencio que se ha quedado tras el comentario de mi amiga, Aidan tiene un sonrisa de burla al vernos, especialmente cuando sus ojos se enfocan en la pijama de Ellie. Es un traje de Bob Esponja que le regalé hace dos años, hace juego con el mío -que no tengo puesto- de Patricio Estrella.

—Espero y no las molestemos mucho esta noche, señoritas —dice el muy idiota.

Ellie bufa.

—Te encanta joder, ¿verdad?

Mi hermano la mira fijamente y abre la boca, pero al final suelta una risita y sacude la cabeza como si mejor prefiera no decir nada.

—Para nada. Yo vine por unas cervezas, así que si me permites...

Adían camina hacia el refrigerador y ya que ella se encuentra justo al lado sus cuerpos se rozan, mi hermano se inclina para susurrarle algo en el oído, lo que hace que a esta se le ponga todo el rostro rojo.

Estos dos.

—Ya me harté. ¿Vamos a subir o nos vamos a quedar viendo a tu amiga ponerse como un tomate toda la noche? —se exaspera Ana mirándome — Porque puedo irme al jardín con los demás.

Ellie se aparta de mi hermano y carraspea la garganta, le doy una mirada clara que le dice que no le responda a lo que acaba de decir, solo la veo apretar sus puños y rodar los ojos. Esta noche es para disfrutar, no para estar matándose entre Ana y las demás, por lo que todas subimos con las manos llenas de snacks a mi habitación dejando la tensión atrás.