Capítulo 28: Nos vamos de viaje

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Aylen

Luego de volver de casa de Audrey, nos dirigimos a una pizzería en donde encontramos a los chicos sentados en una mesa del fondo.

No me sorprende encontrar a Ellie en medio de ellos, sonriente y para nada cohibida con la presencia de Ana. Sí, mostrarse débil frente a ella no es algo que iba a hacer.

—Miren a quiénes tenemos aquí —Nick es el primero en notarnos —. Rubia y chica pitufina.

—¿Pitufina? —pregunto entre risas.

—El tonto de Nick no deja de llamarme así ahora —Hazel rueda sus ojos a la vez que toma asiento al lado de Levi.

Yo en cambio tomo el lugar en medio de Ellie y Cameron, recibiendo el efusivo abrazo de mi mejor amiga.

Oh, vaya —me hago la sorprendida, tratando de que solo ella me escuche —. ¿Te acordaste de mi existencia?

Hace un puchero y pega su mejilla a la mía.

—Lo siento, Aylen.

Hago un gesto desinteresado, no me molesta que ella y mi hermano pasen tiempo juntos, si ahora que por fin se dieron la oportunidad no esperaba menos. Pero sí es verdad que extraño tenerla solo para mí.

—No importa —me encojo de hombros.

—Claro que sí —frunce el ceño, alejándose de mí —. No quiero que te sientas excluida ni tampoco que pienses que te voy a hacer a un lado por Aidan —me toma de las mejillas y las apachurra, haciéndome quejar —. Prometo que esta noche te recompensaré.

La risa de Nick la corta en el momento que se inclina hacia ambas.

—Eso sonó un poco raro —le dice burlón.

Ellie chasquea la lengua y le lanza una servilleta al rostro.

—Piérdete —le saca la lengua.

Y justo así, Nick vuelve a hacerlo, como si ambos fueran niños pequeños.

Por un tiempo pensé que estos dos estarían tensos el uno al otro ahora que Ellie y mi hermano son novios, ya que con Nick pasó algo el año pasado, pero me tranquiliza verlos charlar como siempre.

Suspiro internamente.

Eso es bueno, al menos, tolerar otra tensión más, cómo la que se puede palpar en el aire debido a que Ana no deja de mirar a cada nada a Ellie con desagrado, sería agotador.

La ignoro, esta vez no pienso ser yo quien la busque como está acostumbrada a que pase.

Me concentro en las conversaciones con los chicos, relajándome al estar rodeada de ellos.

Pedimos pizza, abucheando a Levi al pedirla con piña. En serio, no sé cómo puede comerla así, solo de verlo saboreándola para molestarnos, me da un poco de asco.

Por un buen rato me olvido de Ana, lo qué pasa en la empresa de mi padre y el hecho de que Adrien siga ignorándome.

Me trago ese sinsabor en la punta de mi lengua. No quiero pensar en él.

—Oye, Aylen —Cameron me llama en un susurro.

Tiene la mirada perdida en su porción de pizza, ni siquiera le ha dado el primer bocado.

—¿Qué pasa? —inquiero recostándome de su costado mientras los demás no dejan de hablar y reír por algo que Hazel dice.

—¿Cómo está Audrey?

Una media sonrisa se asoma en mis labios al notar su nerviosismo, ese que quiere ocultar tratando de lucir tranquilo. Pero yo lo conozco y me doy cuenta de su interés por ella.

Conquistándolo [Libro 1 & 2]Where stories live. Discover now