Capítulo 30: Algo entretenido

134 25 0
                                    

Adrien

Tan solo bajo de mi auto, soy interceptado por una pequeña persona que parece furiosa al clavar sus ojos en mí.

—Contigo quiero hablar —dice, hundiendo su dedo índice en mi pecho.

Confundido, miro detrás de ella, sin saber qué hacer.

—Eh... hola, Ellie. Que bueno verte.

Su rostro tiene un tono rojo, por poco como su cabello. Las aletas de su nariz se mueven conforme respira con rapidez. Está enojada. Parece que bastante y me pregunto porqué parece ser que todo ese enojo está dirigido a mí.

—Hola, Adrien —sonríe falsamente, ladeando su rostro —. Lamento decirte que para mí no es un gusto verte en estos momentos.

—De acuerdo... —digo aún más confuso.

—Deberías preguntarme por qué.

El lugar entre mis cejas se arruga con su orden. ¿Le picó algo o qué?

—Ellie, no te entiendo nada.

Bufa dando varios pasos atrás, se cruza de brazos y me observa aún más enojada. ¿Qué le hice? Que yo recuerde nada.

—Te diré una cosa, si solo quieres jugar con Aylen y pasar un buen rato con ella debiste de decirlo desde un principio y no jugar con ella —habla, esta vez llevando las manos a su cadera.

—¿De qué estás hablando? —arqueo una ceja.

—Pues de lo que le estás haciendo a mi amiga, idiota —me reclama alzando la voz. Miro hacia el el portón de la casa al lado de la mía, esperando de alguna manera verla cerca.

Claro, idiota. Estará ahí después de cómo la has tratado.

Con que a esto vino Ellie. No me enoja, me merezco todo lo que ella tenga para decirme en mi contra con tan mal comportamiento que he tenido estos últimos días. Soy un idiota por evadirla después de que me preguntara por Markos, mi hermano.

Me tomó por sorpresa que hiciera esa pregunta, nunca me lo esperé ya que no le había hablado de él en ningún momento.

No considero a Markos como tal y por eso no creí que hablar sobre él fuera de gran importancia.

Me fui de su habitación aún cuando la tormenta no había pasado en un acto de cobardía, lo acepto. Le evadí varios días porque sabía que su curiosidad por saber seguía intacto y mucho más ante la reacción que tuve esa vez. La cagué al no buscarla y pedirle una disculpa por mi comportamiento, peor cuando nos vimos aquí mismo y fui borde con ella luego de verla bajar del auto de su ex-novio.

Tonto, eso es lo que soy.

Esperaba verla algunas veces cuando me encontraba con sus amigos o su hermano y disculparme con ella, pero simplemente no se dejaba ver. Odiaría que ella no quisiera verme, aunque me lo merezco.

No creí que me haría tanta falta pasar mi tiempo con alguien, por muy patético que suene. Pero la verdad es que la extraño, a ella y su loca manera de ser que aunque no lo quiera, me tiene fascinado.

—¿No vas a decir nada?

Pestañeo varias veces ante la exclamación de la pelirroja.

—No —respondo y ella abre la boca ofendida, por lo que me apresuro a terminar de hablar —. Sé que ninguna cosa que te diga cambiará el hecho de que me he comportado como imbécil con Aylen.

—Lo aceptas.

Me encojo de hombros y meto mis manos en los bolsillos de mi pantalón. No voy a negarme.

Conquistándolo [Libro 1 & 2]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt