Capitulo XXXIII ━ ¿Llegué tarde?

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No sabías exactamente cuánto tiempo había transcurrido desde que habías dado inicio a tu vida en pareja con Miguel, pero si sabías que se te dificulta aprender a adaptarte, más aún considerando que toda tu vida habías sido alguien solitaria y cada cosa que hacías era por tu bienestar propio, pero con los meses tuviste que duplicar ello y ahora hacías lo posible para tener una vida normal. Pero había que ser realista, eras una mujer con muchas cosas sin resolver en el ámbito psicológico y eso muchas veces fue un inconveniente para desenvolverte como alguien normal, y por más que Miguel quisiera ser de ayuda, era humano y también tenía fallas, ambos tenían cosas por mejorar y muchas de esas cosas chocaban en momentos de estrés, la muerte de Noir fue un gran detalle que desembocó más de una pelea entre ambos.

Hacías lo posible de que todo se trata de diálogo y comunicación, pero ninguno de los dos estaba muy acostumbrado a eso y terminaban por ignorarse por días sin notarlo hasta que el ambiente se relajara un poco más, sus maneras de solucionar sus problemas no siempre eran las mejores pero al final siempre encontraban una manera, tenían sus momentos buenos y amaban vivir juntos, tenían una dinámica de pareja muy buena pero no todo era de colores, siempre iban a existir problemas pero la verdadera importancia recae en que siempre arreglaban las cosas.

━ ¿Por qué no me dijiste que ibas a salir hoy en la noche? Había reservado una cena para hoy, Victoria. ━ Miguel dejaba caer su billetera con fuerza sobre el mesón de la cocina.

━ No tenía cómo saber lo de la reserva. ━ Pasaste tus manos por tu rostro y con rudeza acomodaste tu cabello hacía atrás.

━ ¿Planeaban salir a escondidas de mi? ━ Miguel caminó hacia ti y tu dejaste la vista pegada al suelo.

━ ¿Qué? Claro que no, iba a avisarte antes de salir, pensé que no estarías en casa hoy.

━ ¿Por qué no estaría?

━ Porque hoy irías a una entrevista de trabajo.

━ Eso fue ayer, ¿Lo notas? No me escuchas.

Miguel tenía una mirada entre triste y molesta, y tu cabeza ya había comenzado a palpitar, no tenías energías para discutir con él hoy.

━ Si te escuché, sólo que tengo la cabeza llena de cosas, también tengo mi trabajo y mis cosas que hacer.

━ Pero si tienes espacio en tu cabeza para irte de fiesta en la noche, ven y pasalo bien, pero hoy dormiré en la habitación de las visitas. ━ Y la discusión concluyó en el hombre yéndose dando un fuerte portazo, y tu obviamente lo seguiste.

━ A mi no me vienes a dar portazos, ven y háblame como el hombre que eres, así mismo como te da para andar estampando la puerta Miguel. ━ Alzaste la voz.

━ ¡Es mi casa y doy los portazos que quiera!

━ ¡También es mi casa!

Miguel paró en seco y por poco te golpeas la nariz con su gran espalda, ambos se quedaron en completo silencio y tu con sumo cuidado posaste tu mano sobre su hombro, haciendo que este se volteara y en el instante que ambas miradas se toparon, el ambiente se hizo más liviano.

━ Lo siento, supongo que no han sido buenos dias. ━ Dijo Miguel bajando los hombros y cabeza, así quedando más cerca de tu rostro.

━ No, lo siento yo, he estado estresada con todo esto del cambio de jefe y funcionamiento de la empresa, es raro no tenerte ahí y no lo sé, creo que me he estado desquitando contigo. ━ Suspiraste y sentiste como dos manos se posaban en tus mejillas, y alzaste la vista.

━ Estamos estresados, pero no tenemos que dejarnos llevar entre nosotros por estos sentimientos negativos. ━ Habló suave y acarició tu rostro, a la vez que iba sonriendo de a poco.

Yes, Sr. O'hara ─ 𝑀𝑖𝑔𝑢𝑒𝑙 𝑂'ℎ𝑎𝑟𝑎Where stories live. Discover now