Capitulo IV - Un post gimnasio un tanto húmedo

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━ Eso no se pregunta, mami. ━ ¿Miguel te acababa de hablar en español? Pasaste uno de tus dedos por el labio de miguel, llegando hasta uno de sus colmillos, el cual tocaste también, tomaste en cuenta las palabras de tu querida amiga Gwen y te dejaste llevar, con torpeza sacaste las llaves de tu bolso y abriste la puerta lo más rápido que pudiste, tomaste la mano de Miguel y lo hiciste pasar. Dejaste tus cosas de lado y el chico se había adelantado a cerrar la puerta.

Miguel estaba al borde de perder la cordura, eran tantas las ganas que le guardaba a la chica y estaba tan aliviado que esta hubiese tomado la iniciativa, la necesidad de tomarla y marcarla eran más grandes que su autocontrol, su resistencia se había puesto en juego en cuanto la pelinegra había puesto un pie en frente de él con su ajustada ropa para el gimnasio, había hecho un buen trabajo en medirse en la tarde, pero ahora no había necesidad de eso y la yema de sus dedos picaban por poner las manos sobre Victoria nuevamente. ━Miguel, deberíamos tomar una ducha antes de cualquier cos... ━ Fuiste interrumpida, unas fuertes manos tomaron tus caderas y estabas en el aire, te había levantado para dejarte sobre el mesón de la cocina. 

━ No tiene sentido bañarnos ahora, sí de igual forma vamos a terminar sudados, tomemos una ducha juntos después. ━ Una mueca de falso disgusto se plasmó en tu rostro, te acomodaste sobre el mesón y abriste las piernas, para darle la facilidad a Miguel de posicionarse entre tus piernas, él captó la señal y lo hizo, sin rodeos volvieron a besarse. Las hambrientas manos de Miguel recorrían todo tu cuerpo, partiendo desde tu cuello hasta tus muslos, jadeamos en medio del beso y en tu departamento se escuchaba el roce de sus manos y la tela, acompañado de los chasquidos de ambos.

Notaste que los dedos del contrario llegaron hasta los bordes de tu top, jugueteando con este hasta quitarlo rápidamente, quedaste únicamente en sostén y Miguel sacó provecho de eso, dejó de lado tu boca y bajó su cabeza hasta quedar entre tus pechos, en los cuales inició un recorrido con su lengua, iniciando por tus clavículas y bajando hasta el centro de estos, esto acompañado de sus traviesas manos que masajean tus pechos como se le diera la gana, obviamente no te opusiste y te limitaste a poner una mano sobre el cabello del chico, dándole total permiso de hacer lo que quisiera ahí. ━ Eres tan deliciosa, deseaba tanto estar aquí, entre tus piernas teniéndote toda para mi. ━ Era mutuo, tú lo deseabas a él tanto como él a ti, adorabas que fuera tan fuerte en cada cosa que hacía, te hacía despertar una sumisión dentro de ti que desconocías. ━ Te daré una lección por cada vez que me dejaste con las ganas.

El castaño puso una de tus manos sobre tu cuello, haciendo una pequeña presión y tu gemiste en respuesta, la sensación de ser sofocada y ser mirada bajo esos ojos llenos de deseo y hambre te hacía sentir más caliente, Miguel besó tus labios bruscamente y fue bajando nuevamente hasta tus pechos, pero no se quedó ahí, siguió bajando, sin soltar tu cuello. Con la única mano que tenía desocupada, sacó sus enormes garras para arrancar tu short deportivo y tu ropa interior quedó a la vista. 

━ Veo que hoy estás usando unas bragas bastantes lindas, me gusta que seas tan obediente, mi pequeña Vicky, pero el día de hoy no la necesitaremos. ━ Soltó tu cuello, permitiéndote dar acceso a tu garganta de respirar nuevamente. ━¿A qué te refieres con eso? ━ No te respondió así que lo quedaste viendo, se había agachado y extendió una de tus piernas, deslizando tu ropa interior, por reflejo intentaste cerrar las piernas pero Miguel fue mucho más rápido y abrió tus piernas, subiéndose a sus hombros y bajando hasta quedar a la altura de tu entrepierna. ━ No tienes permitido hablar a menos que sea para rogar que deje de comerte. ━ Te encantaba que te diera órdenes, y te encantaba más obedecer, casi por instinto cerraste la boca y el primer gemido se hizo presente luego de que el castaño diera una serie de besos en el interior de uno de tus muslos.

━ La vista por acá es algo para volverse loco. ━ Pasaste saliva pesadamente, te tapaste la boca y tiraste la cabeza hacia atrás, apoyándote en un estante que estaba en el mesón, Miguel estaba haciendo un desastre ahí abajo mordiendo y lamiendo tus muslos, no te había tocado directamente pero ya estabas mojada, detalle que no pasó desapercibido por él, quien sacó provecho de eso y se acercó más a tu intimidad, sopló un poco, provocando que saltaras en tu lugar y querías tanto quejarte, pero el jefe había dado la orden de mantener el silencio y tu no te ibas a arriesgarte a desobedecer. Miguel abrió la boca y sacó la lengua, acortó la distancia y comenzó a propinar lamidas por fuera, estimulándose al máximo antes de tocar directamente tu intimidad, te encorvas y te preparaste para lo que venía, su lengua tocó directamente tu punto más sensible y eso despertó en ti una serie de sensaciones, tu mente se puso en blanco. ━ Mierda, mierda... ━ Maldices entre gemidos, tus piernas comenzaban a temblar y no podrías mantener tu compostura por mucho tiempo más.

Yes, Sr. O'hara ─ 𝑀𝑖𝑔𝑢𝑒𝑙 𝑂'ℎ𝑎𝑟𝑎Where stories live. Discover now