Capitulo XXII - Bienvenido, Noir.

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Ya estaban de vuelta en casa sacando todas las cosas de las maletas y acomodando la ropa, Miguel fue el primero en irse a la oficina y tu te quedaste ordenando las ultimas cosas, habían pasado una buena noche en la cabaña donde se dedicaron a dormir lo que no pueden dormir normalmente en un día común de trabajo, fue una buena noche por lo que no se les dificultó levantarse por la mañana y poder retomar energías para su día de trabajo.

Te habías dado una rápida ducha antes de preparar un almuerzo para los dos, fueron unos simples espaguetis con ensalada en unos potes para comida y así no seguir pidiendo más comida por delivery, menos pasarse por el casino. Guardaste todo en una bolsa aparte del bolso que normalmente llevabas al trabajo y saliste de tu ahora nueva casa, apresurándote en llegar al trabajo ya que Miguel había sido bastante insistente en que tenías que llegar pronto. La casa de tu pareja quedaba mucho más cerca a diferencia de tu departamento, y a pesar de que igual extrañabas tu lugar anterior, no había comparación con lo acompañada que te sentías, era divertido convivir en pareja aunque a veces tuviesen problemas pero era bastante normal, era cosa de acostumbrarse al estar juntos las 24 horas del día, contando el tiempo en la oficina.

Ibas por el ascensor y sentiste como terceros te estaban viendo fijamente, habías estado tan distraída que habías olvidado completamente tu mala reputación en el mundo laboral, intentaste ignorar eso pero los murmullos se hicieron presentes y tu pecho se fue apretando, hasta que en un piso entró un hombre bien vestido y con una pinta misteriosa, llevaba un gorro y un abrigo largo que lo hacía ver alguien sofisticado, saludó a todos los presentes pero tu agachaste la mirada, como lo hacías por costumbre.

━ ¿Es ella? ━ Lograste escuchar a una de las personas que llevaba murmurando hace un rato, tu pecho se apretó más y sentiste como el ascensor cada vez se hacía más pequeño, tus ojos ardieron y te tomaste la blusa en un intento de recuperar oxigeno, pero los murmullos invadieron tu cabeza y eras incapaz de respirar, el tiempo para llegar a tu piso se hizo eterno y te estabas ahogando.

━ ¿Estás bien? ━ El chico que había captado tu atención anteriormente se había agachado en frente de ti, llevaba su mascara de Spiderman que era de color negro pero aún así podías notar su preocupación. ━ Hey, ¿Estás ahogada? ━ El chico volvió a insistir pero tu no eras capaz de responder porque se te dificultaba el simple hecho de respirar, miraste algo desorientada hacia todos lados y las juzgadoras miradas de los otros recayeron fuertemente en ti.

━ Déjala así, le gusta llamar la atención. ━ Dijo una voz femenina y cerraste los ojos, estabas teniendo un ataque en frente de ellos y obviamente eso no iba a ser preocupación de ellos, te intentaste alejar y te pusiste en una orilla del ascensor, esperando llegar rápido al piso de tu oficina.

━ Cierren la boca, ¿Acaso tienen 15 años y están chismoseando cómo en una escuela? Maduren y trabajen como corresponde, por favor bájense en el próximo piso si no quieren que me contacte directamente con el superior. ━ Los trabajadores se vieron ofendidos por el tono en el que el Spider les habló, pero sin embargo obedecieron y se bajaron en cuanto las puertas de ascensor abrieron, para ese entonces ya estabas más calmada y podías respirar, pudiste tranquilizarte mucho más.

━ Muchas gracias, y lo siento. ━Le dijiste al hombre algo avergonzada pero este hizo un gesto con ambas manos en señal de que no lo lamentaras ni agradecieras, le sonreíste en agradecimiento y suspiraste más aliviada.━ Yo me bajo aquí, me llamo Victoria, soy secretaria del superior y en caso de que necesites ayuda, me encuentras en la oficina de este piso. ━ Te despediste con tu mano desocupada porque en la otra llevabas la bolsa con comida, y bajaste en cuanto la puerta abrió pero unos pasos tras de ti te obligaron a voltear.

━ Yo también me bajo aquí. ━ Dijo el hombre mientras tomaba su gorro y se lo sacaba para ponerlo en su pecho, en señal de saludo. Alzaste una ceja curiosa y sin entender la situación, no tenías idea de quien era el y si estaba ahí, era porque iba a la oficina de Miguel.

Yes, Sr. O'hara ─ 𝑀𝑖𝑔𝑢𝑒𝑙 𝑂'ℎ𝑎𝑟𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora