Un blanco precioso (BL)

Capítulo 18: Guerra roja cataclísmica

Un viento perdido sopló por todo el interior del amplio y silencioso pabellón. Las cortinas blancas bailaban salvajemente como castigadas.

Sin cuidado, Moulin dejó que el viento le acariciara el pelo. Sus ojos permanecieron como estaban, sospechosamente deslumbrantes.

Incluso después de escuchar su secreto desenterrado fácilmente, dicho por la mujer elfa frente a él, permaneció peligrosamente en silencio.

Phaelona, que todavía estaba completamente sorprendida, inmediatamente se disculpó por su comportamiento desconsiderado.

Ella actuó por su cuenta completamente indiferente al tercer joven maestro.

Ella fue demasiado temeraria pero fue sincera acerca de ayudar al joven.

"¿Estás herido?" preguntó, preocupada.

Una vez más, Moulin solo la miró en silencio. Incluso el pequeño zorro a su lado no hizo ningún movimiento, pero la miró fijamente.

Los pensamientos de Moulin no eran de pánico, sino todo lo contrario. Observó con calma al elfo que había descubierto su secreto.

No era gran cosa si se revelaba su habilidad, simplemente no esperaba que el evento sucediera en una situación como esta.

Con un suspiro, Moulin relajó su postura y se sentó lentamente en su asiento, disculpándose en voz baja por el desorden en la mesa.

"Perdóname, fue muy grosero de mi parte. ¿Estás bien?" Ella volvió a preguntar, tentada de comprobarlo de nuevo, pero se negó a hacerlo.

Moulin se volvió hacia ella con una cara ilegible "No estoy herido".

"Gracias a Dios..." El elfo suspiró aliviado.

"Sin embargo, estaría muy agradecida si solo guarda este secreto para usted misma, Lady Phaelona" Hia sonrió amablemente pero su tono era amenazante. Se había ido el joven que antes se reía con el que había charlado.

"Por supuesto, Moulin. Si significa tanto para ti, te apoyaré" Ella le devolvió una sonrisa. "Fui muy precipitado antes y te aseguro que no volverá a suceder. Estaba tratando de romper una fuerza oculta dentro de tu cuerpo interno y descubrí tu núcleo de maná fuertemente escondido
dentro. Me di cuenta entonces de que eres un portador de habilidades.
Yo Quiero ayudarte, Moulin. Pero si lo encuentras realmente problemático puedes rechazarme. Entiendo si quieres mantenerlo oculto".

Moulin sintió la sinceridad en su voz, pero después de la actuación, como antes, estuvo tentado de no confiar en ella.

Nunca volverá a bajar la guardia.

Estrechando sus brillantes ojos plateados, sus dudas fueron expresadas abiertamente por la escarcha en sus ojos.

Phaelona supo entonces que este joven frente a ella era extremadamente diferente de sus dos hermanos.

Rompe su confianza una vez y nunca volverá a confiar en ti.

Moulin se quedó mirándola largo rato como buscando alguna sospecha.

Después de no encontrar nada excepto la mirada de innegable

sinceridad del elfo, comenzó a relajarse un poco. "Agradezco su oferta, Mi Señora. Pero me temo que debo declinar, tal vez, en otro momento. El té estuvo excelente y la pasé muy bien, así que si me disculpa, regresaré".

Moulin volvió a colocar la taza de té volcada y le sonrió a Phaelona mientras se ponía de pie. Sin esperar una respuesta de la mujer, le hizo señas a Snow para que lo siguiera mientras salían del lugar sin siquiera mirar atrás.