Conquistándolo [Libro 1 & 2]

Capítulo 36: Almohada

Aylen

Un trueno retumba fuerte en el cielo, sacándome de mis sueños y haciendo que abra mis ojos, espantada.

La mano en mi muslo se aprieta y de inmediato suelto un suspiro al voltear y encontrarme con unos ojos cafés observándome antes de mirar la carretera en la que vamos.

Hace media hora que partimos de la casa en la playa de los padres de Nick, la gran mayoría lamentándonos por no querer irnos y otros porque aún cargan con la resaca de anoche. Tuvimos que partir temprano debido a la tormenta que se avecinaba, pero yo digo que esta ya nos alcanzó debido a las tantas gotas de agua que caen en el cristal del auto junto a los relámpagos y truenos. Es casi difícil ver por dónde vamos.

—No podemos ir así. Tenemos que detenernos —le digo a Adrien.

—Busca un lugar donde dormir cerca y avísales a los demás.

Desbloqueo mi celular y hago lo que me pide, encontrando un hotel no muy lejos de aquí. Todos nos desviamos de nuestro destino y tomamos rumbo hacia allá, nos detenemos en el estacionamiento y, aunque Adrien me dice que no baje del auto hasta buscar con qué taparme y que no me moje, hago todo lo contrario y corro hacia la entrada del dichoso hotel de cuatro estrellas que no está nada mal.

Claro, llego completamente empapada de pies a cabeza junto a los demás.

Adrien niega con la cabeza al alcanzarme, igual de mojado que yo.

Me encojo de hombros.

Pasamos a recepción en donde un joven nos atiende, algo sorprendido al ver tantas personas juntas.

—Eh...

—Zack, Nick, Cameron, Max y Levi dormirán en una habitación, Audrey, Ana, Emery y yo en otra. Ellie y Aidan en una —Hazel termina por mirarme a mí y al chico que cubre mi espalda —. Por lo tanto ustedes dos tendrán otra habitación.

—No.

Aidan permanece cruzado de brazos con el rostro totalmente serio sobre Adrien.

—Pero... —intento intervenir.

—He dicho que no.

—¿Qué te pasa? Tú y yo dormiremos juntos y no la vez impidiéndolo —mi mejor amiga se cruza de brazos, enfurruñada —. Aylen no es una niña, Aidan. ¿Lo recuerdas? Ya está bastante grandesita para esto.

—Mi respuesta sigue siendo la misma.

—Pues si no la dejas ten por seguro que no me tocaras un pelo. Tú decides.

Mi hermano aprieta la mandíbula, empiezo a creer que accederá, pero entonces le da otra mirada a Adrien y vuelve a negar.

—He dicho que no y punto. Caso cerrado.

Ellie chasquea la lengua y se voltea hacia el chico quien parece entretenido con nosotros.

—Cuatro habitaciones, por favor.

—Pero yo he dicho que...