Capítulo 38: Es una promesa

151 23 0
                                    

Aylen

Falta menos de un mes para que viaje a Londres y comience mi vida allá. Lejos de mis padres, lejos de Verónica... lejos de mi casa.

Papá compró un departamento el cual compartiré con Ellie, quiere que tenga compañía y no me sienta sola en ningún momento. Aunque no sería un problema ya que Camilo vive cerca, en un condominio y podré visitarlo cuando no esté trabajando.

Ellie estudia psicología forense, ya terminó el primer año y va por los que restan. No tengo miedo al cambio, es algo que desde pequeña lo veía venir, pero no pensé que sería tan pronto.

—Las visitaremos cada que tengamos tiempo libre —dice mi madre, sosteniendo en sus brazos a un Blau muy contento por la atención —. No dudes que tus tías harán lo mismo.

¿Tía Sonia, Mara, Sofía y la madre de Ellie? No lo dudo, en especial la primera.

—He recibido varías ideas de la tía Sonia para mi fiesta.

Arquea una ceja.

Sus ojos grises resplandecen contra la luz del sol que entra por la ventana a su costado. Aún lleva la pijama puesta y el cabello recogido en una coleta desordenada, pero sigue viéndose joven y hermosa.

—¿Quieres hacer una fiesta?

—Nop. Se lo dije, solo quiero estar tranquila. Además, el día de mi cumpleaños es el último día que estaré con mis amigos. No quiero fiestas ni escándalos.

Deja a mi cachorro en el suelo y se acerca para sentarse a mi lado y envolverme en un abrazo.

—Yo te apoyo en lo que quieras, mi cielo —besa la cima de mi cabeza con dulzura —. Puede que una vez ustedes se separen las cosas no vuelvan a ser las mismas, pero es ahí donde se verá qué tan buenos amigos son. Habrán distancias, peleas y un sin fin de cosas, pero lo importante es que recuerden lo mucho que ustedes se aman como familia y que pronto volverán a reunirse.

—Lo sé, mamá.

Suspiro cuando se aleja y se encamina a la puerta.

—Baja a desayunar. Tu padre quiere pasar un rato contigo.

Sonrío.

—Me daré una ducha.

Pero no se va, en cambio arruga sus labios para evitar que una sonrisa burlona salga.

—¿Qué?

Cruza sus brazos.

—¿No tienes nada para decirme? Me he enterado de que pasas mucho tiempo con el nieto de Cecile.

—Mamá...

Se ríe.

—Descuida, cariño. No me meteré. Pero aquí está tu maravillosa madre por si necesitas hablar.

—Que egocéntrica.

Sacude su cabeza y me lanza un beso antes de alejarse.

—Baja.

No tengo vergüenza en hablar sobre cualquier tema con ella. Le tengo la suficiente confianza para hacerlo porque soy consiente de que ella es la última persona en la tierra que me juzgará. Pero por ahora no voy a hablarle de lo que sucede con Adrien. Ni siquiera somos novios aunque actuamos como tales, tampoco sabemos qué pasará cuando el verano termine, al menos yo no sé.

🍃

Blau olfatea todo lo que encuentra a su alrededor, moviendo su cola con emoción al ver personas.

Adrien camina a mi lado con una de sus manos metidas en el bolsillo de su sudadera mientras fuma con la otra.

Su salud mejoró en estos últimos días, su rostro ya no luce sonrojado y la fiebre hace mucho que se fue. Las mujeres en su casa y yo cuidamos muy bien de él aunque se quejó bastante veces por tener tanta atención.

Los dos caminamos en silencio por más de media hora, dejando que Blau se emocione con cada cosa que se encuentra en el camino. Nos desviamos hacia la colina que solo él y yo conocemos luego de comprar un helado para mí.

El aire fresco allí arriba me hace tomar una gran bocanada de aire y relajarme sobre el pasto cuando él decide hacer lo mismo a mi lado. Blau se queda en su regazo, encantado mientras recibe caricias en su pelaje.

Hay una pregunta en el aire, una duda que estoy segura no solo yo tengo. Me termino el helado con trozos de sandía en silencio y cuando termino apoyo mi cabeza en el brazo desnudo del chico a mi lado.

—¿Qué vamos a hacer, Adrien?

Lo escucho suspirar. Gira su rostro y deposita un beso en mi coronilla que hace que un cálido sentimiento se instale en mi pecho.

—Me iré a Londres en unas semanas, ¿qué harás tú? —pregunto.

Mis dedos viajan a su brazo, acaricio las venas y tatuajes en él.

—¿Te digo algo? Mis padres tienen una empresa justo en Southwark.

La emoción florece y levanto mi cabeza de golpe.

—¿Es broma?

Se ríe ante mi reacción.

—No, Aylen.

—O sea que...

—Podríamos seguir viéndonos —termina por mí —. Siempre y cuando tú lo aceptes.

—Llevo semanas partiéndome la cabeza por solo pensar qué pasará con nosotros —chillo y Blau levanta sus orejas —. ¿Por qué no me lo habías dicho antes? Lo que me hubieras ahorrado.

—No creí que tú querrías seguir con esto una vez terminadas las vacaciones —confiesa por lo bajo. Apoyo mi codo en mi rodilla y mi mejilla en la palma de mi mano para verlo directo a los ojos.

—Me gustas demasiado como para dejar que lo nuestro sea solo una aventura de verano, Adrien.

Dos hoyuelos se forman en su mejilla cuando me sonríe de forma encantadora.

Pasa una mano por detrás de mi nuca y empuja su boca contra la mía en un beso arrebatador que desarma todo mi cuerpo contra el suyo.

Toma mi mandíbula con suavidad cuando nos alejamos.

—Te prometo que no seremos una típica historia de verano, Hübsch —susurra contra mis labios.

Paso mis brazos por su cuello y lo abrazo sin llegar a lastimar a Blau en medio de nosotros.

Las mariposas en mi estómago tienen una fiesta allí dentro.

—Es una promesa, entonces.

















❤️‍🩹

Voten y comenten, por favor :(

Instagram: iambry_0

Conquistándolo [Libro 1 & 2]Where stories live. Discover now